Cada 8 de septiembre,
la religiosidad popular cojedeña se manifiesta al rendirle un sentido tributo de amor a la Divina Pastora. El pueblo
riacaurtense, con especial respeto y
veneración agradecen a la amorosa “pastora
de almas” su cuidado. Esta devoción mariana, sin duda, es de trascendente significación en este año pastoral en tiempos de cuarentena. En consecuencia,
esta condición excepcional, nos impone nuevas maneras de mostrar el compromiso con la fe y con la iglesia católica; de allí que, una forma de
testimoniar el encuentro con la madre de Jesús, sea por medio de la palabra
artística de Aida Sánchez de Mora; escritora nacida en el Amparo, estado
Cojedes y quien a través del texto La semilla del Señor germina en tierras
cojedeñas (1997), plasma su respeto por la historia de los
primeros 25 años de la conformación de la Diócesis
de San Carlos y su profundo fervor por
la Divina Pastora. Para expresar su íntimo vínculo con esta advocación de la
Virgen María, en su región natal, la poetisa nos entrega dos textos con estructura diversa. El primero, se titula Fiestas Patronales de la Divina Pastora y es una crónica relacionada con la historia
del patronazgo de la Divina Pastora en la Diócesis de San Carlos; el segundo, Poemas
de una niña campesina a la patrona de su pueblo, es una compilación de seis
poemas cuyos versos sencillos nos conectan con el agradecimiento, la fe y la
esperanza en tiempos mejores, bajo el cobijo de Dios y la Divina Pastora. Sin
duda, recopilar y dar a conocer estas creaciones interpreta nuestro deseo de
perpetuar la tradición religiosa llanera y también, es “un acto espléndido que nos eleva
espiritualmente y nos acerca más a la presencia de Cristo” (Sánchez de Mora,
1999, p.40)
FIESTAS PATRONALES DE LA DIVINA PASTORA
La fe religiosa y la
devoción a María Santísima, bajo la advocación de Ntra. Sra. Divina Pastora,
data desde la llegada de los misioneros capuchinos quienes traían consigo a la
Virgen Madre del Divino Pastor. Ella es desde entonces la que pastorea las
ovejas extraviadas para llevarlas al rebaño y presentarlas a su Hijo
Jesucristo. Su sede es el Santuario que lleva su nombre, en Lagunitas,
Municipio Ricaurte, Estado Cojedes.
Para el pueblo
cojedeño y en especial el ricaurtense es una honra y un orgullo, celebrar todos
los años, el 08 de septiembre, en Lagunitas, las Fiestas Patronales de la
Divina Pastora.
Con la arraigada
creencia cristiana, en la Virgen La Divina Pastora del Jobal, los lagunitenses
la adoptaron como suya y desde entonces, le rinden culto y homenaje en
agradecimiento por los grandes favores que ella nos concede.
La profesión de fe
que los ricaurtenses tenemos hacia la Santísima Virgen nos lleva a preservar y
difundir el culto por la Divina Pastora, quien simbólicamente con su bastón,
cuida como pastora a su rebaño, que no es otro, que el rebaño de Cristo.
Esta manifestación de
fe viva, por la Divina Pastora, dejó impresionado al Excmo. Mons. Medardo
Luzardo Romero, cuando visitara a esta población con motivo de sus fiestas
Patronales, el 08-09-73, para celebrar como Obispo de la Diócesis de San
Carlos, la Santa Eucaristía. Nunca imaginó que podría encontrar en ese pueblo
de gente sencilla, humilde, en su mayoría, dedicados a la labranza de la
tierra; este maravilloso culto a la “Madre del Buen Pastor”.
Más tarde, el Pbro.
Juan Rodríguez, párroco de la Iglesia La Divina Pastora, de Lagunitas para esa
época, conocedor del fervor de los feligreses ricaurtenses hacia la Divina
Pastora una vez marchado a España, desde allá escribe al Excmo. Mons. Medardo
Luzardo Romero, expresándole las gracias por haber servido a su Diócesis, lo
mucho que lo extrañaba y a la vez, para sugerirle que para el patronazgo de la Diócesis tomara muy en cuenta a Ntra. Sra. Divina Pastora.
No sólo en Padre Juan Rodríguez aspiraba que La Divina Pastora, del Jobal fuera la patrona
de la Diócesis de San Carlos, también lo deseaba el pueblo y oficialmente, lo
hace el Concejo Municipal de Ricaurte, en correspondencia enviada al Excmo.
Mons. Medardo Luzardo Romero, el 06-09-74. Esto mueve al Sr. Obispo de San
Carlos, solicitar ante Rvdo. Santo Papa, Pablo VI, sea declarada la Divina
Pastora, Patrona de la Diócesis de San Carlos, petición que fue satisfecha por
su Santidad, el 28-05-76, con la
erección de la Divina Pastora del Jobal, Patrona principal ante Dios para la
Diócesis, bajo el título de Madre del Buen Pastor.
Esto contribuyó a
reafirmar más el fervor de los feligreses hacia la Patrona Celestial y a
continuar la lucha por mantener una Iglesia viva y a celebrar con júbilo todos
los años, el 08 de Septiembre, día de la Patrona de la Diócesis de San Carlos.
En su honor se
realizan tradicionalmente, sus fiestas patronales con una rica y variada
programación que se inicia con visitas de la Virgen a los diferentes pueblos
que conforman el Municipio Ricaurte. Incluye también, las Iglesias de San
Carlos. En la Catedral Inmaculada Concepción de la ciudad capital, es objeto de
grandes solemnidades que la Diócesis prepara en su honor. De igual manera, se
efectúan serenatas a la Virgen, danzas y bailes, teatro, deportes,
peregrinaciones de todos los lugares de la geografía cojedeña hasta el
Santuario de la Virgen. Caminatas de fieles devotos hacen el recorrido a pie
desde la población de Las Vegas hasta la
Iglesia La Divina Pastora de Lagunitas en su condición de promesantes pero, lo
más importante de estos festejos es la concelebración solemne de la Santa
Eucaristía. Para esta solemnidad eclesial, el pueblo cojedeño se da cita en la
Iglesia Divina Pastora, convertida ahora en Santuario permanente de la Patrona
de la Diócesis de San Carlos. Allí clero y pueblo se confunden en un bellísimo
acto litúrgico. Con atención, religiosamente, participamos en la Santa Misa y
oímos la Homilía para captar la Palabra de Dios.
Ya se ha hecho
costumbre dentro del marco de la solemnidad de la celebración de la Eucaristía,
presenciar los Misterios de Ordenamientos: Admisión al Diaconado y
Prebisterado; Lector, Acólito, Diácono, Presbítero. Cuando el Excmo. Obispo,
instituye estas Órdenes, los feligreses sentimos una gran emotividad. Es un
acto espléndido que nos eleva espiritualmente y nos acerca más a la presencia
de Cristo.
“La piedra que dejaron los maestros se
convirtió en la piedra
Principal, esta es la obra de Dios, es
una maravilla a nuestros ojos.”
(Salm.118,
22,23)
Poemas de una niña campesina a la patrona de su pueblo
A ti Divina Pastora
te queremos saludar
con repiques de
campanas
y perfume de azahar
Eres Divina Pastora
Patrona de mi región
consuelo del
peregrino
salvación del pecador
Cuando despierta la
aurora
toda llena de
esplendo
tu mirada nos alienta
con dulzura y con
amor
Eres la Madre Divina
de este pueblo de
labriegos
que a ti acude
fervoroso
buscando paz y
sosiego
OFRENDAS A LA VIRGEN
Para dar gracias
a nuestra Virgen
Patrona
venimos llenos de fe
a entregarte esta
corona
También te vamos a
dar
un mazo de blancos
lirios
cortados en la sabana
para que adornes tu
altar
Para que luzcas más
bella
te queremos ofrendar
un traje blanco
bordado
con hilos de
filigranas
e irradies todo el altar
Con amor,
en tu mesa dejaremos
un cesto lleno de
frutos
de la viña del Señor
que Tú, llena de
bondad
diste tierra a los
labriegos
para que no les faltara
trabajo
pan
y
sosiego.
OFRETORIO A LA DIVINA PASTORA
Hoy venimos a tu Santuario
promesantes peregrinos
venidos de todas partes
atravesando caminos
para ofrecerte, ¡Oh! Madre
un collar de perlas finas
para que te veas
luciente
en las noches
Septembrinas
Pero como somos
pobres
sólo podemos ofrecerte
un rosario en alta
voz
guiado por un
penitente
Unos versos que una de tus hijas
ha podido componer
con un vocablo sencillo
que el pueblo pueda
entender.
Como tú lo puedes ver
son ofrendas muy
sencillas
las que aquí dejamos
hoy
frente a tu altar, de
rodillas.
PETITORIO A LA DIVINA PASTORA
¡Oh!, Divina Pastora
bajo tu manto
cúbrenos
con tu sombrero
guarécenos
con tu emblemático
cayado
vigila a tus ovejas
y conduce el rebaño
a las inexpugnables
alturas de la gracia.
Preséntanos Señora
Ante tu Hijo amado
confórtanos
con tu dulce mirar
guíanos
por senda luminosa
a donde está Jesús.
Reviste de paciencia
a tu grey
y con tu mediación
ayúdanos
a salir del abismo
permítenos vivir
con Cristo Rey.
A NUESTRA VIRGEN PATRONA
Hemos venido, señora
a darte gracias por
todo
pues has sido con
nosotros
nuestra madre
protectora.
Al llegar a tu
presencia
con devoción
rezaremos
y ante tu altar,
reverentes,
las ofrendas
dejaremos
En esta mañana
hermosa
te venimos a traer
lirios, nardos,
azucenas
y entre ellos, una
colorida rosa
Estas ofrendas
sencillas
llenas de humano
calor
en tu altar
colocaremos
con respeto y con
amor
Una vez, ya colocadas
nos marcharemos
contentos
portando en el
corazón
la fe que llevamos
dentro
Como guía nos servirá
ese tu dulce mirar
por esa inmensa
llanura
que debemos
transitar.
A LA PATRONA DE MI PUEBLO
Con visita a los
pueblos
iniciamos tus
festejos
aglutinando a la grey
venida desde muy
lejos
Todo el pueblo
reunido
con respeto y
devoción
llega hasta ti,
emocionado
a rezarte una oración
Como tu pueblo es
humilde
adornaremos tu altar
con lirios de la
sabana
y coronas de azahar
A la entrada haremos
arcos
con flores de
bejuquillo
y las puertas lucirán
ramitos de naranjillo
Con estas simples
ofrendas
tomadas de la llanura
arreglaremos tu
templo
con original frescura
Como niña campesina
siento una gran alegría
el poder brindarte
hoy
un buqué de berbería
¡Oh, tú!, Divina
Pastora
Patrona de mi región
yo te ruego
virgencita
con mística devoción
le concedas a mi
pueblo
la gracia con tu
perdón.
1 comentario:
Excelente.
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