lunes, 31 de agosto de 2020

Tributo devocional a la Divina Pastora. Selección y presentación de Maritza Torres Cedeño

 

La divina Pastora, Lagunitas, Ricaurte, estado Cojedes. Archivo de Luis Gerardo Mendoza


                                                    

Cada 8 de septiembre, la religiosidad popular cojedeña se manifiesta al rendirle un sentido tributo de amor a la Divina Pastora. El pueblo riacaurtense, con especial respeto y  veneración agradecen a la amorosa “pastora de almas” su cuidado. Esta devoción mariana, sin duda, es de trascendente significación en este año pastoral en tiempos de cuarentena. En consecuencia, esta condición excepcional, nos impone nuevas maneras de mostrar el compromiso con la fe y con la iglesia católica; de allí que, una forma de testimoniar el encuentro con la madre de Jesús, sea por medio de la palabra artística de Aida Sánchez de Mora; escritora nacida en el Amparo, estado Cojedes y quien a través del texto La semilla del Señor germina en tierras cojedeñas (1997),  plasma su respeto por la historia de los primeros 25 años de la conformación de la Diócesis de San Carlos y su profundo fervor por la Divina Pastora. Para expresar su íntimo vínculo con esta advocación de la Virgen María, en su región natal, la poetisa nos entrega dos textos con estructura diversa. El primero, se titula Fiestas Patronales de la Divina Pastora  y es una crónica relacionada con la historia del patronazgo de la Divina Pastora en la Diócesis de San Carlos; el segundo,  Poemas de una niña campesina a la patrona de su pueblo, es una compilación de seis poemas cuyos versos sencillos nos conectan con el agradecimiento, la fe y la esperanza en tiempos mejores, bajo el cobijo de Dios y la Divina Pastora. Sin duda, recopilar y dar a conocer estas creaciones interpreta nuestro deseo de perpetuar la tradición religiosa llanera y  también,  es “un acto espléndido que nos eleva espiritualmente y nos acerca más a la presencia de Cristo” (Sánchez de Mora, 1999, p.40)


 

FIESTAS PATRONALES DE LA DIVINA PASTORA


La fe religiosa y la devoción a María Santísima, bajo la advocación de Ntra. Sra. Divina Pastora, data desde la llegada de los misioneros capuchinos quienes traían consigo a la Virgen Madre del Divino Pastor. Ella es desde entonces la que pastorea las ovejas extraviadas para llevarlas al rebaño y presentarlas a su Hijo Jesucristo. Su sede es el Santuario que lleva su nombre, en Lagunitas, Municipio Ricaurte, Estado Cojedes.

Para el pueblo cojedeño y en especial el ricaurtense es una honra y un orgullo, celebrar todos los años, el 08 de septiembre, en Lagunitas, las Fiestas Patronales de la Divina Pastora.

Con la arraigada creencia cristiana, en la Virgen La Divina Pastora del Jobal, los lagunitenses la adoptaron como suya y desde entonces, le rinden culto y homenaje en agradecimiento por los grandes favores que ella nos concede.

La profesión de fe que los ricaurtenses tenemos hacia la Santísima Virgen nos lleva a preservar y difundir el culto por la Divina Pastora, quien simbólicamente con su bastón, cuida como pastora a su rebaño, que no es otro, que el rebaño de Cristo.

Esta manifestación de fe viva, por la Divina Pastora, dejó impresionado al Excmo. Mons. Medardo Luzardo Romero, cuando visitara a esta población con motivo de sus fiestas Patronales, el 08-09-73, para celebrar como Obispo de la Diócesis de San Carlos, la Santa Eucaristía. Nunca imaginó que podría encontrar en ese pueblo de gente sencilla, humilde, en su mayoría, dedicados a la labranza de la tierra; este maravilloso culto a la “Madre del Buen Pastor”.

Más tarde, el Pbro. Juan Rodríguez, párroco de la Iglesia La Divina Pastora, de Lagunitas para esa época, conocedor del fervor de los feligreses ricaurtenses hacia la Divina Pastora una vez marchado a España, desde allá escribe al Excmo. Mons. Medardo Luzardo Romero, expresándole las gracias por haber servido a su Diócesis, lo mucho que lo extrañaba y a la vez, para sugerirle que para el patronazgo  de la Diócesis tomara muy en cuenta a  Ntra. Sra. Divina Pastora.

 No sólo en Padre Juan Rodríguez aspiraba que  La Divina Pastora, del Jobal fuera la patrona de la Diócesis de San Carlos, también lo deseaba el pueblo y oficialmente, lo hace el Concejo Municipal de Ricaurte, en correspondencia enviada al Excmo. Mons. Medardo Luzardo Romero, el 06-09-74. Esto mueve al Sr. Obispo de San Carlos, solicitar ante Rvdo. Santo Papa, Pablo VI, sea declarada la Divina Pastora, Patrona de la Diócesis de San Carlos, petición que fue satisfecha por su Santidad, el  28-05-76, con la erección de la Divina Pastora del Jobal, Patrona principal ante Dios para la Diócesis, bajo el título de Madre del Buen Pastor.

Esto contribuyó a reafirmar más el fervor de los feligreses hacia la Patrona Celestial y a continuar la lucha por mantener una Iglesia viva y a celebrar con júbilo todos los años, el 08 de Septiembre, día de la Patrona de la Diócesis de San Carlos.

En su honor se realizan tradicionalmente, sus fiestas patronales con una rica y variada programación que se inicia con visitas de la Virgen a los diferentes pueblos que conforman el Municipio Ricaurte. Incluye también, las Iglesias de San Carlos. En la Catedral Inmaculada Concepción de la ciudad capital, es objeto de grandes solemnidades que la Diócesis prepara en su honor. De igual manera, se efectúan serenatas a la Virgen, danzas y bailes, teatro, deportes, peregrinaciones de todos los lugares de la geografía cojedeña hasta el Santuario de la Virgen. Caminatas de fieles devotos hacen el recorrido a pie desde la población  de Las Vegas hasta la Iglesia La Divina Pastora de Lagunitas en su condición de promesantes pero, lo más importante de estos festejos es la concelebración solemne de la Santa Eucaristía. Para esta solemnidad eclesial, el pueblo cojedeño se da cita en la Iglesia Divina Pastora, convertida ahora en Santuario permanente de la Patrona de la Diócesis de San Carlos. Allí clero y pueblo se confunden en un bellísimo acto litúrgico. Con atención, religiosamente, participamos en la Santa Misa y oímos la Homilía para captar la Palabra de Dios.

Ya se ha hecho costumbre dentro del marco de la solemnidad de la celebración de la Eucaristía, presenciar los Misterios de Ordenamientos: Admisión al Diaconado y Prebisterado; Lector, Acólito, Diácono, Presbítero. Cuando el Excmo. Obispo, instituye estas Órdenes, los feligreses sentimos una gran emotividad. Es un acto espléndido que nos eleva espiritualmente y nos acerca más a la presencia de Cristo.

       “La piedra que dejaron los maestros se convirtió en la piedra

        Principal, esta es la obra de Dios, es una maravilla a nuestros ojos.”

                                                                                                     (Salm.118, 22,23)

 

 

 

Poemas de una niña campesina a la patrona de su pueblo

         

  A LA DIVINA PASTORA

A ti Divina Pastora

te queremos saludar

            con repiques de campanas

    y perfume de azahar

 

Eres Divina Pastora

Patrona de mi región

   consuelo del peregrino

 salvación del pecador

 

         Cuando despierta la aurora

   toda llena de esplendo

tu mirada nos alienta

      con dulzura y con amor

 

Eres la Madre Divina

          de este pueblo de labriegos

      que a ti acude fervoroso

       buscando paz y sosiego

 

OFRENDAS A LA VIRGEN

Para dar gracias

             a nuestra Virgen Patrona

        venimos llenos de fe

               a entregarte esta corona


          También te vamos a dar

               un mazo de blancos lirios

         cortados en la sabana

                para que adornes tu altar

 

                 Para que luzcas más bella

          te queremos ofrendar

              un traje blanco bordado

           con hilos de filigranas

         e irradies todo el altar

Con amor,

          en tu mesa dejaremos

           un cesto lleno de frutos

       de la viña del Señor

             que Tú, llena de bondad

                diste tierra a los labriegos

          para que no les faltara

trabajo

              pan

                 y

                             sosiego.

 


OFRETORIO A LA DIVINA PASTORA

Hoy venimos a tu Santuario

promesantes peregrinos

venidos de todas partes

atravesando caminos

para ofrecerte, ¡Oh! Madre

un collar de perlas finas

para que te veas luciente

en las noches Septembrinas

 

Pero como somos pobres

sólo podemos ofrecerte

un rosario en alta voz

guiado por un penitente

  

Unos versos que una de tus hijas

ha podido componer

con  un vocablo sencillo

que el pueblo pueda entender.

 

Como tú lo puedes ver

son ofrendas muy sencillas

las que aquí dejamos hoy

frente a tu altar, de rodillas.

 

 

PETITORIO A LA DIVINA PASTORA

 ¡Oh!, Divina Pastora

bajo tu manto

cúbrenos

con tu sombrero

guarécenos

con tu emblemático cayado

vigila a tus ovejas

y conduce el rebaño

a las inexpugnables

alturas de la gracia.

Preséntanos Señora

Ante tu Hijo amado

confórtanos

con tu dulce mirar

guíanos

por senda luminosa

a donde está Jesús.

Reviste de paciencia a tu grey

y con tu mediación

ayúdanos

a salir del abismo

permítenos vivir

con Cristo Rey.

 

 

A NUESTRA VIRGEN PATRONA

 Hemos venido, señora

a darte gracias por todo

pues has sido con nosotros

nuestra madre protectora.

 

Al llegar a tu presencia

con devoción rezaremos

y ante tu altar, reverentes,

las ofrendas dejaremos

 

En esta mañana hermosa

te venimos a traer

lirios, nardos, azucenas

y entre ellos, una colorida rosa

 

Estas ofrendas sencillas

llenas de humano calor

en tu altar colocaremos

con respeto y con amor

 

Una vez, ya colocadas

nos marcharemos contentos

portando en el corazón

la fe que llevamos dentro

 

Como guía nos servirá

ese tu dulce mirar

por esa inmensa llanura

que debemos transitar.

 

A LA PATRONA DE MI PUEBLO

Con visita a los pueblos

iniciamos tus festejos

aglutinando a la grey

venida desde muy lejos

 

Todo el pueblo reunido

con respeto y devoción

llega hasta ti, emocionado

a rezarte una oración

 

Como tu pueblo es humilde

adornaremos tu altar

con lirios de la sabana

y coronas de azahar

 

A la entrada haremos arcos

con flores de bejuquillo

y las puertas lucirán

ramitos de naranjillo

 

Con estas simples ofrendas

tomadas de la llanura

arreglaremos tu templo

con original frescura

 

Como niña campesina

siento una gran alegría

el poder brindarte hoy

un buqué de berbería

 

¡Oh, tú!, Divina Pastora

Patrona de mi región

yo te ruego virgencita

con mística devoción

le concedas a mi pueblo

la gracia con tu perdón.