Imagen en el archivo del maestro Néstor Rojas
*Uno
escribe de lo que conoce y desconoce, de lo que intenta atrapar, inútilmente,
con las palabras. Uno escribe de lo que lleva adentro y no sabe qué es: a
veces, eso que podemos asir con la palabra, se descubre como alma al borde del
abismo, pero también a veces se revela como un silencio profundo que no tiene
fondo y que se parece -por su inmensidad- al universo
UNIVERSOS
PARALELOS
Aquello
que existe más allá de los ojos
late en
los resquicios de una tachadura
Respira
en la marea más alta del resplandor
De su
luz inmortal sale el alma que faltaba para que alguien existiera
Aquello
que no existe ha abolido todas las costumbres
Yo tenía
una tierra donde andaba descalzo
Tenía el
mar y la blancura, una ciudad a la orilla de un río,
unas
piedras alrededor de unos árboles donde el viento cantaba
Tenía un
país lleno de granos, un patio de arenas y ciertos lagartos
Un
chaparro lleno de pájaros
Tenía
una mariposa del lado del corazón que de noche brillaba
Una
envoltura cruzada con arrugas y lunares
Todo eso
ya no existe
Pero la
llama que palpita en el fondo del recuerdo existe
Todo lo
demás que se extinguió en otra parte existe
El
universo no lo inventó quien heredó la ceguera
*Uno cae de otro mundo con los ojos atados al amanecer. Sólo sabe del
cielo –del azul con su nube y su tormenta- y de la oscuridad. Llega uno a la
tierra sin saber de la vida. No conoce las cosas, ni las cruces en los caminos.
A poco tiempo da un paso adelante y se cae y vuelve a levantarse. Entonces
conoce la agonía. El dolor de estar vivo. Pronto pasa la infancia, la juventud
y llega a la edad de los camellos. Entonces se acerca a la tumba; luego conoce
el misterio y al poco tiempo el olvido, esa verdadera eternidad y la única
muerte.
ORACIÓN
PARA DORMIR TRANQUILO
Señor:
Tú que
apagas la sed de todos los sedientos,
das el
pan para todos los hambrientos
Y
ofrendas la luz, pero también la oscuridad.
Tú, que
eres el dueño de los milagros,
señor de
la mañana y de la noche,
dueño de
los secretos,
que abres
la puerta
por
donde entra el sol
y
cierras la puerta por donde el sol se va.
Tú que
alivias las dolencias de los tristes
Y
consuelas a los adoloridos.
Tú que
dibujaste el cielo, las estrellas, las constelaciones,
inventaste
el tiempo, las horas, los días, las semanas,
los
nombres, los caminos, el laberinto, la encrucijada,
los
recuerdos, el olvido, el extravío, las palabras,
la
poesía, el arte de escribir un poema
y los
libros que cuentas todas las historias
desde
Adán y Eva hasta nuestros días.
Tú que
creaste a los dioses, los dinosaurios, a los hombres,
la
alegría, la tristeza, la soledad y el silencio
Tú que
bebes las lágrimas de todos los ojos
dame
otro día
y el
sueño para dormir tranquilo,
a la
espera del sol.
*Burbujas de cielo, pasando,
deslizándose. Burbujas de agua que corren llevadas por la corriente,
absorbidas por el devorador de las formas. Algún mundo paralelo transcurre por
debajo de ese espejo que refleja las nubes, que vuelan arriba y abajo. Algún
agujero se engulle las volutas, las flores y hojas caídas, las pelusas y plumas
de cigüeñas que la pequeña borrasca abate contra el suelo.
El Ojo observa, fotografía lo que ve y graba.
Oblicuo se ubica invisible en el espacio. Y revela las dos realidades: la que
sucede hacia el este,de donde viene esa luz amarilla, resplandor de ocaso, que
ilumina los árboles y todo lo que se mueve o semeja estar quieto; y la otra
realidad transcurriendo y traspasando la energía que se piensa ficticia,
imaginada, o más real que que la que suponemos moverse como reflejo de la otra.
Ambas se conectan en mis ojos. Pasan como flujos entre mis pensamientos.
CRONOS
EN LA BARCA DE CARONTE
Llueve
en las
copas de los árboles
el sol
parece
despertar
La noche
termina
entre
las fauces del dragón
que nos
devora
El agua
lava las calles
Nada
vuelve
a su
lugar
La
hojarasca del jardín
terminó
en otra parte
Mañana
otro día
borrará la piedra
el
camino
El día
nos vuelve transparentes
*En esta pared de piedra y barro que
el tiempo descolora y roe sin ninguna compasión, en su oficio cotidiano de
carcomer y devorar todo cuanto toca, las vi imponerse, tan bellas como
frágiles, como dos rosas perfectas de la misma sangre, de la misma tierra bendita
por Dios. Sobre ellas, haciéndose como una mancha con ojos redonditos y
cabellera en forma de pico de pájaro, vi al ser que la noche anterior había
atravesado los cielos de la imaginación para meterse como una comadreja del
cielo en la covacha de mis pensamientos. Desde ahí me dicta los poemas que
nunca escribiré.
ORINOCÁNDOME
Solía
llegar a la orilla del río,
a la
hora del crepúsculo
Atravesaba
antiguas callejuelas,
algunas
empedradas, o abiertas entre las rocas
Pasaba
por la plaza, seguía hasta llegar al muelle
A veces
me detenía en lo alto y lo miraba pasar,
solemne
hacia el mar
Su
belleza era un temblor que me erizaba
Vivía
intensamente esa puesta de sol,
ese rojo
encendido como constelación
Allí,
sin moverme, extasiado,
veía
encenderse las lámparas del malecón,
aparecer
las primeras estrellas
Creo que
fue el amor lo que me llevó hacia él,
mi
soberbio Orinoco
*Soy apenas la forma de un caracol de tierra. Desde aquí, en el mismo
vergel del Topo que ha taladrado la tierra ahora reverdecida, veo el cielo
transcurrir entre las hojas, moviéndose en víspera de la tormenta que se
avecina.
Hace unos días comenzó el verano, el calor, pero las
flores, entre las más vistosas las hortensias y petunias, compiten por el
certamen natural de belleza que este año nuevamente promueve el ayuntamiento de
los pájaros y los soles escarlatas.
Desde aquí, desde el huerto que acicala como buen
jardinero todos los días el poeta Tomás el tocayo, el más alto en Veguellina
del río Orbigo, te mando estas postales, argonauta de los cielos y vuelos
paralelos
*Pregúntenle a las piedras cuántos giros ha dado la tierra, cuántos años
lleva el viento girando de lo mismo al asombro sin sombrero, del minuto al
salto de la garra.
Pregúntenle a los pájaros si la luna se acuesta del
lado de la sombra, o si es la misma sombra ese lunar de linares que doblega la
luz cuando el poniente es el cuándo que no dice el reloj. Que se luzca el
zumbido que viene de allá, de más lejos del vuelo de la mosca que engulle la
chispa, la sobra del bocado, de más lejano que el brillo apagándose de las
huellas de las manos que siguen el movimiento de lo que antaño se movía, antes
que el tiempo comenzara, antes que todo se iniciara sobre el lomo curvilíneo
del instante, se movía y se sigue moviendo.
Pregúntenle a las alas por las vueltas de las horas,
por las volteretas de las nubes, pregúntenle a las flores por aquello que no
sé, que viene y que vuelve,
como el polvo, como el tiempo.
*Mientras bajas los brazos, casi
vencido, alguien se está muriendo dentro de ti. Aunque pudieras hacer algo, en
realidad no sabes qué hacer para que ese alguien dentro de ti no se siga
muriendo.
Mientras bajas los brazos, casi derrotado, alguien
dentro de ti vuelve a tomar fuerzas para no desmayarse. Trata en vano de juntar
todas sus fuerzas y recuerdos. Intenta de nuevo surgir de sus cenizas,
levantarse. Pero hay algo dentro de ti, como una tierra oscura que se hunde,
que no lo deja subir, que se opone a sus intentos para sobreponerse. Tu
pesimismo lo aplasta.
¿Y si ese alguien, que dentro de ti batalla para no
morir, fueras tú, dejarías que se muriera, sin hacer nada para que no se muera?
¿Y si dentro de ti realmente hubiera alguien que en
verdad se estuviera muriendo, te negarías a salvarlo, a sabiendas que eres tú
mismo el que se muere?
A mí no me preguntes si quiero ser salvado. Dentro
de ti ya estoy muerto.
*Nosotros, mortales, vivimos a
duras penas, con apremios y trabajos. Pocas cosas nos consuelan. Casi sin respiro, hacemos el esfuerzo de
vivir el instante, que no vuelve. Aunque pasan lentos los días, nos apresuramos
en la búsqueda de la felicidad que a veces llega.
*Una semilla de ceiba
flota alegre en las manos del cielo
Si acercaras tus ojos a los copos que tiemblan en el
aire,
antes de caer,
mirarías la eterna belleza de las pequeñas cosas
Si caminaras por esa alfombra de terciopelo amarillo
que hacen en el suelo las flores de ese Araguaney
que se desgrana,
sentirías bajo tus pies el temblor del ciclo eterno
Si oyeras los trinos diversos de esas aves del río
que transmigran hacia la selva donde el tiempo se ha
perdido,
oirías el sonido del reloj que nunca se detiene
Allí, entre ramas y ojos feroces que espían el
movimiento,
no verás el blanco de las nubes que bordean el
tepuy,
el velo de agua que cae de lo más alto del salto del
ángel,
ni la nieve que alumbra los picos de las altas
montañas,
al otro extremo, donde el frío es más cercano,
sino el verde lorquiano en todos sus tonalidades
En cada hoja, en cada pétalo, en cada piedra, en
cada pluma,
podrás leer nuestro propio destino
Mires donde mires dentro del parque más antiguo
siempre es primavera
La tierra no sólo nos ha dado la vida,
sino también la muerte
*Día lluvioso, algo triste.
Amaneció garuando. Olfateo la lluvia que salpica los vidrios de la ventana.
Cielo encapotado. Menos negro que el alma del dictadorzuelo colombiano que hace
sufrir a mi pueblo.
En el vientre de la casa huele a café recién colado,
aunque casi llega el minutero a la hora del cenit.
Sigue el silencio, allá fuera. Aquí, como sumergido
en la burbuja de la tristeza, el piano desgaja sus acordes, rompiendo la
quietud. Yo escribo, como siempre.
El mes de las flores, pero pareciera que fuera
invierno. Eso lo sabe el alma, que calla.
Tres poemas del libro "Alguien enciende una luz"
*La
rutina de los años fue pintada en colores pasteles
Las
tazas de porcelana china que mi madre guardó bajo llave
recuerdan
otros tiempos que juegan a esconderse
Hay otra
vida en la vitrina, no tan añeja,
que se
mueve extraña a nosotros
Hay un
viaje minúsculo de objetos
y
reflejos que bajo la claridad desaparecen
y se
deslizan en la ceniza que dejan los años
Hay un
indecible paisaje que pocos ven,
una
flora microscópica,
entre
utensilios de cocina que nadie usa
y
parecen dormir bajo los cendales de las horas
Bajo
velos transparentes fluye la tarde
y la
noche es una sustancia viva
que
corroe, susurra y forja exiguas complicidades
con los
aparecidos y los rumores del follaje
**Debajo
del mantel amarillento, desgastado por el tiempo,
el polvo
estelar se funde con los recuerdos,
dentro
de mí inquebrantables
Ahí,
debajo de esa tela solar tejida por las manos de mi abuela
ya
muerta,
las huellas
familiares andan,
palpitan
como almas que se resisten a morir
Todos
esos detalles cuentan una historia que el olvido devora
poco a
poco
También
dentro del armario de cristal otros organismos efímeros,
que
aborrecen las máscaras,
viven y
jadean acosados por el calor
Es como
si detrás del vidrio estuviera ocurriendo
(muy
lento y parsimonioso) un mundo olvidado,
ajeno a
nuestros ojos, casi siempre ciegos
Una
constelación de seres lúcidos y quejumbrosos,
una
población de criaturas fantasmales,
se
levanta y se echa a andar por la casa
Es la
vida inexplicable de pequeñísimos seres
que se
envuelven con nuestras sábanas
y se
alimentan de nosotros mismos
***He aquí tus aproximaciones,
la madeja de imágenes disolviéndose,
los objetos de otro tiempo que oigo deslizarse
como si regresaran de un largo viaje dentro de mí,
o dijeran adiós mientras se borran
No es fácil soñar todo eso y menos escribirlo
cuando la angustia es soga que aprieta
Somos criaturas literarias en las aguas del sueño,
figuras de ilusiones que van y vienen. Fascina lo indecible,
el incomprensible dolor que no se borra
Algo más profundo, que no sabemos qué es, labra
nuestras superficies interiores y oculta las evidencias
de vidas anteriores tras la capa de la razón
Subir hacia el lugar de los ojos
y encontrarse son verbos transitorios
que conocemos cuando cruzamos la otra orilla
La envoltura que cubre lo que vuela
no es muro que el tiempo ha levantado: Puedes ver una flor
que ya existió en la mesa del cuarto, dos copas vacías
manchadas por los labios apagados de mi madre
Entre los muebles antiguos,
los indicios de otros tiempos que están en mí se revelan
(Todo eso en realidad no existe)
Los puntos del espacio anterior se desvanecen sólo cuando dudo
La piel no me separa de aquello que viví, me acerca
Mi pasado reciente late como cuerpo vivo
entre vendajes de bruma
Muchas gracias por su visita
Isaías Medina López (Coordinador)
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