Mujer llanera en el archivo de Barbuquejo
Jacobo
Castellano Díaz
MIS MENTIRAS
Déjame que
te hable
tal vez con
embeleco
y asi puedas
entrar
aquí en mis
pensamientos
y ver como
tu pelo
juguetea con
el viento,
te hablo
desde lejos
me contesta
el silencio
y tu cuerpo
de diosa
lo miro en
tu aposento
despide mil
fragancias
que me las
trae el viento,
mariposas de
ensueños
vuelan aquí
en mi pecho
y no te digo
nada
pues no
tengo derecho
a seguirte
mintiendo
mejor guardo
silencio,
sabes, me
duele el alma
por todo lo
que he hecho
decirte más
mentiras
creo que no
es lo correcto
aunque solo
quería
entrar en tu
aposento,
ya no puedo
seguir
con este
amor sediento
que se queda
callado
afianzado en
mi pecho
buscando la
fragancia
que despide
tu cuerpo.
Poema
de Nieves Clemente
Me
llaman la mal querida
porque
tus besos compré
cuando
tu boca besé
y de
ella quede prendida.
Tú me
devuelves la vida
la
cordura y la razón.
Escribe
mi corazón
entre
abrazos de ternura
al lápiz
de tu dulzura
perdida
entre la razón.
José
Antonio Borjas Nieves
PARA QUE PIDO AMOR
Para
qué pido amor, si ya no existo,
para
qué pido amor, si ya no quiero.
Huyó
mi corazón como un lucero
dejándome el dolor de lo imprevisto.
Rotas
quedaron mis palabras
buenas
rota mi buena fe, rota la calma,
en
huracán se convirtió mi alma
como
el blanco color de azucenas....
Para
qué pido amor si está lejano
separado
por fuerte desengaño,
la
pasión que domina mi sentido...
Ya
que este amor que complicó mi vida
pasionario,
juvenil, sin desmedida
son
apenas cenizas sin olvido...
Orlando Araujo
A
UNA MUJER LLAMADA TRINA
Yo tengo una mujer llamada Trina
que me cuida, me quiere, me acaricia
y traiciones de amor siempre imagina
porque Trina de amor tiene avaricia.
Con esta niña el corazón se envicia
y deja de beber, y el alma opina
que bien vale la caña Trina Urbina
porque Trina de amor tiene avaricia.
Yo cuando voy al mar le digo Trina
y Urbina a la montaña junto al llano
y todo cuanto nace es Trina Urbina
Buscando amor voy por el mundo en vano
y al retornar la vida peregrina
aún guarda Trina azúcar en su mano.
César
Reyes
DÉCIMAS
DE AMOR
I
Si algún día quién lo sabe
acaso llego a casarme
yo bien debo de hacerlo
allá en mi querido pueblo
con una mujer amable
de sentimiento sincero.
Junto con mis compañeros
celebraremos la boda
será un intimo recuerdo
para mí y para mi novia.
II
Con olor a primavera
recibiremos la boda
con perfume de palmera
recibiré a mi señora.
Vestida de blanco toda
cruzaremos la sabana
como la flor de amapola
que florece en la mañana
bendigo la buena hora
que entres a mi cabaña.
III
En hermoso panorama
cerca de nosotros
alivio para mi alma
belleza para su rostro
me dará ternura y calma
en sus besos amorosos.
Dicha y amor será rutina
Y un sentimiento vivido
Siempre estará conmigo
Como una estrella que brilla.
Abel H. Cardoza Cedeño
MI
MUCHACHITA FLOR DE ALELÍ
I
Eres mi Diosa encantada con su matiz
impregnado de amor desde el día que te vi
tus besos exquisitos son como perlas de rubí
me inundas firmemente tu sentir
graciosa y vanidosa me haces muy feliz
al tenerte en mis brazos mi muchachita Flor de Alelí.
Eres mi Diosa encantada con su matiz
impregnado de amor desde el día que te vi
tus besos exquisitos son como perlas de rubí
me inundas firmemente tu sentir
graciosa y vanidosa me haces muy feliz
al tenerte en mis brazos mi muchachita Flor de Alelí.
II
La magia de tu esencia se adueñó de mí
impulsos exuberantes por la que me comprometí
tu fina piel de seda carmesí
incita a las miradas con frenesí
pasión avasallada que de mi alma expelí
anhelos de mi conquista jamás lograda sin ti.
La magia de tu esencia se adueñó de mí
impulsos exuberantes por la que me comprometí
tu fina piel de seda carmesí
incita a las miradas con frenesí
pasión avasallada que de mi alma expelí
anhelos de mi conquista jamás lograda sin ti.
III
Tu fuego ardiente despampanante a los que me sometí
fustiga a que recibas mi corazón tal como te lo prometí
de llevarte a la cima tú lo sabes que es así
suspirar tu aliento, pruebas de mi exigir
mujer de tierna sonrisa como tu ninguna por aquí
tu belleza es un hechizo como la Flor de Alelí...
Tu fuego ardiente despampanante a los que me sometí
fustiga a que recibas mi corazón tal como te lo prometí
de llevarte a la cima tú lo sabes que es así
suspirar tu aliento, pruebas de mi exigir
mujer de tierna sonrisa como tu ninguna por aquí
tu belleza es un hechizo como la Flor de Alelí...
IV
Muchachita encantadora como la Flor de Alelí
me haces aguar mi boca por favor dime que sí
yo dejaría andar deambulando
si me brindas lo que sientes por mí
a cada rato sueño contigo
ya que solo vivo pensando en ti.
Muchachita encantadora como la Flor de Alelí
me haces aguar mi boca por favor dime que sí
yo dejaría andar deambulando
si me brindas lo que sientes por mí
a cada rato sueño contigo
ya que solo vivo pensando en ti.
V
Muchachita flor sabanera para quererte nací
eres el amor de la vida mía
desde el primer momento que te conocí
aunque me rechaces y me niegues
yo sé que vamos a conviví
ábreme tu regazo, que estás ansiosa por mí…
Muchachita flor sabanera para quererte nací
eres el amor de la vida mía
desde el primer momento que te conocí
aunque me rechaces y me niegues
yo sé que vamos a conviví
ábreme tu regazo, que estás ansiosa por mí…
Abel
Rivera Ramos
MUJER
¿Cómo pintar tus gracias? Vano anhelo.
Oh, Reina de donaire y gentileza!
nada que pueda a tu sin par belleza
compararse, yo encuentro bajo el cielo.
Ha de sentir inmenso desconsuelo
aquel que intente, fiel y con certeza
patentizar tu porte y tu realeza,
inspirado, en estrofas de alto vuelo.
Solo el alma con puro sentimiento
comprenderá el misterio de tus ojos
y extasiada, con dulce arrobamiento,
olvidará del mundo los abrojos
-todo el martirio atroz del sufrimiento-
¡y a ti rendida vivirá de hinojos!
Aún me falta tanto por saber de ti aún lo
ignoro todo
Evelio
Perez Cruzzati (3)
GLOSA
DEL QUERER QUERIENDO
COMO
QUIENES QUE TE QUIERA
SI
TU NO ME QUIERES DAR
LO
QUE YO QUERIENDO QUIERO
QUE
ME QUIERAS ENTREGA
I
Dame
lo que yo te pido,
Para
qué tanto pensar;
De
tanto reflexionar
Pasará
todo al olvido,
Este
cariño perdido
Como
en tolvanera,
Como
brisa sabanera,
Sin
un rumbo definido;
Si
tu amor me es tan prohibido,
COMO
QUIERES QUE TE QUIERA
II
Como
la garza viajera
Va
mi anhelo sobre el viento
Y
mantengo en mi tormento
Mi
esperanza lisonjera;
No
habrá un momento siquiera
En
que me deje luchar
Pues
no voy a claudicar
Aunque
luchando me muera,
Porque,
ayuda, quien me diera,
SI
TU NO ME QUIERES DAR
III
Ay…cómo
muero de angustia!
En
mi eterna soledad,
Ni
el llano en su inmensidad,
Ni
la palma, sola y mustia,
Ni
ordeñador con angustia,
Ni
corral sin becerro,
Ni
la garza sin estero,
Tan
tristes cual mi sentir,
Cuando
no puedo decir
LO
QUE YO QUIERO QUERIENDO
IV
Tan
sólo puedo querer
Y
es mi esperanza un destello,
Porque
todo en ti es tan bello
Que
no lo puedo creer.
Para
no morir, mujer,
Dame
pues algo de amar
Que
yo pueda venerar
Aunque
sea un tris de cabello…
Dame
–en fin- algo de aquello
QUE
ME QUIERES ENTREGAR
El
poema de Evelio Pérez Cruzzati fue tomado del trabajo de Grado VALORES POÉTICOS DE LA GLOSA EN LA
“ANTOLOGÍA DE LA GLOSA PORTUGUESEÑA” DE YORMAN TOVAR de Kimberly Rivas Torres, UNELLEZ-San Carlos, Cojedes
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