viernes, 20 de abril de 2018

Glosas de Amor Llanero (1). Poemas de Yorman Tovar


Atleta ecuestre mexicana en un torneo de vaquerías
en los Llanos. Imagen en el archivo Santos Quiroga

LA SOTA DE COPAS

El mundo es una cantina
 tan grande como el dolor
me diste copas de besos,
 luego serviste desprecios,
 yo te pagué con traición.
(José Alfredo Jiménez)

I
Voy a beberme otros tragos
recordando a un viejo amor
que al negarme su primor
me causó negros estragos.
Se asoman recuerdos vagos
 tras de una negra cortina,
 la rockola cantarina
repite el dolor que cargo,
 la vida es un trago amargo,
 el mundo es una cantina.

II
Despecho y melancolía
 sobre rieles de pasión
 van en el mismo vagón
 en tren de la demalía.
 Condena sin amnistía
 en cárcel del desamor,
 centinelas del horror
 lanzando gritos de alerta.
 El guayabo es una puerta
 tan grande como el dolor.

III
Estuvimos frente a frente
 en la mesa del placer,
 nos saciamos al beber
tragos de pasión ardiente,
 ya borracho, penitente,
 delirando en mis excesos,
 me sumí en los embelesos
que quedan de los derroches,
añorando que en las noches
me diste copas de besos.


IV

Las primeras libaciones
Como agridulces primicias
Se fundieron en caricias
Saturadas de emociones,
después de inmensas pasiones
nos convertimos en necios,
 columpiamos en trapecios
de singular aventura
y me ofreciste dulzura,
luego serviste desprecios.

V
Yo me perdí en el abismo
 más profundo de mi suerte,
le saqué un lance a la muerte
con muleta de cinismo,
 me amonestaba a mí mismo
 por tan rara decisión...
después que mi corazón
cicatrizó su honda herida,
 tú me ofreciste la vida,
 yo te pagué con traición.



EL SIETE MARES
Me dicen El siete mares
porque ando de puerto en puerto,  
llevando conmigo mismo
un amor ya casi muerto.
                                
           Entre penas y suspiros                
le hablo a la mujer que quiero
y sólo el mar me contesta:
 -ya no llores, marinero.
(José Alfredo Jiménez)

I
Me dicen El siete mares,
bucanero del dolor,
 navegante del amor,
bohemio por todos lares,
bardo que siembra cantares
por tan lejanos retiros...
si he de morir de seis tiros
cual guerrero singular,
no quisiera agonizar
entre penas y suspiros.

II
Porque ando de puerto en puerto,
 trashumante Marco Polo,
 dicen que he de morir solo,
 preso de un destino incierto.
 Como soy en mar experto
y empedernido trovero,
 pinto cabrilla y lucero
 cuando la noche está en calma
y con los versos del alma
 le hablo a la mujer que quiero.

III
Llevando conmigo mismo
 este ambulante bajel,
 capitán y timonel
desafío mi negro abismo.
Ni maremoto ni sismo
 han de vencerme en la apuesta
de ganar la dura gesta
a la azul inmensidad...
pregunto a la soledad
y sólo el mar me contesta.

IV
Un amor ya casi muerto
 abandoné en tierra firme
el día que tuve que irme
 saboreando el desacierto.
Oasis en mi desierto
 brillaba con desespero,
 y era el mar un reverbero
 donde se fundía mi pena...
 sólo me decía la arena:
¡ya no llores, marinero!.


AMOR DEL ALMA
A la poeta Carmen Sánchez Guillén

¿Por qué te amargas la vida?,
¿por qué no entiende mi amor?,
¿por qué pensar en traiciones?,
si somos un corazón.
(José Alfredo Jiménez)

I
Carmen, escucha la voz
 del bohemio trasnochado,
 del trovador despechado
 por estas calles de Dios.
 Carmen, tú y yo somos dos
Sangrando por una herida,
 una pena compartida
 en una ansiosa mirada...
 si sabes que eres mi amada,
 ¿por qué te amargas la vida?.

II
¿Por qué te amargas la vida?
 Si tienes tanta dulzura,
dame un tajo de ternura
de esa que en tu amor se anida.
 Carmencita consentida,
pócima de mi dolor,
 no dejes que a un trovador
 lo sorprenda la mañana,
 ¿por qué no abres la ventana?,
 ¿por qué no entiendes mi amor?.

III
¿Por qué no entiendes mi amor?
hecho con luz de cabrilla ,
como el aroma sencilla
 que brota del cundeamor.
Dulce melodía, primor
de una coral de gorriones,
 arcano de las pasiones
donde se funde la calma
amor del amor de mi alma,
¿por qué pensar en traiciones?.

IV
¿Por qué pensar en traiciones?,
 ¿por qué soñar con olvido?,
 si en un rincón escondido
laten nuestros corazones.
 Fundamos dos sensaciones
 en fragua de la razón,
 somos realismo y ficción
 de un universo completo,
¿para qué guardar secreto?
si somos un corazón.


Tomados del texto; ESTOY EN EL RINCÓN DE UNA CANTINA,  (Glosas de la Rancheromanía) del poeta Yorman Tovar (Guanarito, estado Portuguesa). Del mismo autor una  ofrenda adicional 


BIEN VESTIDO O BIEN DESNUDO
EL CUERPO ES UNA PRESENCIA
(Octavio Paz)

Tu condición de mujer
en deseo se configura
y ese deseo de aventura
se transfigura en placer.
Cómo no voy a ceder
ante tu concupiscencia,
ante tu olorosa esencia
dejo de ser hombre rudo…
BIEN VESTIDO O BIEN DESNUDO
EL CUERPO ES UNA PRESENCIA.

Convulso me tambaleo
frente a tanta sensación,
tiembla mi ansia de varón,
me saturo de deseo,
tu femenil contoneo
es causal de mi insolencia,
no le pongo resistencia
a tu desafío tan crudo…
BIEN VESTIDO O BIEN DESNUDO
EL CUERPO ES UNA PRESENCIA.

¡Qué impresión tan agradable!
Carnes libres frente a frente,
pregunto: ¿soy delincuente?
Respondes: tú eres culpable.
¡Qué momento tan deseable!
Prisionero en tu insistencia.
No puedo hablar de abstinencia,
No tengo capa ni escudo…
BIEN VESTIDO O BIEN DESNUDO
EL CUERPO ES UNA PRESENCIA.

Desde la primera vez,
tu esbelta feminidad
me acechó con ansiedad,
seducción y amor cortés;
tu belleza y tu altivez
no dan campo a la advertencia,
conducen a la imprudencia…
¡vibro… convulsiono… sudo!
BIEN VESTIDO O BIEN DESNUDO
EL CUERPO ES UNA PRESENCIA.

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