lunes, 9 de noviembre de 2020

De igual manera no muero y otros poemas de Juan Valenzuela Oviedo

 

La poesía es la gran sorpresa de vivir. Imagen en el archivo de Joel González




“Por favor nunca vuelvas a besarme bajo el cielo despejado

Puede saberlo tu corazón

Eso sería como nacer de nuevo

Yo sólo estoy de paso por la tierra”

Isaías Medina López

 

 

 

NihilPoéma

Los nihilpoetas se apoderan de las principales capitales del país

Ahora se codean con los opulentos estetas versados de las rimas

Los nihilpoetas no sienten nada

Y por eso sienten todo

Los olvidados

Los que en ocasiones defecan en los signos de puntuación

En la métrica

En el estilo

En la estructura y hasta en la vida

Poema de la nada

Tú que no vas a reinar por los siglos de los siglos amen

Poemita Patético

Tú sin adeptos

Sin exponentes

Pero aunque seas el NihilPoéma

Igual los nihilpoetas se apoderan de la ciudad

Con su penca

Y sus asquerosos cigarros cucuteños

Con sus miserias

Sus júbilos

Sus tristezas

Sus atorrancias

Y con la nada misma

Acuestas

 

 

 

“Por ser dueño del tiempo he bajado al fondo de la tierra

y sin embargo como me gustaría ser más dueño de tus besos”

Onias Sánchez

 

No sé como morir

Corto las flores en el patio y aun sigo vivo

Te beso y con todo y eso sigo vivo

Quiero morir pero el pájaro nocturno pica muy fuerte el árbol

Es como el aura tiñosa

Y no sé como morir

Incluso corro a los fantasmas burlones con polvo blanco

Espanto al perro hambriento 

y al maldito gato ladrón de ofrendas

De igual manera no muero al contrario, vivo cada día más

 

 

Las sombras

Me persiguen las sombras

Entran a la casa conmigo

Duermen a mi lado

Y recitan, recitan poemas de bar

Poemas de mujeres de la noche

 Poemas de barras

Poemas de Isaías medina López

Sombras nada más versa la canción

Pero ni eso entre tu vida y la mía

Entre tu vida y la mía el abismo sin escaleras

La nada

 

 

 

 

“Cojedes, jamás olvido tus caminos polvorientos,

 el fresco olor a mastranto, el agua de los esteros

 que van repitiendo quedo Cojedes como te quiero”

Aída Sánchez de Mora

 

 

 

En cualquier esquina de Cojedes

Soy un perro de esquinas

Siempre he vivido en una y las añoro

En las es quinas encuentro mi elemento

Cualquiera pensaría que en ellas

No pasa mucho

Pero pasa todo

Pasa por ejemplo un asalto a mano armada

Un atropellamiento a un gato

O pasa mi vida entera en un solo parpadeo

Que se pierde en la inmensidad de la nada

 

 

 

“Este es el lugar donde las palabras no tienen acceso

y el relámpago viaja con su llanto de palmeras heridas”

Antonio Miranda

 

 

 

 

Los ojos que me miran

Me siento aterrado

Enciendo un cigarro

Y llega la factoría de demonios

Entre la bruma de la infinidad

Surgen los ojos

Son como de animal

Poseído por la ira

Y me miran amenazantes

Mientras impregnó el ambiente con mi asqueroso humo de cigarro

Mientras contamino el ecosistema con mi nauseabundo ser

Esos ojos de animal me observan juzgándome

Salgan de allí Muéstrate animal

Grito cada noche

Entre el humo

Lo nauseabundo

Y mi ser

Me respondo a mi mismo

Pues el animal soy yo

Soy yo Siempre fui yo

 

 

El solar que me vio

 

Detrás de aquella casa vieja esta el solar donde por primera vez di un beso,

ya no recuerdo  a quien fue, ni lo que sentí.

 

Qué triste es irme desojando como los arboles que existen  en el solar, quisiera recordar para tener algo hermoso que contar pero los gusanos han consumido mis  primeros sueños.

 

Y el solar me interroga me increpa, con maniobras como las que hace la CIA para sacarle información a la resistencia palestina.

 

Allí están el mamon

El aguacate, el mango

Y el guayabo.

 

Arboles difuminados por mis anti memorias, y ahora veo el solar pequeño, y pequeña la casa, y pequeño este mundo que se empeña

En cohabitar

Conmigo.

 

 

 

A los puños

Me enfrento a mi peor enemigo a los puños

Y con la daga, no le doy tregua ni compasión

Soy más rápido que el o eso creo

Lo golpeo tan fuerte como puedo

Quiero matarlo

Mis puños resuenan como relámpagos en sus mejillas

Le atravieso el costado con la daga

Sangra

Sangra y desaparece

Luego siento el dolor más profundo del mundo

Y noto que estoy sangrando

 

 

 

 

Me voy con el rio Cojedes

Le caigo por el Tirgua y su torrente achocolatado y bongueo su oleaje saludando a mis hermanos los pescadores y conuqueros del tiempo infinito, me voy, me voy con el rio Cojedes contaminado y tan marchito como yo.

Mi panorama era hermoso, ya no tanto, aunque aún hay garceros que se salvaron de las invasiones e invadidas están mi memorias que se alimentan del sol que tuesta estas pampas, el agua me salpica y no tengo plan de navegación, solo me voy con el rio Cojedes a tierras nuevas a la ciudad de cerámica antigua donde florece el pajonal olvidado.

 

Choco con las caramas y los caliches, le temo a las rayas y a los caribes, pero la palanca me ayuda a despejar la fluvialidad de este armazón acuífero y cuando estoy como lloroso te recuerdo y este padre rio me arropa tanto que me fulmina el calor.

 

Me voy con el rio Cojedes, quiero trascender como gavilán, este potente torbellino de agua me desconcierta tato el corazón que ya soy uno solo con el, entonces cuando pienso que me trajo a destino me doy cuenta que apenas he zarpado.

 

 

 

 

Esta ciudad

Estoy agobiado

Soy el clavo

El esclavo

Llena de golpes esta mi simetría

Lleno de líquido esta mi proceder

Ni yo me aguanto

Y mustias son mis ganas

Y vanos mis placeres

Las luces  están causándome cáncer de paciencia

Las gentes

Malditas gentes

Pequeños troles

Asquerosos peatones

Malvados inquisidores

Con sus religiones

Y sus blasfemos ismos

Y yo en la ciudad de furias

Como la de Cerati

Ojala también muera

En coma queden mis neuronas

Y en estado vegetal mi alma

 

 

 

Bajo presión

Mi corazón resiste los martillazos en el yunque

A calor rojo vivo

No estoy solo

No todo está perdido

Y caen las primeras lluvias

Está finalizando abril

El cedro comenzó a apestar

Y sus flores adornan el tramo de la casa de la cultura

No voy a morir

Resurgiré con el invierno

Inundado por dentro

Voy a arder como una estrella de neutrones

Y no llegara nunca mi decadencia

 

 

 

Juan Valenzuela Oviedo. Cojedes -Venezuela (1988)

Juan Francisco Valenzuela Oviedo, Comunicador social, Político, Escritor, y estudiante de historia, nacido, en San Carlos, estado Cojedes el 13 de septiembre de 1988, actualmente es concejal por el municipio Rómulo Gallegos (Cojedes) Fundador de la revista digital literaria “Amateur"

Columnista en distintos medios digitales, y miembro de los círculos de lectura del Instituto de Cultura del estado Cojedes, ha participado en ferias internacionales por todo el país dando conferencias de comunicación alternativa, contra cultura, y anti poesía.

 

 

 

 

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