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domingo, 22 de abril de 2018

DE CUANDO MURIÓ LA MUERTE Y OTROS POEMAS DEMENTES. Varios autores


 
Las mujeres del Llano presentaron sus respetos ante inerte cuerpo de la muerte

Imagen en el archivo de la  cantante de música llanera Eliana Marval



Manuel Feo La Cruz
MUERTA LA MUERTE

III
Muerta la soledad, queda la muerte,
Y me preguntas con temor velado
Cómo acallar su grito desgarrador,
Cómo vencer su palidez inerte.

Es de temor de perderme y de perderte
tras la sombra asfixiante del murado;
de perder estas voces que en sagrado
instante del amor nos dio la suerte.

En ellos, corazón no mancillado;
en su clara mirada para verte;
en su mundo de paz iluminado,

esta luz eterna, de tal suerte
que en su vida la nuestra ha continuado:
muerta la soledad, muerta la muerte ¡

IV
Este grave metal de la campana
-en plomo de tormenta derretido-
anuncia la llegada del olvido
en crucero de luz por la mañana.

Alza bronca su voz en la lejana
espera del amor languidecido
y vierte la acritud de su sonido
como lluvia lodal en la fontana.

Es la voz de muerte su gemido;
es un cántico gris a hora temprana;
es puñal en costado mal herido.

Mas, dime tú de sueños hortelana,
que no temes la muerte ni el olvido,
sino el grave metal de la campana!

V
Aunque la muerte haya muerto, no mueras.
Vierte el amor en tu lámpara sonora
y llama la emoción donde mora
la paz indefinible de las eras.

Aunque la muerte haya muerto no mueras.
Acerca tu calor a la canora
huerta que ha nuestros hijos enamora
con florecer de innúmeras quimeras.

No mueras, de mi ser horticultora ¡
Bien sé que, en el recuerdo, si murieras,
aliento de mi amor, como es ahora.

Tu huella rondaría mis esperas;
más, para recordar, aún no es hora.
Aunque la muerte haya muerto, no mueras!


Gerardo González Vásquez
LA MUERTE NOCTURNA
La muerte tiembla cuando yo despierto
y se acobarda de su propio engaño.
La he vencido en el alba. Su rebaño
de sombras fue un carámbano en mi huerto.

Muy lejos de la noche, me convierto
en la última pirámide del año.
Y entibian mis aristas el extraño
sol que alumbra en un místico desierto.

La muerte me acompaña mientras duermo
con el dolor de su esqueleto enfermo
pero en fracaso su misión concluye,

porque mi cuerpo, sin mortal herida,
en nocturno combate por la vida
la cansa, la derrota y la destruya!...

 

***Otros poemas dementes*** 

 

Poema de Nieves Clemente

Yo quiero vivir pecando

entre un vaso de aguardiente

con el tintero presente

cuando me estén fustigando.

Yo quiero vivir cantando

y morir por el derecho.

Que pá todos haya techo

y la luna campanera

bendiga el trigo en la era

con la musa de mi pecho.

 

Orlando Araujo

CANCIÓN AL HÍGADO DE CAÑA Y MUERTE

Extraño ser metido en mis entrañas

silente defensor de mi locura

a ti debo la vida que perdura

en el amor y en todas sus hazañas.

 

Sólo Dios sabe cómo tú me amañas

y cómo quieres a esta vida dura

para seguir conmigo en la locura

de las letras y el canto de las cañas.

 

Conozco hígados tristes y sin dueño

que en cuerpos sin amores y sin vinos

jamás sintieron la embriaguez de un sueño.

 

En cambio tú, amigo, eres divino

y sé que estás muriendo en el empeño

de no dejarme solo en el camino.

 

 

Nemesio Antonio Alvarado Mendoza

DÉCIMA DEL AGUARDIENTE

I

Yo he visto unos caballeros

que dicen saber  beber

pero los he visto caer

el día menos pensado

y solo en mí se ha notado

este mal tan diferente

no más a los inocentes

castigan por el licor

y de este modo Señor

todos toman aguardiente.


II

Tiene un secreto tan fino

este licor soberano

que el padre toma lo humano

y el rico lo divino

como toma el capuchino

metido entre su capote

también toma el sacerdote

metido en su casucha

y el monaguillo la suya

y que a mi nada más se note.


III

La más digna señorita

toma sin ser rescatada

y le dicen a  la criada

dame acá una migajita

y cuando la ven tontica

ay que beso señorita

una niña tan decente

que parece un serafín

pero es capaz de darle fin

a un alambique caliente.


Poemas Tomados del Proyecto de Extensión Universitaria:  ANTOLOGÍA DE LA DÉCIMA POPULAR EN EL ESTADO COJEDES (UNELLEZ-San Carlos) Autor: Isaías Medina López 

viernes, 20 de abril de 2018

La Señora de El Silbón. La Silbona. Poemas Llaneros y Audio Musical

Blanca llanera en el archivo de Barbuquejo




Jesús “Chucho” Torres
LA SEÑORA DEL SILBÓN
Fuente: Jesús Moreno (cantante)

A San Antonio llegó
la Señora del Silbón
ella vino fue a buscar
los restos de su varón
que aquí quedó sepultado
bajo La Cruz del Perdón
y murió porque lo mató
Luis Laya de un pescozón
ella se llevó los restos
dentro de un saco bocón
y en Candelaria posó
y durmió en el corredor
atacó a Juan Salazar
que se la da de machón
y hasta lo puso en el caso
de cargarle el molondrón
Salazar le tuvo miedo
y hasta le pidió perdón
la vieja se refrescó
y fue cambiando opinión
y le dijo a Salazar
“Yo necesito un varón,
a mí me gusta el catire
cuando es gordo y barrigón”
lo agarró por las orejas
y se lo trajo a templón
quería que le diera un beso
y la pusiera en sazón
a ver si ella recordaba
su tiempo cuando el Silbón.
Salazar no la aguantó
se la pasó a Rafaelón
Rafaelón tampoco pudo
le aguantó un solo empujón
venía llegando Medina
y aprovechó la ocasión
le avisaron a Cariele
pero estaba “Rabo ´e  Lión”.

En esto dijo la vieja
cambiando conversación
“Dicen que yo soy maligna,
pero mi hijo es peor
en la pica ´e  Santo Cristo
sale a golpe de oración
atacó a Cipriano Soto
sin motivo y sin razón
y le dijo a Ciprianote
“Acomódate señor,
que vas a pagar la cuenta
lo que debes anterior
te acuerdas de Cara Caro
cuando estaba más lechón
que lo tenías amarrado
en la pata ´e  un botalón
cada golpe que le dabas
sonaba como un tambor,
yo le voy a da una pela
pa´ que tenga educación
aflójese la correa
y se baja el pantalón
yo sí lo voy a enseñar
a respetá un superior”
pero Ciprieno se fue corriendo
cuando le vio el mandador
echando chispa ´e  candela
rojito como un tizón
era  regular garrote
el que cargaba el señor.

El Silbón de Apure. Imagen de Fiesta en Elorza

Asdrúbal Flores
LA SILBONA

Varios silbidos.
Voz femenina: Oye, mira, hazme el favor.
Coplero: Ay, María Purísima,  Dios mío: ¿qué será esto?

Les voy a cantá un corrío
les voy a contar un tema
un veinticinco de mayo
por cierto a las tres y media
salí en mi burro mojino 
con rumbo a La Rinconera
a jugar mi gallo giro
que hacía tiempo tenía en cuerda
con la esperanza en la Virgen
y cien en la faldiquera
y el canto y mi devoción
que nunca lo dejo afuera
era una botella ´e ron
que tenía en la cañonera
entre pensar y pensar
caminé como dos leguas
cuando miré en una mata
una mujer alta y bella
que me capeaba y silbaba
para que fuera hasta ella,
fuera hasta ella
yo dije “Mire que suerte
cuando no se espera llega”
me desmonté de mi burro
y me quité las espuelas
abrigando la esperanza
de que alguito me dijera,
pero cuando me abrazó
se desmayaron mis piernas
el pelo se me erizó
y me pegó una sordera
empecé a ver grillos blancos
metidos en espumas negras.

Al rato de estar allí
seguro que en brazos de ella
me acordaba de mi hogar
de mis tres hijas pequeñas
de Noraima, la  de pecho,
de Juanita y Rosamelia,
tano que yo he trabajao  
tan sólo  pa´   mantenerla
y van a quedá en el mundo
junto a su madre soltera
y con un sueño profundo
sentí un golpe en la cadera
me había soltao de sus brazos
desmayao sobre la tierra,
pero yo de aquel porrazo
se me quitó la sordera
oí un gallo que cantaba
pero una cosa muy leja
una voz que me llamaba
para que me defendiera
y miré se alejaba,
en una gran polvacera
con una pierna muy larga
más alta que una escalera
yo sé, que ustedes, no creen,
ni se supone siquiera
que en brazos de la Silbona 
estuve dos horas y medias
y si el gallo no ha cantao
quién sabe dónde estuviera.

El Silbón en el archivo de César Garay
José Catire Carpio
SILBÓN
Cuentan que en el mes de mayo
allá en Portuguesa sale una visión
y que con la luna clara
allá en Guanarito lo han visto pasar
con su mochila en el hombro
y que por la sabana lo escuchan silbar
Silbón,  Silbón, Silbón, Silbón,
Silbón, salme a mí, que te quiero conocer,
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón.
Dicen canta la leyenda
fue un hijo malo que al padre mató
dicen cuenta la leyenda
que después de muerto la asadura comió
su madre lo maldijo por toda la vida
a siempre vagar
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón,
Silbón, salme a mí, que te quiero conocer,
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón.

Persigue a la mujer preñada
triste y solitario, largo y  canillú
una noche en Quebrá Seca
jura Juan Hilario que pelió  con él,
se oyen los gritos en Los Malabares,
cuenta José Juan
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón,
Silbón, salme a mí, que te quiero conocer,
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón.

El Silbón es una leyenda,
leyenda llanera mentira o verdad,
lo cierto es que allá en Portuguesa
se oye por do quiera
del Silbón hablar
folclore se llama folclore
el Silbón llanero es la realidad
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón,
Silbón salme a mí que te quiero conocer,
Silbón, Silbón, Silbón, Silbón.

El Silbón en el archivo de Nelson Corrientes


Estos poemas fueron tomados del texto: Análisis de Figuras espectrales en el Corrío y Leyendas del Canto  Llanero Tradicional, de Isaías Medina López. Duglas Moreno y Carlos Muñoz Lamas, publicado en Caracas (2018),  por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, Ciencia y Tecnología –Consejo Nacional de Universidades.  

También puede consultar:
Hazañas de El Silbón- Poemas Llaneros y Audio Musical

LA LEYENDA DE EL SILBÓN (Dámaso Delgado)

EL SILBÓN: VIVENCIAS Y TESTIMONIOS (Carmen Pérez Montero)

Disfrute del audio musical llanero 
La Silbona (Juan de Los Santos Contreras)
https://www.youtube.com/watch?v=YAxlvlHaOTc&list=PLHoPJs_9BADfZjXGm1PFBQptxSTjH2ni3&t=0s&index=33