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viernes, 25 de enero de 2013

Castigo Celestial: un cuento de Danilo Riobueno

Las múltiples tentaciones signaban su vida 
(imagen en el archivo de Anita Mendoza)


¡Tú no vas a trabajar con nosotros, Chichango, porque te has vuelo muy camorrero! Estas fueron las palabras de Marco Dorante, dueño de una pequeña parcela de unas cuatro hectáreas la cual pensaba preparar para sembrar en ella tomate y lechosa, para lo que se encontraba organizando un “chivo”. Un chivo es el nombre que se le da en los campos de la región montañosa entre los municipios Pao y Falcón del estado Cojedes, a una jornada de labor en la cual se invita a varios hombres de la región a trabajar en la tierra, a los que se gratificará con comida y aguardiente, comprometiéndose luego el organizador a participar en otro chivo preparado por alguno de los que ahora colaboraban con él.
Chichango,  por su parte, era vecino de la zona, de mediana edad pero que aparentaba ser mucho mayor debido a su adicción a las bebidas alcohólicas y esto a su vez lo hacía sentirse muy envalentonado y falta de respeto (como muchos borrachos) en donde quiera que se encontrase: una fiesta, una casa de familia, una jornada laboral, o donde fuese, y ya a muchos lugareños no les agradaba la idea de invitarlo a nada, tal como esta vez sucedió con Marco Dorante, porque además, nunca andaba sin una botella, se embriagaba, y siempre terminaba armando jaleos.
Chichango tenía su madre, una hermana casi de su edad y a Gregorito, el bordón de la casa, pero en vista que ellos también le reprochaban su problemática adicción, él decidió hacerse un ranchito y vivir solo, aparte de los demás, donde nadie lo molestara. De verdad nadie lo aguantaba ya.
Era un día de semana, un jueves para ser más exacto, pero en El Venado, que es como se llama el caserío donde ocurrió esta historia, dicen que Chichango andaba ebrio desde días antes, y que casi no podía permanecer en pie.
-Hace días anda bebiendo, ayer lo vieron donde el amigo Lucio Garay- Se atrevió a aseverar algún vecino.
Chichango, viéndose rechazado, optó por seguir de largo de donde se encontraban algunas personas reunidas con Marco Dorante. Quizás pensó en medio de su embriaguez que llevaba otro camino, pero no se dió cuenta que iba saliendo del Venado;  iba hacia otro sector pero deshabitado que llamaban Cribijul, que era por la ruta hacia otro caserío llamado Tierra Blanca. En Cribijul había una subida que llevaba el mismo nombre, extensa e inclinada  y Chichango al llegar a ella, vagamente pudo identificar donde se encontraba.
-¿Cribijul? –Se dijo a sí mismo- ¿Cómo llegué yo pa’ acá? ¡Vacié
Sin embargo fue todo lo que pensó, porque otra cosa llamó su atención. Había un rancho de regulares proporciones que casi se le podía comparar con una gran casa, bien hecho, y con los normales detalles de una residencia campesina: un pilón, un peine abierto en la entrada, un corral pequeño para poco ganado, un tronco clavado con una tabla atravesada utilizada para fijar el molino y otros detalles que la hacían parecer que llevaba tiempo allí, en ese lugar, al pie de la subida de Cribijul. Chichango nunca había visto esa casa allí a pesar que siempre pasaba por el lugar, pero pensó que tal vez sería un nuevo dueño de aquellas tierras y que ahora habitaba allí, o que en un chivo o alguna cayapa habían parado aquella casa de forma rápida, lo cierto es que no prestó mucha importancia a aquel detalle, pero sí se fijó en otra cosa: había gente, igual o más cantidad que la que había visto en casa de Marco Dorante; extrañamente no conoció a nadie. Chichango siguió pensando que sería algún nuevo dueño y que tal vez tendría allí algunos amigos con él, y decidió acercarse y entró al patio.
-¡Epa compa! ¿Qué es lo que hay aquí?- Logró balbucir algunas preguntas a lo que su estado le permitía.
El aludido, que era uno de los que allí estaban, le respondió con mucha amabilidad.
-Buenos días, amigo, ¿Cómo está? Nos estamos preparando para trabajar en un chivo, vamos a halar machete para limpiar y sembrar todo este pedazo de tierra que se ve aquí. Si desea trabajar hable con el señor Rafael, que es el encargado, aquel que está allá- Y señalando con su mano le indicó dónde se encontraba este.
Rafael seria un señor de unos cincuenta años aproximadamente (según días después comentaría Chichango), atento y muy cordial. Él se extrañó que esta vez no lo rechazó nadie sino que por el contrario todos lo trataron “demasiado bien”, incluyendo un par de jovencitas que le ofrecieron café con leche y bizcocho, a lo que Chichango no rechazó a pesar de andar con mucho alcohol en el organismo. Todo era extrañamente bueno.
A Chichango le prestaron un machete para que trabajara, herramienta que él consideró la mejor del mundo: buena cacha, buen tamaño, del peso necesario, en fin muy cómodo. Cuando todos iniciaron, su rendimiento no fue el mejor, lógicamente accionaba con torpeza debido a la embriaguez y a que debido al constante rechazo por los vecinos del Venado, no estaba en forma. Quienes estaban cerca de él, lejos de burlarse como lo habría hecho cualquier otro, más bien lo animaban y lo increpaban a continuar, diciéndole que su trabajo era bueno y que necesitaban de todos, incluso de él. Poco a poco fue sintiendo que la borrachera le iba pasando y pudo observar que aquellos hombres que no tendrían mucho aspecto de campesinos, demostraban ser bastante hábiles para aquel forzoso trabajo, y que todos rendían como nunca había visto a nadie igual, incluyendo a aquel señor llamado Rafael, sobre quien todos profesaban gran respeto.
Finalizó la jornada a eso de las tres de la tarde (Chichango esta vez no tuvo moral para armar camorra alguna porque definitivamente, había sido el peor jornalero de aquella zafra), y posteriormente todos se acercaron a la casa donde unas agradables señoras servían en un mesón “…una buena comida, una excelente comida, un tremendo banquete…” como alguien dijo posteriormente que describió Chichango aquel almuerzo.
No hubo licor, borrachera, mamadera de gallos, ni griterías, como solía suceder en cualquier reunión de aquel tipo, sino que hubieron alegres e interesantes conversaciones de parte de todos aquellos que allí se encontraban, a los que Chichango de vez en cuando les preguntaba que de donde eran o de donde habían venido y ellos por su parte le respondían con algún sano proverbio, algún refrán o simplemente le cambiaban el tema.
Pensó que lo averiguaría por otra parte o que igual lo iba a saber, razón por la cual desistió en su intento por conocer la procedencia de aquellos personajes.
Llegó la noche, y con la misma cordialidad que hasta ahora habían demostrado, ofrecieron a Chichango una pequeña troja donde cabía un hombre, a la que le habían colocado una pequeña colchoneta que la hizo sentir muy cómoda.  Durmió tranquilamente. Durmió toda la noche. Quizás hasta haya tenido apacibles sueños de tan agradable que se sentía en aquella parcela.
A la mañana siguiente despertó con el canto de los pájaros llaneros, en especial de las paraulatas. Pero su despertar no fue como él se esperó.
Ciertamente sí estaba en una troja pero esta era ruda, ordinaria, antigua y lógicamente sin colchoneta. De las personas que antes habían estado compartiendo con él no vio a ninguno, no había nadie ni había rastro de que alguien habría estado en aquellos alrededores en mucho tiempo. La casa había desaparecido con todo lo que había visto el día anterior. Estaba en una parcela sola, enmontada, abandonada al pie de la subida de Cribijul.
Chichango se estaba llevando la mayor sorpresa de su vida, como si hubiese despertado de un agradable y largo sueño, pero no era así; él había trabajado con aquella cómoda herramienta al punto tal que sus extremidades las sentía entumecidas a pesar de ser quien menos trabajó debido al rendimiento de aquellos extraños hombres y mujeres; él además había probado aquella suculenta comida de la cual aun le parecía sentir su inigualable sabor; él recordaba varias de las anécdotas narradas por ellos en especial por lo contado por Rafael, el líder, y sin embargo allí estaba, solo, en una parcela donde parecía que nunca había estado nadie, sorprendido, asombrado.  Al principio pensó no contárselo a nadie por temor a que lo tildaran de loco o borracho, pero Chichango sabía que aquello no había sido ningún sueño ni nada por el estilo y que al contrario era digno de contar con palabras de juramento a sus coterráneos aunque pensaran lo que quisieran o aunque no le creyeran, sin embargo se armó de valor y lo hizo.
Al día de hoy no se sabe a ciencia cierta lo que habría sucedido aquel día, así como tampoco se sabe quienes le creyeron o no a lo descrito por Francisco Montesinos, que era el verdadero nombre de Chichango, pero lo cierto fue que aquel suceso cambio la vida de aquel hombre. Nunca más probó aguardiente, jamás se oyó que iniciara alguna riña o que faltase el respeto a alguien, contrario a esto, se volvió un ser casi ejemplar dentro de su comunidad al tiempo que se hizo devoto de San Rafael  Arcángel, a quien atribuyó aquel “milagro”, si así se le podría llamar.
Sin embargo, hay quienes cuentan que todo aquello lo hacía debido a un miedo a algo que no querría contar a nadie y que de no actuar así sería castigado. Él por su parte decía que si era castigo, estaría dispuesto a recibir todos los que sobre él vinieran pues lo consideraba entonces como un “castigo celestial”.   

Danilo Riobueno,  nació en Tinaco en 1974 y reside en El Pao. Es ganador del Concurso Municipal de Literatura y del Concurso Literario del estado Cojedes, ambos galardones obtenidos en el renglón narrativa, dentro en el certamen "La Gran Explosión Cultural", 2012, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Cursó la Licenciatura en Educación en la Mención Castellano y Literatura (UNELLEZ-San Carlos). Este cuento es tomado de Memoralia Nº 9; revista de Humanidades y Educación de la UNELLEZ (San Carlos, 2012)

Sentí tus manos tocar mi cuerpo. Varios autores cojedeños

Tejido de múltiples formas coloridas es es la literatura
(Imagen en el archivo de Fernando Parra)

VISITA NOCTURNA (Deysi  Santamaría, Tinaquillo, 1987)

En el rincón de mi cama,
sentí tus manos tocar mi cuerpo,
un murmullo en mi oído que decía
¡te deseo!
Abrí mis ojos muy despacio
para ver si era el frío del invierno
y sin voltear la mirada
fijé la sombra del deseo.
Parecía que estuvieras cerca
en esta noche de invierno,
y no estuvieras a millas
cerca de otro cuerpo.
Humedeceré mi almohada
sintiendo tus deseos
imaginando ser tuya
aunque sea en mis sueños.

Deysi Karina Santamaría Varona. Ganadora del Concurso Municipal de Literatura del Municipio Lima Blanco, en el certamen “La Gran Explosión Cultural”, Ministerio del Poder Popular para la Cultura, 2012. Egresada de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.


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AUSENCIA DE TI (Luisana González, San Carlos, 1986)

Los caminos recorren el pasado,
las calles el presente,
de mi corazón depende el futuro,
si existiera la necesidad de un lugar
exacto como lo imagino.
Si pudiera alcanzar la estrella
que ilumina mi casa,
si llegase mi voz a la luna,
entonces no estaría aquí
pensando en una ilusión imposible.
Si sólo salieran las estrellas
sin salir el sol jamás,
para que así, siempre fuese testigo
la noche que nace en tu mirada
y muere en el olvido.
No recorriera está ausencia que
ahoga mi llanto y alimenta mi tristeza,
necesitaría un juez
para que dicte sentencia a mi alma,
y sintieras exactamente mi lugar,
en cambio realizaría un juego
sin tener recompensa
una vida nueva
no me faltaría esta ausencia de ti.

Luisana González. Ganadora del Concurso Literario del Municipio San Carlos y del Concurso Literario del Estado Cojedes, del certamen “La Gran Explosión Cultural”, Ministerio del Poder Popular para la Cultura (2012). Egresada de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.


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PROHIBIDO (Rosa Isabel Pérez Rojas, San Carlos, 1992)

Hay una luz en tus ojos
que me hace abrir el corazón,
hay algo divino en tus labios
que me hace estremecer.
¿Quién tiene la culpa?
¿Quién te despojo de mi camino?
¿Quién insertó la espina?
Dime, ¿te has olvidado de mí?
Yo estoy aquí, en la soledad,
extrañando tu piel, tus labios.
En gran distancia estamos,
yo, melancólica sobre el lecho,
tú, tal vez, en la felicidad.
Esta lluvia tan inmensa
me impide salir del túnel;
oscuro, frío, lejos de ti.

Rosa Isabel Pérez Rojas. Ganadora del III Concurso de Libros Artesanales de la UNELLEZ y de la VI Feria Internacional del Libro de Venezuela, FILVEN 2010. Egresada de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.


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ERES (Luis Enrique Frías, San Carlos, Cojedes, 1960)

Eres la dulce calma
que derrotó el viento
la que espera en silencio
el regreso de los días
la del suelto cabello con el corazón de fuego
la de angostos lares que humedecían la vida
la que lleva en la mirada
una radiante luz que ciega la adversidad
la que alimenta la calma
con delirante sonrisa que conmueve
la que desnuda los porqués
si el amor se esconde o gira en secreto con la noche.

Luis Enrique Frías. Antologista y ensayista. Autor premiado en el III Concurso Nacional de Cuentos y Relatos: Misterios y Fantasmas Clásicos de la Llanura "Ramón Villegas Izquiel" (UNELLEZ-VIPI). Coordinador de Promoción Sociocultural y del Instituto de Cultura del Estado Cojedes.


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MADRE  (Miletza RodríguezSan Carlos 1980)

Ráfagas de tristeza sucumbe a los suspiros de tu alma
Infinito corazón de latidos de truenos
Hospitalaria
La luna llena pernocta en su mirada
Cósmica implora a las estrellas brillo perenne
Oídos agudos oye el llanto de la primavera
Naturaleza noble
embarazó una vez para parir siempre
Artesana de aliento
Labriega esperanzas ajenas
Paciente, consuela al iracundo hijo
Madre, hecha cielo, nube blanca, brisa de mayo, agua de las
cuatro estaciones
Siempre tus brazos tendidos, no espera por suplicas
Madre ¿Cómo amas? Dime el secreto
Perdón, no quise ofenderte
Quiero despertar convertida en tus sueños.

Miletza Rodríguez. Actriz y poeta, egresada de la Escuela Regional de Teatro del Estado Cojedes. Coordina el Departamento de Artes Visuales del Instituto de Cultura del Estado Cojedes. 


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Textos de Sasha Nazareth Moncada Díaz (Maracaibo, 1989).

A Mariño

Observo distante la silueta de un par de sombras, suaves sombras entretejidas que no desisten de amarse, no existe rechazo, no existe distancia ni desencuentro al que no puedan sobreponerse, lejana está para ellos la oquedad del abismo, pues su amor es un lazo eterno.

***/***
En aquel día, Jehová castigará con su espada dura grande y Fuerte al Leviatán, serpiente tortuosa, y matará al dragón que está en el mar.
Isaías 27: 1

Temo la noche y sus angustias, el laberinto y la muerte, el filo de la daga sobre el dragón, temo lo que soy y lo que fui, la herida y la burla, mis dudas y mis resquemores, mi vasto silencio, temo a tu nombre –aroN- que me persigue.


***/***
Quedaron fragmentos de sol para sellar las calles donde vagamos, irremediablemente, por el mundo, hacia profundos abismos, donde hemos de marcharnos, siguiendo las sutiles señales de viejos demonios.

***
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia?
- Borges.

El corazón, siempre el corazón y sobre él la nota oscura del desamparo.

Sasha Nazareth Moncada Díaz.  Tallerista literaria, ensayista y poeta ganadora de concursos literarios regionales y nacionales. Egresada de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.


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¡SOLO SOY UN PERSONAJE!  (Rosaurans CoelloSan Carlos, 1983)

Eran las veintidós horas pasados unos dos mil setecientos segundos de la oscuridad que acabó a la llegada del alba, yo estaba dentro de mi mundo, ese al cual escapaba de vez en cuando, observando la hora, me encontraba en un parar o seguir, me sentía de lo mejor, solo que aunque siempre hacía lo mismo nunca me había extralimitado en tiempo; me encontraba a lo largo de mi existencia siempre entre dos corrientes la que me hacía ser y sentirme plena y la de ser pasiva por la tranquilidad de los seres quienes me aman y yo amo. Ahí me encontraba no recuerdo bien si en la Ciudad Marquesa o en la Capital del Piedemonte Andino, en un lugar rodeada de mil historias y tal vez unas más, y yo haciendo otra de mi creación, aun y cuando seguía pensando en marcharme o quedarme opté una vez más por olvidarme de mí y pensar en quien más me importa y me largué a mi hogar. De ti no supe hasta el otro día. Pero, me puse a pensar en todo lo trasmitido en aquel lugar predicativo de muchas opciones persuasibles y en el cual fui el centro de atracción de alguien al cual indiqué su continuar y una canción no directamente musicalizada que le quedó sembrada en su mente que estoy segura que aun en el presente sigue latente dentro de él, porque siempre soy así digo y doy justo lo que necesitan los demás y no en ni para mí. De esa noche no quedó nada, para mí solo una llamada en la cual te repliqué: olvídalo ¡Solo soy un personaje!

Rosaurans Coello Ganadora del Concurso Literario del Municipio El Pao y del estado Cojedes, en el certamen “La Gran Explosión Cultural”, Ministerio del Poder Popular para la Cultura (2012). Egresada de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.


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CAZA DE COCHINOS  (Deyssi  Silva, La Sierra, 1991)

Cuando una persona es fanática a la caza, es notorio; en su casa no falta una escopeta, un buen cuchillo, un machete y una buena cantidad de perros. Yo pasé gran parte de mi vida en una casa así, el esposo de mi madre es un buen cazador.
Hubo una vez en la que llevábamos varias horas en el monte, pero los perros no olfatearon algo. Nos fuimos a la casa con las manos vacías y nos quedamos con las ganas de comer carne fresca ese día.
Al llegar al patio de la casa, nos dimos cuenta que “bravo” el perro favorito, no había regresado; estuvo a punto de regresar a buscarlo, pero yo le dije que no se preocupara y que fuésemos a comer, y así lo hizo.
Unas horas más tarde, escuchamos los ladridos del perro por una ladera. El hombre se quedó escuchando por un rato, vamos a ir a ver qué le pasa a aquel perro, que parece que encuevó a un animal. Agarramos camino de nuevo cuando estaba ya oscureciendo.
Llegamos al lugar y el perro estaba casi ahogado de tanto ladrar. Nos fijamos en los alrededores y nos dimos cuenta que habían muchas huellas de canino de monte cerca de la cueva. Revisamos si no tenía otra salida. Como no tenía, buscamos unas varas largas y las labramos en la punta y comenzamos a tantearla con ellas.
Yo estaba pendiente con el machete y él con la escopeta. Salió el primero, tan rápido que ni siquiera lo vimos, venia el segundo y él, le pudo asentar un tiro en el medio de la frente que lo dejó tirado en el acto.
Así el tercero, el cuarto y el quinto, ya yo no podía halar otro bicho de eso por lo pesado que estaban, allí fue cuando él me dijo; ¡mira chico!, así está bien ya, vamos para la casa, no sigamos matando esos animales por el gusto, dejemos para otro día.
Yo me puse a desenrollar el mecate que tenía el último cochino muerto que lo tenía en el cuello, y como estaba inclinado y con las piernas abiertas, sale una cochina a toda prisa de la cueva y cuando yo la veo, viene es hacia mí, me dio miedo, pero cuando iba pasando por el medio de mis piernas me dio tiempo para cerrarlas, y ahí la tuve, asustado claro; con un grito fuerte y claro me grita Amílcar, ¡soltala muchacho que va a moldé!

Deyssi Elizabeth Silva Fuentes Narradora oral, poeta y contadorta de cachos llaneros. Tallerista del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, 2012. Egresada de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.


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UN PASEO POR EL MERCAO (Robins Sánchez, San Carlos, 1991)

Llega una viejita al mercao, con las paticas sequitas, sequitas como una garza, de tanto camino andao. En su hombro una marusa negrita como el petróleo, polvosa y acabaíta de tantos años de uso.
Paseando por los estantes, veía y veía a cada instante lo enorme que era el recinto, que parecía un laberinto de tantas cosas que habían, sin decidí lo que hacía agarró un desodorante pa´ matá el violín que la acompañaba hace días, también un desinfectante pa´ limpiá su rancho viejo. Caminando y caminando llegó frente al cajero, el cual le peló el muelero y tomó toa la mercancía sacando lo que valía cada cosa que llevaba y la suma resultada fueron cuarenta y siete bolos. La viejita sin pensarlo, pagó con seguridad, con un boliva na más.
Sorprendido, el cajero, pega un grito estrepitoso, ¡Qué vieja tan descará, cómo me vas a pagá con ese piche boliva, no vez que tu cuenta arriba a casi cincuenta bolos!
La viejita le responde, entre pena y recelo y le dice al cajero que si se puede esperá: abre la marusa de onde saca una bolsa, de la bolsa una mochila onde guardaba el monedero envuelto en un pañuelo. La anciana saca el dinero y se lo entrega al cajero, quien molesto le responde: ¡Doña, todavía hace falta dinero!
Pasaron varios minutos y la cola más se alargaba, pues mientras más se tardaban se llenaba toa la sala. La señora despavoría por los gritos de la gente, le pregunta nuevamente al cajero del mercao: ¿Y cuánto es pué?
Lentamente el cajero le responde: ¡Son cuarenta y siete bolos!
¿Tiene o no pa´ pagá, lo lleva o no lo lleva?
La doñita asustaíta brota las paraparas di ojo y otra vez le dice:
¡Ya va mijo, esperece ay, claro que sí tengo!
En ese justo momento revisó la fea marusa y saca una morocota, abriendo el cajero la boca como un mono chimpancé.
Eso es pa´ que vea usté lo que siempre hace la gente, lo ven a uno de repente, solamente por lo físico sin dase cuenta naíta de lo que vale el viviente.

Robins Oswald Sánchez.  Diseñador, locutor y narrador oral. Egresado de la Mención Castellano y Literatura de la UNELLEZ-San Carlos.

Nota: Todos los presentes textos literarios son tomados de Memoralia Nº 9;  revista de Humanidades y Educación de la UNELLEZ (San Carlos, 2012)

sábado, 16 de abril de 2011

APUNTES PARA LA COMPRENSIÓN DEL LIBRO COJEDEÑO (II)*

Cojedeños bailando joropo llanero durante una de las ediciones de 
la Feria Internacional del Libro de Venezuela -Capítulo Cojedes. 
(archivo UNELLEZ-VIPI)


I-Reseñas de publicaciones literarias editadas en Cojedes durante el año 2007


COJEDES: POESÍA DE DOCE AUTORES. Compilador: Miguel Pérez. Fondo Editorial Tiriguá (ICEC). 260 pp.
Selección del trabajo poético de autores nacidos o residenciados en el estado Cojedes. Comprende, como lo indica su título “doce” secciones poéticas, bastante amplias y de muy cuidada escogencia; una dedicada a cada poeta seleccionado, todos ellos con obra publicada con anterioridad y considerados como altamente representativos de la poesía cojedeña, según el criterio “hedonista” de su compilador, el poeta Miguel Pérez, según se parecia en este comentario acotado en la contratapa de dicha edición:  "Toda antología es una visión algo hedonista de la realidad, ya que parte del principio de poner juntas las experiencias que nos han resultado placenteras, bien sea para tenerlas a mano cuando querramos volver a ellas o para mostrarlas a otros, ese cúmulo de experiencias es por lo mismo una lectura tanto de la realidad que nos rodea, como de nuestra visión al interpretarla".

Los poemas aparecen ubicados de acuerdo a la fecha de su publicación o de consignación como materiales inéditos, al igual que ocurre con los autores, quienes aparecen alineados de acuerdo a su fecha de nacimiento, de menor a mayor: Eduardo Mariño; Sarita Medina López, Miguel Pérez, José Daniel Suárez Hermoso, Isaías Medina López, Miriam Rodríguez, Orlando Flores Menessini; Juan Chávez López; Faver Páez; Carlos Noguera; Pedro Parayama y Juan Villaquirán Páez. De los autores seleccionados, se suministran noticias personales y de su bibliografía.

Entre otras virtudes, el lector conseguirá un extenso prólogo “para empezar en desacuerdo”, suscrito por el compilador de esta obra, sobre el desarrollo histórico y las justificadas expectativas que se tienen de la poesía cojedeña, este documento es de alto valor para quienes siguen de cerca el devenir de la literatura regional, con abundantes datos biográficos, así como de publicaciones tanto en libros como en revistas y diarios en los siglos 19, 20 y 21.

PILARES. DISCURSOS Y CONFERENCIAS. Autora y compiladora: Miriam Rodríguez. Fondo Editorial Tiriguá (ICEC). 206 pp.
Antología de las reflexiones, fruto de aprendizajes, enseñanzas y propuestas de tan experimentada docente, administradora educativa, escritora y poeta, nacida en el estado Cojedes y con estudios de pregrado y postgrado cursados en la Universidad de Carabobo. La estructura de la misma se eslabona en cuatro secciones:

I) Educación y valores
II) Conmemoraciones: pueblos, hechos y personajes
III) Sociedad, cultura y política
IV) Ideas educativas y mensajes a los educadores.

Un marcado “sesgo” humanístico y educativo define a estas veintidós disertaciones, las cuales se encuentran plasmadas en el texto desde un enfoque sencillo y franco; en que el discurso de la compliladora está enriquecido con oportunas citas de distintos académicos a través de diversos recursos estilísticos.

En Pilares. Discursos y conferencias,  emerge la visión de Miriam Rodríguez sobre la difusión de la lectura y la escritura en “espacios no convencionales”; la “ética profesional sobre el docente que necesitamos”; el caso del “compromiso de hoy frente al paradigma de la lealtad”; la “presencia de la mujer en las letras cojedeñas”; la “alegría, educación y excelencia en el ejercicio docente” junto a otros temas no menos controversiales que, sin lugar a dudas, continuarán siendo objeto de revisiones epistémicas en nuestra cambiante actualidad.


NUEVA ANTOLOGÍA DE LA POESÍA COJEDEÑA. UNA ESTRATEGIA PARA PROMOCIONAR LA LECTURA EN EL AULA. Compiladora: Maritza Torres Cedeño. Fondo Editorial Teatro de Venezuela. 62 pp.

Cuarta antología de esta docente e investigadora. La obra es el resumen publicable de su trabajo de grado en la Maestría en Lectura y Escritura de la Universidad de Carabobo, distinguido con Mención Honorífica, enmarcado en la metodología de Investigación-Acción Participativa.

Esta compilación poética se ideó desde una perspectiva novedosa, sin precedentes en nuestra literatura, en virtud de que la selección de todos los poemas incluidos en la antología es el resultado de la lectura compartida por un grupo de estudiantes de la Escuela Técnica Agropecuaria San Carlos, quienes siguiendo las estrategias diseñadas por la compiladora de: “Selección mediada por el docente; selección autónoma y selección cooperativa” pudieron fusionar en un texto armonioso un conjunto disímil y significativo de poemas.

Las tres modalidades de selección que vivenciaron los participantes permite mostrar veintinueve creaciones poéticas de diecinueve poetas nacidos o residenciados en el estado Cojedes, ya publicados en poemarios individuales o en textos antológicos. De igual manera, se incluyen las fichas de los autores, ordenadas por edad del mayor al menor, acompañadas con un apropiado registro bibliográfico.

Los autores y autoras que aparecen en  esta selección son los siguientes: Aída Sánchez de Mora; Leticia Vilera de Andery; Isaías Medina López; Carlos Anchieta Velásquez; Francisco Javier Frías Vilera; Sergia Josefina Díaz Barreto; Sarita Medina López; Francisco R. Sosa; Héctor Alonso López; José Daniel Suárez Hermoso; Magdalena de la Corteza Gómez; Aliria Escalona de Sanoja; Ángel María Garrido; Onías Gustavo Sánchez Barrios; Dámaso Macero; Juan Suárez Hermoso; Juan Chávez López; Ana Infante de Blanco y Juan Villaquirán Páez.

La obra dedicada “A los maestros quienes desde sus aulas regalan una sonrisa, un verso…” contiene en su prólogo las nociones de: la lectura y el lector; la promoción de la lectura; la promoción de la lectura en el contexto escolar; la figura del maestro-promotor de la lectura; el proceso de selección en la promoción de la lectura y de los criterios de “Selección” antes citados.


SOL DECAPITADO. Autor: José Daniel Suárez Hermoso. Fondo Editorial Teatro de Venezuela. 64 pp.

Quinto poemario de este escritor cojedeño, distinguido con la edición de sus múltiples obras y reconocimientos en distintos concursos nacionales de literatura. Esta obra, como pieza inédita, fue ganadora del Certamen Mayor de las Artes y las Letras de Venezuela, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y celebrado en el año 2006.

El texto le plantea sorpresas de diversas dimensiones al lector. Omite el índice y los consabidos títulos de cada poema y deja al libre albedrío de quienes trascurran bajo un sol sin luz (o decapitado), su trepidar de luces y palabras a través de encuentros familiares, conversaciones, monólogos, ambigüedades y miedos que asaltan al común del hombre contemporáneo y a todo ser que de una forma u otra haya sido tocado por la palabra poética.

Como testimonio escritural del poeta, se recogen estos versos plenos de sugestiones y de una recurrente angustia vital (p. 49) en medio del intercalado de versos largos y cortos que dan celeridad o pasua a su poesía:

Voy anudado al viento
Al curso definido del movimiento.
Voy por una senda pronunciada
Un día abierto de pura explicación me recibe como una ofrenda
Que contento estoy de no ser ese espejo bajo los naipes
Todo ha pasado a olvido
Y voy en el viaje haciendo el misterio que se mide en una palabra.

José Daniel Suárez Hermoso (San Carlos, 1958) es director fundador de la Ecuela Regional de Teatro del Estado Cojedes.


BARAJA DE FUEGO. Autora: Ulrike Sánchez. Fondo Editorial Teatro de Venezuela. 64 pp.

Segunda edición de este poemario presentado en el año 2000. Obra forjada entre los telones del poema de sugestivo título y otros, desprovistos del artilugio de la nominalidad, sometidos a los vaivenes de su lectura.

La contratapa de este texto contiene la oportuna explicación del poeta José Daniel Suárez Hermoso, quien la dimensiona de esta manera: “Baraja de fuego es una obra encarnada en las sensaciones, en el Eros desbocado y firme. Hay en ella actitud y hecho de lo conjurante, violencia y desenfreno. Ligeras palabras que pasan por el tamiz de la presunción. Forma y concepto de un erotismo diagramado en la estética. Poesía que desafía la palabra determinando acciones. Imágenes que pasan de lo subjetivo a la imagen colectiva, asaltando la realidad".

Siguiendo las instrucciones del presentador, Eros, caprichoso Dios del Deseo y del amor se hace presente (p. 61): 

Reconozco que ya no manejo tu contraseña
Una se da cuenta cuando estás ausente
No importa
posees ese sabor que es mío en tus labios.
Me mostraré conforme tras tu partida
Sé que me extrañarás
que necesitarás el olor de mis perfumes.
Ven
te consiento descubrir el bálsamo de los deseos
hasta extraviar mi conciencia.
En Baraja de Fuego, lo carnal se viste de poesía a través de la voz de la poeta, lo sublime se idealiza aún más y consciente que se pueda deambular por los espacios infinitos de los sentidos con la sola compañía del azar.


BOSQUE DE OTOÑO. Autor: Danilo Mauricio Robinson Garcés. Fondo Editorial Teatro de Venezuela. 36 pp.

Segunda edición del primer poemario de este joven poeta cojedeño, nacido en Caracas en 1983. La obra fue premiada en el Certamen Mayor de las Artes y las Letras de Venezuela, año 2006. La anterior edición la efectuó la editorial El perro y la rana, adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

La corta extensión de sus poemas emana como un esfuerzo y logro de ubicar las imágenes precisas en el que la expresividad amatoria, tiene momentos de éxtasis, de serenidad y en otros del tormento y el acoso. La escenografía de sus versos trascurre, por variados espacios: el bosque; el acontecer del día o de la noche; la casa del corazón; el cuerpo anhelado y a veces esquivo; el otoño caprichoso y errabundo del sentimiento.

El punto de conexión del poemario lo va a constituir el asombro del poeta, siempre dispuesto a sobrellevar el enorme peso de sus palabras, como lo dejar ver este poema (p. 33):

Los sonidos del verano se llevan los pájaros del bosque
Hoy es azul, mañana volverán los sonidos
y el canto del gavilán me hará sentir más pequeño
El gavilán en su azul y yo en este verde que me esconde.

Danilo Mauricio Robinson Garcés, además es ganador del Concurso de Ensayos de la Facultad de Ciiencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo  y fundador del grupo literario Letra Viva en la citada entidad académica. .


METAMORFO. Autor: William Ramírez. Fundación Editorial El perro y la rana – Imprenta Regional Cojedes. 78 pp.

Este primer poemario del poeta cojedeño William Ramírez, es también la primera publicación que realiza la Fundación Editorial el perro y la rana – Imprenta Regional Cojedes, lo que ya le garantiza un lugar en la historia de la bibliografía regional. El poeta afinca el poder de su creatividad en cinco secciones en las que reinventa su discurso poético: “En forma de Clasificados”; “En forma de Mujeres”; “En forma de Sugerencias”; “En formas de la Vida” y “En formas indefinidas”.

La estrategia cabalística de los cinco grupos de poemas, revela su intención lúdica, en conveniente alusión a lo Metamorfo, lo que va más allá de las formas, bien sean éstas del sentido, de la semántica, de la cotidianidad o del propio cuestionamiento a las fórmulas poéticas en las que la poesía se hace presente; leída, oída, escrituralizada o simplemente soñada.

Entre los textos enmarcados en la búsqueda de las variadas formas que procura brindar este poemario, se hace pertinente tomar de manera textual el poema Sin techo (p. 61):

Alguna vez pertenecí a un grupo literario sin nombre
todos los miércoles nos reuníamos
a buscar un nombre
yo propuse sin techo
Al final nos quedamos sin grupo y sin nombre.

Willian Ramírez alcanzó Mención de Honor en el Concurso Nacional de Cuentos  y Relatos Misterios
y Fantasmas Clásicos de la Llanura "Ramón Villegas Izquiel" (UNELLEZ; 2001)


ANTOLOGÍA DE LA DÉCIMA POPULAR EN EL ESTADO COJEDES. Compilador: Isaías Medina López. UNELLEZ San Carlos. 192 pp.

Compilación de literatura oral que agrupa los logros poéticos de cuarenta y cuatro creadores populares, casi todos inéditos, siguiendo las estructuras tradicionales de “Canto a lo divino”; “a lo divino y a lo terrenal”; “a lo terrenal” y “bombas”. La selección de los materiales correspondió a un cuerpo arbitral integrado por los expertos: Domingo Antonio Muñoz, Carlos Muñoz y José Daniel Suárez Hermoso.

Las décimas y bombas compiladas, constituyen un corpus patrimonial y de metodología de investigación literaria de valor indiscutible para la cultura cojedeña. Los poemas fueron recopilados (gracias a la colaboración de los mismos poetas) en campos, barrios y pueblos de la región, por diversos grupos de estudiantes de la UNELLEZ San Carlos y de los custodios Manuel Arias, Ramón Hernández, Armando González Segovia y Silvestre Botello.

En el canto a lo divino se incluyen glosas de: Feliciano Mendoza, Antonio Urbano, Enmo Suárez, Teofilo Rodríguez, Nemesio Antonio Alvarado Mendoza, Bartolo Loyo, Carmen Ramona Rodríguez, Carlos Rafael Hurtado, Nemesio Zerpa, Demetrio Silva, Juan Monagas, Valerio García, Onaise Sandoval, Joaquín Acosta, Nelson Castillo, Oscar Ríos, Carlos Reyes y Henry Javier Mena Jiménez,

La sección que combina lo divino y lo terrenal presenta décimas de: Evangelisto Hermoso, Rafael Rivas Noguera, Ostacio Ramón Ochoa, Pedro Manzanero, Guillermo Rivas, Juan Bautista Olivo Noguera, Félix Monsalve, Cruz Antonio Torres, Ramón Martínez, José Vicente Rodríguez Gutiérrez, Yrlle Aurora Arias Sandoval y Silvestre Botello,

En el capítulo dedicado al canto a lo terrenal están las creaciones de: Víctor Manuel Gutiérrez, César Reyes, Pedro Rafael Manzanero, Carmen Pérez Montero, Antonio “Chivo Negro” Flores y Julio Cesar Bolívar.

El capítulo que aborda las “bombas” o coplas humorísticas se apoya en las compilaciones de José Ramón López Gómez, Domingo Antonio Muñoz, Oswaldo Carvajal y las parejas: Wilfredo Escorche-Frangelis Alvizo; Alcides Reyes-Nancy Marcano y Gustavo Sequera-Luz Marina Camacho.

El prólogo-estudio de la antología contempla distintas consideraciones sobre la décima en Venezuela, la literatura oral cojedeña y un glosario de términos vinculado a esta área de la literatura tradicional; igualmente, se le ofrece al lector fichas biográficas de los autores, lugares donde se recolectaron las muestras y en calidad de cierre artístico se coloca un conjunto de fotografías de la escenificación de los velorios de Cruz de Mayo, motivo principal de los decimistas cojedeños.


EL LLANO EN VOCES. ANTOLOGIA DE LA NARRATIVA FANTASMAL COJEDEÑA Y DE OTRAS SOLEDADES. Compiladores: Isaías Medina López y Duglas Moreno. UNELLEZ San Carlos. 126 pp.

Segunda edición de este compendio de la producción narrativa de autores cojedeños y otras regiones del país dedicados al eterno tema de la fantasmalidad llanera. Reúne, por selección arbitral, las obras ganadoras y las menciones de honor de las cuatro ediciones del Concurso Nacional de Cuentos y Relatos Misterios y Fantasmas Clásicos de la Llanura “Ramón Villegas Izquiel”, organizado en la UNELLEZ San Carlos entre 1998 y 2002, así como diversos textos de literatura oral insertos en esta temática ancestral del Llano, también de amplio cultivo universal.

Entre los materiales incluidos destaca la traducción, hecha por Caupolicán Ovalles, de la narración "Bartolito y los caimanes más grandes del mundo", recopilado y publicado en idioma inglés (Nueva Cork, 1862) por Ramón Páez, considerado como el primer cacho y cuento llanero de fantasmas, editado en la historia de la literatura venezolana.

Los autores compilados en esta muestra son, en la sección "Las palabras de la noche" (para obras premiadas):  Juvenal Hernández, Ramón Hernández, Héctor Cardozo Lucena, José Leonardo Ospino, Francisco Javier Frías Vilera, Eduardo Mariño, Luis Enrique Frías, Julio Rafael Silva Sánchez, y Willian Ramírez.
En el capítulo "Las voces de la tierra" (narrativa oral cojedeña): Duglas Moreno, Carlos Aranguren, Epifanio Arroyo, Carmen Sequera, Anni Raquel Pérez Infante, Javier Merchán, Carlos Muñoz, Isaías Medina López y Ramón Aguilar.
El apartado "El Llano en voces" incluye a escritores de textos clásicos de la llaneridad: Ramón Páez, Caupolicán Ovalles, Kotepa Delgado, Mercedes Franco, Arnaldo Jiménez, Erika Schwuab, Emilia Rosa Pulido Díaz y Franklin Coromoto Torrealba. 

Al valor patrimonial de estas narraciones se le agrega un “Vocabulario de Misterios y Fantasmas”, notas sobre los autores, la bibliografía correspondiente y un “Prólogo-estudio” que facilitan el desempeño del lector tanto dentro como fuera del aula. La introducción la efectúa el Prof. Héctor López, quien “narra” las experiencias de lectura y escritura de la primera edición de esta obra, en la Universidad de Los Andes.


ME OBSEQUIASTE LA SOLEDAD DE ESTE MUNDO. Autor: Onías Gustavo Sánchez Barrios. Editorial El perro y la rana. 58 pp.

Tercer poemario de este poeta nacido en San Carlos en 1961. La publicación se inserta en el catálogo de las ediciones “Cada día un libro” con el fin de divulgar los textos ganadores del Certamen Mayor de las Artes y las Letras de Venezuela.

Con la excusa del amor perdido y la partida de Eurídice, Sánchez Barrios, conduce al lector a un mundo de reminiscencias familiares, de recorridos en las ausencias que el poeta no ha cerrado, de entretejidos entre lo mítico y lo evocativo, de historias entresacadas a la mágica ciudad de su origen. Es una propuesta compleja, con fuentes que dan angustia y con fuegos proveedores de tranquilidad. A ratos reposado y de un momento a otro, colocado al borde de un abismo sin fondo.

Es así como descubrimos la fuerza lírica y entrañable de este poemario visionada en el poema Mi madre con su magia camina (p. 35):

Mi madre con su magia
camina envuelta en el crepúsculo
bajo la lluvia.
De su piel emana el olor de sus primigenios elementos
aire, tierra, agua, fuego. Además huele a mango y nostalgia.
Sus ojos son profundas galaxias
esparcen su luz por estos senderos
disipando antiguas penas
ahuyentando la tristeza.

Onías Sánchez Barrios es uno de los miebros fundadores del grupo literario Nuevo Tramo (1979) en la ciudad de San Carlos  y como tal figura en todas las antologías y páginas literarias de esta agrupación. .


II- Más libros, más literatura, más cojedeños, más premios

Por otro lado, destaca la extensa cantidad de galardones que alcanzaron las obras de los escritores cojedeños en diversos concursos nacionales de literatura. En el Certamen Mayor de las Artes y las Letras de Venezuela se premiaron y editaron en 2007, los poemarios: Del diario de Beatriz de Miriam Rodríguez (82 pp.) y Palabra Memorable de José Daniel Suárez Hermoso (108 pp.).

Como vencedores en el codiciado Premio Nacional del Libro de Venezuela fueron proclamados:

Rafael Arias (Tinaco) por su labor como cachero, contador de cuentos, actor de teatro y promotor de las tradiciones llaneras quien recibe su galardon como  “Mejor libro viviente”.

Pasos Dactilares de José Gregorio Salcedo (libro de cuentos); “Mejor libro literario de Narrativa”.

Génesis de la tragedia y la comedia griega de Luis Enrique Frías; “Mejor libro literario de Ensayo”.

Jugando con la poesía de Aurimar Granadillo; “Mejor libro de Literatura Infantil y Juvenil”.

Igualmente, diversas realizaciones, en pro de la promoción de la lectura y la escritura desarrolladas en Cojedes, lograron alzarse con este galardón avalado por el Centro Nacional del Libro, ellos son:

Mejor Bibliotecario: Argelia Zamora, coordinadora de la Biblioteca Pública “Francisco Lazo Martí” de Tinaco.

Mejor Iniciativa del libro y la lectura: El proyecto “Jugando con la Poesía” (Tinaco) de la Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello- Capítulo Cojedes.

Mejor Editorial Universitaria: Fondo Editorial de la UNELLEZ San Carlos a través de las publicaciones periódicas Memoralia (Cultura) y Agrollanía (Ciencias).


III-Otras iniciativas y ediciones culturales

A lo largo del año 2007 se realizaron dos actividades trascendentes para la lectura y la escritura. En octubre, bajo el patrocinio de la Plataforma del Libro y la Lectura Cojedes, y bajo la organización de Aurymar Granadillo, se desarrolló la III Feria Internacional del Libro de Venezuela- Capítulo Cojedes, que tuvo como novedad la realización del I Festival Regional de la Oralidad, actividad que concentró la atención de numeroso público y experimentados cantautores.

En noviembre, la Unellez San Carlos, organizó la IV Jornada Regional de Lectura y Escritura, con conferencias y ponencias de diecisiete distintas instituciones de todo el país, presentando, entre otras contribuciones educativas y humanísticas, la VII Feria Regional del Libro Cojedeño.

Cierra esta sección, las noticias sobre otras ediciones en las que se divulga la investigación cultural e histórica de la sociedad cojedeña, caso en el que destacan las ediciones del Fondo Editorial Tiriguá, adscrito al Instituto de Cultura del Estado Cojedes (ICEC), y que a continuación se registran.

1- Del antropólogo e historiador Argenis Agüero: Luis Loreto Lima. La última lanza del Llano (150 pp.). Obra que registra datos biográficos y reinterpreta el contexto, las hazañas bélicas y el papel socio-político que le tocó jugar a uno de los célebres y mitificados personajes de todos los tiempos en el estado Cojedes.

2- Del escritor y editor Eduardo Mariño: Demetrio Silva. Hacer el Arte como la Vida. Exposición permanente (16 pp.) y Manos del sueño. Exposición Artesanal (20 pp.). Estos dos catálogos, son una muestra del poder expansivo de la literatura y la escritura en agradable combinación, con destrezas artesanales de un grupo de los más connotados nombres de la artesanía cojedeña.

La Alcaldía de San Carlos, se suma a este conjunto de logros editoriales con la edición de otra obra de Argenis Agüero: Monumentos Históricos de San Carlos (118 pp.). Reseñas fundacionales, importancia simbólica y caracteres arquitectónicos de once de las más reverenciadas construcciones de esta ciudad.


* Nota: Extracto del artículo LECTURA Y ESCRITURA. EL LIBRO COJEDEÑO (2007) Publicado en la revista Memoralia Nº 05 (2008), de la UNELLEZ-San  Carlos:  pp 147-154. Correspondiente a la sección "La otra pared / Pensamiento Regional", cuya autoría pertenece al Consejo Editorial de dicha publicación