Este relato perturbó la pacífica comunidad llanera.
Imagen en el archivo de Beto Mirabal.
una tenue visión apenas nos deja.
Una densa tristeza sin descanso
en la vieja soledad de las noches llaneras.
(Archivo de Amilcar Alejo)
Una densa tristeza sin descanso
en la vieja soledad de las noches llaneras.
(Archivo de Amilcar Alejo)
En este relato se integran dos ejes argumentales de la narrativa oral llanera: El Jinete sin Cabeza y El Ahorcado del Samán. El encuentro de ambos espectros, se tiñe de verosimilitud en la temática americana de la Guerra de Independencia y en las pasiones amorosas que reboza los límites de la misma muerte.
EL JINETE SIN CABEZA Y EL AHORCADO DEL SAMÁN
En la época de la Colonia, las leyes que existían siempre se basaban en la imposición del más fuerte. Era una época de cosas atroces. De poca o ninguna humanidad. Muertes, torturas y venganzas. Aquí comienza una historia de amor, dolor, traición y fatalidad. Tal es el caso que le sucedió a Francisco Contreras, coronel del Ejército patriótico, hombre fuerte, inteligente, luchador, pero quien tenía el gran defecto de ser un “Don Juan” sin control. Este bravo oficial, tuvo muchas aventuras, hasta que un día fijo sus ojos en una mujer casada: la esposa del jefe militar de San Carlos, el general Eduardo Zambrano, hombre de abolengo, muy poderoso y sobre todo vengativo.
Francisco se enamora de Teresa de Zambrano y comienza a cortejarla en una fiesta donde estaban todos celebrando una victoria ante los realistas. Teresa mujer bella, de esbelta figura y muchos encantos le comienza a corresponder a Francisco. Ellos se veían cerca de la iglesia Santo Domingo, siempre muy atentos para que nadie los viera. En esa época, de plena guerra contra la corona española, no existían amigos. Todos eran capaces de hacer cualquier cosa por tomar cualquier provecho.
El general Eduardo sale de viaje, llamados por sus superiores y deja sola a su esposa. Teresa cegada de amor por Francisco se atrevió a meterlo en su casa, varias personas del pueblo se dieron cuenta de lo que sucedía y todos comentaban lo que estaba pasando entre esos dos amantes.
Eduardo llegó antes de lo previsto. Entrando al pueblo una persona intrigante le comentó lo que sucedía entre su esposa y su compañero de tropas, Francisco. Éste como todo militar planea cómo encontrarlos y se mete a la casa silenciosamente para ver con sus propios ojos la infidelidad de su esposa. Tal como se lo habían contado, vio a su mujer y a su compañero en el lecho de amor, contuvo la ira y al día siguiente planeó la gran venganza.
Va a los refugios, busca a Francisco, lo invita que lo acompañe a estudiar un campo de batalla, éste acude sin sospechar que minutos más tarde lo esperaba la muerte más violenta que le puede ocurrir a un ser humano.
Llegan a unas tierras solitarias, Eduardo va detrás de Francisco, le da un palazo en la cabeza, cae al suelo y comienza a golpearlo fuertemente por todo el cuerpo, le corta la cabeza y le saca el corazón. Eduardo había perdido la cordura… busca al enterrador para que le ayude a sepultar el cuerpo de Francisco. Éstos para no ser descubiertos viven muchas aventuras para salvar sus vidas, pareciese que el cielo le estaba cobrando la muerte de Francisco. Eduardo, estaba enloquecido por el violento crimen. Se había llevado consigo la cabeza de Francisco para mostrársela a su esposa y así torturarla.
Estos dos, durante la huida de la escena del crimen, fueron perseguidos por unos jinetes extraños a quienes finalmente no logran identificar Caen, sin darse cuenta en un pantano, se pierden en la montaña a plena luz del día… un rayo les mató uno de los caballos y al otro lo mató una cascabel…Pero aún así el general Eduardo no soltó ni un momento la cabeza cortada de Francisco.
– ¡Compadre! ¿Qué pasa? Está pasando una cosa fea. Dijo el general Eduardo.
– ¿Cómo es posible? Si este camino lo conocemos- Responde el enterrador atemorizado.
Por suerte del destino se salvaron; ¡Al fin! logran llegar al pueblo, Eduardo va a su casa y le muestra la cabeza a su esposa. La escena era fría pero macabra por demás. Teresa, desesperada se clava un puñal quitándose la vida. Eduardo ya sin cordura, guarda la cabeza de Francisco en su cuarto, pasaban los días el general cada vez estaba más desquiciado y empieza a tener alucinaciones. El enterrador fue picado por una serpiente y murió entre los más horribles sufrimientos.
Las locuras de Eduardo se hicieron conocidas y hace que lo retiren del frente de batalla, donde tanto había destacado. Cada día sus alucinaciones eran más fuertes, sentía los latidos del corazón de Francisco, sus pasos, hasta que un día en una calle solitaria del pueblo se le aparece, de improvisto, un gigantesco caballo negro, que más bien parecía que anduviera flotando, por eso no lo pudo escuchar. Aquel inmenso potro estaba sometido firmemente por un jinete sin cabeza, que se le acerca, de manera lenta y segura. Eduardo huye y el jinete lo persigue. Eduardo desesperado, aterrado, sin cordura y, asechado por el fantasma, corre hasta el samán de la plaza, donde jugó muchas veces en su infancia.
Eduardo, esta vez, no se siente seguro bajo ese enorme cuerpo de madera. Nadie lo vendrá a ayudar porque hay toque de queda. La iglesia Catedral, tan cercana, se mira como perdida en la distancia. De nuevo siente la respiración del caballo que venía como en el aire. Ve que como cosa extraña que en una rama de aquel árbol había una larga soga. El miedo no lo deja pensar y haciendo varios bruscos movimientos de enlazar, se ahorca.
Dicen que ahora su alma, también anda penando, igual a la del Jinete sin Cabeza que vaga por las llanuras de San Carlos, acompañado del Ahorcado del Samán, cabalgando en un caballo que más bien parece que vuela.
Nota: La autora de este texto egresó de la UNELLEZ, en la mención Castellano y Literatura, Vicerrectorado de San Carlos, ciudad donde nació y reside. Su nombre es Fátima García, nacida el 3 de marzo de 1972.
Nota: La autora de este texto egresó de la UNELLEZ, en la mención Castellano y Literatura, Vicerrectorado de San Carlos, ciudad donde nació y reside. Su nombre es Fátima García, nacida el 3 de marzo de 1972.
7 comentarios:
Teresa estando casada con Eduardo tiene un romance con Francisco, estos son descubierto por Eduardo quien pierde la cordura, ocacionando un violento crimen y terminando además con su vida.
Esta historia cuenta que en la epoca colonial las leyes que existian siempre se basaban en la imposición del mas fuerte, cuenta que el General Eduardo Zambrano es traicionado por su mujer y Frasisco lo cual descubre su romance la cual termina cometienndo una locura terminado con ellos. Ramon Moreno. Deporte.
El texto EL JINETE SIN CABEZA Y EL AHORCADO DEL SAMÁN de Fátima García, arropa muy ingeniosamente dos leyendas de nuestra literatura oral. Fátima García logró una especie de híbrido, donde dos historias aparentemente irreconciliables se convierten en una, para merodear la ciudad de San Carlos, ciudad donde victimas y victimarios tienen el mismo macabro destino.
El texto EL JINETE SIN CABEZA Y EL AHORCADO DEL SAMÁN de Fátima García, arropa muy ingeniosamente dos leyendas de nuestra literatura oral. Fátima García logró una especie de híbrido, donde dos historias aparentemente irreconciliables se convierten en una, para merodear la ciudad de San Carlos, ciudad donde victimas y victimarios tienen el mismo macabro destino.
Esto sigue ocurriendo en la actualidad, personas que por celos matan a sus parejas e incluso a veces a sus hijos. Por amor se han cometido grandes locuras. Me ha gustado mucho, me ha recordado a una película. Un saludo!
Esta historia ocurre mucho en la actualidad de que muchas parejas llegan a matarse por celos y hay entra la destrucción tanto de su vida como de su hijos.por eso es mejor hablar y reflexionar para obtener una solución y vivir mejor en amor en respeto y sobre todo en confianza y en comunicación.Una familia con todas estas cualidades es lo mas hermoso que pueda ver en la vida.
MATAR POR CELOS EN ESTO EPOCA ES TAN COMUN COMO SI EL SER HUMANO NO HUBIERA EVOLUCIONADO
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