martes, 2 de febrero de 2010

EL ACTO DE EDUCAR (Texto de Gloria Trejo Cervantes)

En el acto de educar el afecto y la creatividad  tiene gran  importancia
(archivo de Carlos Eduardo Parra)

EL ACTO DE EDUCAR

Toda educación se mueve en el binomio información-formación. La información nos proporciona los conocimientos necesarios para manejarnos en la sociedad y conseguir una capacitación profesional que permita el desarrollo personal en el trabajo. También se refiere a la adquisición de habilidades y procedimientos de actuación, que permiten perfeccionar ciertas facultades humanas. Por eso hablamos de educación emocional, sexual, cívica, de Valores y de dominio de la voluntad. Para un estudiante es importante la adquisición de técnicas de estudio, de procedimientos para desarrollar la memoria y dominar las técnicas de lectura rápida manteniendo la comprensión.
Pero la información sola no basta, el educando no es un archivero donde se van a depositar todos los documentos posibles, hace falta que se de una orientación Esto es lo que llamamos formación.
Toda educación es importante la figura del educador (padre y profesor) y la tarea de autoformación del propio educando. El poder del educador depende menos de su palabra que de su ejemplo. El alumno necesita un modelo de identidad, una persona a quien admirar y de quien aprender.

Las personas que somos padres; somos educadores, queramos o no, nuestros actos, nuestra vida, nuestras costumbres y manías educan y forman a nuestros hijos, de manera radical y para siempre, les enseñamos cómo “llevar” la vida, cómo reaccionar ante tal o cuál circunstancia; cómo vivir.
Cuando llegan a la escuela, reciben un cúmulo de información de la cual, la mayor parte es obsoleta, perecedera, temporal y cambiante como el mundo que viven, la manera tradicional es: “guarda silencio” mientras el maestro habla, recibir instrucciones, hacer todo lo que se les indica sin saber por qué o para qué lo hace y además cómo dice la canción, crecen con él; “eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca”. Por eso es tan importante que cuando se tome el compromiso formal de “educar” se tome como lo que es: Una actividad noble donde el que asume el rol de educador, una vez iniciada su labor, una vez “entregado” el mensaje es irreversible, por eso se debe pensar dos veces antes de iniciarnos en esto, antes de ponernos frente a un grupo de personas, a tratar de erigirnos en el guía, “el formador” de esos seres humanos, quienes generalmente, son mas jóvenes, mas vulnerables, mas susceptibles de “caer” en nuestras ideas, en nuestras creencias, en nuestra “forma de ser”, y una vez que ya se está en el camino, las consecuencias son para toda la vida, a las palabras no se las lleva el viento, eso no es verdad, las palabras se quedan grabadas en la mente y en el corazón de quien las escucha y de quien las recibe.
Quien educa, se olvida, muchas veces, que aunque más jóvenes e inexpertos los educandos son entes pensantes, por lo tanto creadores, capaces, que no tienen por que hacer a “pie juntillas” lo que se les dice ó lo que se hace, siempre claro sin perder el objetivo de seguir un programa o un esquema establecido, el cual por supuesto debe ser flexible. Los alumnos son un campo fértil donde todo se puede “sembrar” y donde se cosecha mucho más de lo imaginado, de lo esperado, ¿Por qué? Por que los alumnos son seres humanos en proceso de crecimiento, de desarrollo, se están “creando” cada día, son impredecibles, van escribiendo su historia a diario, inventando sus propias teorías de cada situación que van viviendo, tienen un bagaje increíble, una carga genética, un carácter y una personalidad que ningún educador del mundo va a cambiar, sólo va a guiar, a orientar, y debe ayudar a usar sus habilidades y talentos que el educando ya trae consigo.
Pero cuidado de querer hacer “clones” de nuestra personalidad, inconcientemente el educador, quiere “ser”, proyectarse, trascender y que mejor qué en sus alumnos (ó en sus hijos).
Una razón más para estar alertas, de no caer en la tentación de querer prolongarnos en ellos, por el contrario, ayudarlos a “sacar” su propia personalidad, “La autenticidad de un educador, se refleja en la autenticidad de sus educandos” (Freire).
El acto de educar, parece simple, pero es de vital importancia en la Sociedad, no estamos en una fábrica, donde se elaboran productos en serie, estamos trabajando con seres vivos, complejos, especiales, únicos, diferentes, impredecibles, auténticos, difíciles y en constante evolución, nuestras herramientas de trabajo son las ideas los pensamientos, la creatividad, los sentimientos, los sueños, las ilusiones, y empeñamos nuestra alma, el corazón y el cuerpo en nuestra labor.
Cuando “tocamos” la vida de un niño, estamos “tocando” a un futuro ciudadano, a un futuro profesionista, a un futuro padre de familia, no solo afectamos para mal o para bien su vida, afectamos a toda su generación.
En el acto de educar implicamos (deberíamos) nuestra conciencia, nuestro aporte a la Humanidad, estamos creando, inventando, estamos haciendo la Historia.


P.D. EN EL ACTO DE EDUCAR, ESTAMOS TODOS, TODO SER HUMANO QUE CON SUS ACTOS REFLEJA SU SER Y QUE DE UNA MANERA CONSCIENTE O INCONSCIENTE ENSEÑA A LOS DEMAS: EDUCA.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Esto esta perfecto porque considero que hoy en día hay muchas personas que escojen en esta profesión lo hacen porque lo ven sencillo y no de dan cuenta que por esas manos se esta formando el futuro de seres humano para una vida mejor . Sandra Caballero. Las Vegas - Cojedes.

oswaldo dijo...

Educar es un valor que se ha perdido,hay que sembrar la semilla de la etica en los alumnos,para crear conciencia educadora para un mejor futuro.

oswaldo Delgado.

Unknown dijo...

Esta lectura me motiva ya que voy hacer un futuro docente y en la misma marca las pautas de como debe ser un educador tanto en una institución como en una sociedad.
para ser un buen educador solo tiene que tener vocación y amor a lo que se esta haciendo.

Unknown dijo...

Muy bien lo que se publico en este blog, me pareció importante por que en el comenta como debe ser un educador dentro y fuera del aula de clase, de como tiene que ser una educación familiar ya que cada educador crea, inventa y hace historia.
yarlin correa macapo

Unknown dijo...

Esta lectura me motiva ya que voy hacer un futuro docente y en la misma marca las pautas de como debe ser un educador tanto en una institución como en la sociedad.
Para ser un buen educador solo tiene que tener vocación y amor a lo que se esta haciendo.
Jose Hera Macapo

Sandra Bar dijo...

El profesor es como una vela que ilumina a los demás, mientras se consume a sí mismo. Deberiamos apreciar más a estas personas que dedican su vida para hacernos grandes. Es una gran responsabilidad que la tenemos que asumir todos en algun momento de la vida.
Un placer leerles! Saludos.

Unknown dijo...

Excelente artículo... Estoy de acuerdo en todo lo que aquí se expresa. Saludos

Unknown dijo...

Esta lectura me gusto muchicimo poorque en realidad me enseña mas como futura educadora si Dios quiere de verdad que bella lectura. El educador debe ser un buen ejemplo y cumplir el rol como educador y terner vocación y responsabilidad en el trabajo que ejerce. (COJEDE SAN CARLOS) "UNELLEZ" SALUDOS.

Anónimo dijo...

Me gustan mucho estos artículos sobre educación que publica, no hay nada más importante en el mundo. Estoy totalmente de acuerdo en todo, es una pena el desánimo que hay, por lo menos en España por parte de los educadores, normal por otra parte debido a la situación del país. Saludos!!