miércoles, 7 de marzo de 2012

LA LEYENDA DE LA MULA MANIÁ DE LA MATA CARMELERA

Las leyendas llaneras gozan de gran aceptación por incluir cantos y bailes y, 
cualquier mula blanca así, la monte una mujer llena de sospechas a la gente- 
(archivo de Alba Meche) 





Ninguna historia comienza sin que antes tenga otras que le antecedan, pero lo que le pasó a Nicolasino el mismo lo originó. Andaba yo por Cojeditos, tierra plana de Cojedes, cuando lo miré avisorao, nos saludamos como siempre, pero no me aceptó el chimó, cosa rara, pero ni modo. Le pregunté, en chanza, notando una maletica que llevaba en mano, qué si era que el cura lo había echao de la iglesia donde era monaguillo, “Voy pá Mata Carmelera”, clarito me respondió. Yo me puse cabezón, porque allí sale un espanto que no pela en los meses de verano, Nicolasino como leyendo mis pensares me soltó esta cantaleta:
                                  
Dos veces ya me ha patiao

esa mula tan condená.

Le juro que voy restiao

tengo esa espina clavá.

A lo que el sin esperar mi contesta, se persigna y me lanza otra copla que mucho me atemorizó:


Yo ahora soy hombre santo

y por el cielo mandao.

Ahora no temo a espantos

ni a seres endemoniaos.

Guárdese todo quebranto,

compadrito del Cacao,

esa mula está penando

por tós los que ha matao.


Pensativo igual salí para mi troja, sin sacarme, siquiera, un rato de la cabeza la leyenda de aquella mula blanca que desbarataba a los hombres para sacudirse la maldición echada por su propio amo, el presidente Joaquín Crespo, cuando Luis Loreto Lima, lo hiriera de muerte en la Mata Camelera. Dicen que un faculto conjuró a la bestia al quererse Crespo escapar. Y así maniá por un brujo y maldita por el moribundo, quedó vagando por siempre. Buscando ya las maneras de dormirme, llegó a mi mente el recuerdo de unos versos que recitaba mi viejo:


Qué tendrá la oscurana

que arrastra a todo llanero;

bien sea hoy o sea mañana

él persigue los misterios.

La noche que se engalana

con los rápidos del trueno,

al llanero cómo llama

espantos en los esteros.


Meciéndome en mi hamaquita caí como por gracia divina en un sueño muy profundo; me veía yo arriba de una nube, desnudo,  pero contento, una santa, muy hermosa, se venía acercando de a poquito hacia donde yo la esperaba, musiúa la muy catira, con los ojos como de miel y los cabellos en una brillante cascada; al momento en que la santa me tiende los brazos para darme la bienvenida y yo también los estiro mi esposa me toca en el hombro y me dice; “Levántate Anselmo, que hoy no te espera aguinaldo”. ¿ Qué me quiso decir? Más tarde lo averiguaría, igual agarro yo mi camaza y llego hasta el ojo de agua a levantarme la murrunga, en eso siento una voz familiar que me canta desde el monte:


Llegándose a Apartaderos

verdadera es La Sayona,

el Viejo Matón Hachero

te espera con La Llorona.

En la finca de La Leona

aturden las maldiciones,

porque la mula campeona

asesina a los peones.


Volteo y no veo a nadie, ni pajaritos siquiera, busco la ropa y no la encuentro, veo hacia el ojo de agua y se empieza a poner turbio, el cielo de golpe se enfría y cuando ya me estoy hincando para invocar a las ánimas llega otra de nuevo mi mujer, pero esta vez para salvarme, “Anselmo apúrese que lo tá esperando el Gobierno”. El jefe de la comisión me dice; “Apersónese en la Medicatura, para que nos confirme la historia de un moribundo que conseguimos anoche mismo, ese quedó como si le hubiese pasado una montaña de  piedras por encima”. En el camino, el segundo del pelotón comienza a cantar con chanza:

No valieron hoy los rezos

menos la envalentoná;

a Nicolasino por eso

lo tienen que sepultá.

Doble cascos la emboscá

primero sobre los sesos

pá callar la novedad,

otros duros en los huesos

no se fuera a levantá,

el último como un beso

más debajo de la quijá.

Lo vienen a traer por eso

en parihuela montá,

estirao como un tiesto

y la Mula enrisotá.


En esos nos quedamos de una sola pieza, era el propio Nicolasino que andaba, eso sin caminar, flotando el muy ladino como plumas en el aire; Ave María. El comisario pregunta “qué asunto traes, ño muerto”, a lo que en la brisa responde:


Encontré la primavera

la propia felicidad.

Lo que buscaba yo era

monta a la Mula Maniá.

Yo dejé la rezadera,

ya pacté con Satanás,

en La Mata Carmelera

Hoy se le escucha mandá.


Y así como lo escucha; la Mula de la Mata Carmelera, consiguió un nuevo dueño. Él mismo la guía por las noches de verano y cuando alguien, se le envalentona a la bestia, es Nicolasino quien la conduce para que ella no se equivoque y nadie se le vaya liso.


Informante: Isaías Medina López (compilador), nativo de San Carlos. Edad 46 años. Fecha de la muestra 27 de junio de 2004.


Este relato fue publicado en:  El Llano en voces. Antología de la narrativa fantasmal cojedeña y de otras soledades, editado por la Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Occidentales "Ezequiel Zamora" (San Carlos, 2007), bajo la compilación de Isaías Medina López y Duglas Moreno.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece interesante esta historia. Trata de un hombre llamado nicolasino, que aun contándole u advirtiéndole sobre la leyenda que había sucedido en el lugar a donde se dirigía "Mata Carmelera", fue y terminó fallecido por la terquedad de ir a "mata carmelera". Pero lo que más me gusto fue las rimas de las coplas que hicieron. Nataly de san carlos estado cojedes.

Unknown dijo...

Esta versión de la Mula Maniá de la Mata Carmelera se sale de tradicional y se mete más a lo humano que padece el personaje principal que es ese tal Nicolaaino; gente, pues de el Lllano que enloquece

Clarisa T. dijo...

Un excelente texto, que tiene esa gracia de las leyendas lugareñas, y enlazada con esas rimas copleras...., muy, muy rico lenguaje. Me encnatan vuestros aportes, puebla un verbo dulce, historias para no olvidar... Agradezco este compartir, sin duda, aprendemos.... Saludos, linda tarde de este martes!

Unknown dijo...

Esta historia de la Mula Manía de la Mata Carmelera, es interesante,ya que el personaje principal; un hombre del llano, llamado Nicolasino,aún conociendo la leyenda de la Mata Carmelera se dirigió al lugar, hombre terco se fue y termino muerto. dicen que la mula de Mata Carmelera ahora tiene nuevo dueño.

Unknown dijo...

El llano tiene su propio lenguaje coloquial y en sus coplas prevalece el estílo que se aguardan en diversas capacidades de adentrarse con sus entornos llenos de paisajes y numerosos mestizajes y leyendas como ésta nacen, viven en nuestro llano dando a conocer hasta el más allá de toda frontera y conviertiéndose en un eco que se repitirá por lo largo de las historias. La leyenda de la mula maniá de la mata Carmelera hace énfasis en la historias de espantos y aparecidos dibujando a los llaneros con su caracterización típica la "terquedad" hasta llevarlo si puede nombrarse una reflexión, o moraleja a su vez que sus cuentos, leyendas que se trate en el llano habrá que respetarlo porque de ser terco puede ser fatal.

Carlos Nuñez dijo...

A mi ma ha parececido una leyenda muy salá.. con moraleja..

El Balcón de Ricardo dijo...

Estupenda narración contada con un lenguaje un poco "extraño" al principio para un español del Norte que hace que tenga que releer las frases... pero que al final se le coge el tino y hasta se hace simpático.
Traffic-Club
RjL-Cine de Balcón
(http://rjlcine.blogspot.com.es)
CRóNICAS desde mi BALCóN
(http://ricktotale.blogspot.com.es)
Saludos,
RjLebrancón

amar la poesia es amar la vida dijo...

Excelente narrativa. Nos lleva con sus coplas al llano! Gracias por compartir estas historias. Un abrazo.