lunes, 4 de enero de 2010

Antología poética de Colombia y Venezuela (Compilación de Isaías Medina López)

El cuerpo es el poema (archivo de Anita Mendoza)


No hay fronteras para la poesía (archivo de Miguel Márquez)


Esta compilación refleja nuestra idea sobre la poesía: Una frontera móvil y caprichosa que se desplaza, de manera constante e inasible, entre pasiones y palabras. A veces, la cercanía profunda del sentir nos dificulta hallar la forma deseada para expresarnos, o por el contrario, la proximidad de las voces oculta nuestro verdadero estremecimiento, lo cual deja al poeta como un viajero errante que sólo puede apelar al poder intuitivo de su creatividad y al hombro de otro poeta, otro compañero del camino, desconcertado habitante entre versos y golpes del corazón, que con su amistad nos hace, más llevadera la distancia".
Isaías Medina López,  


POEMA de German Suescun  (Colombia, 1950-2005)

Una mujer sentada en la barra
de una taberna
me trae el aire
de una bohemia
que recuerdo entre nubarrones
de humo en el cerebro
Una mujer que lleva una copa
en la mano
Una copa alargada
de cristal de roca
(y tiene
un sueño en la mano
también
mi sueño)
y esas luces…
Esas luces indirectas del bar
que saltan en los ojos
Ella tendrá sus sueños también
sus sueños viejos y pálidos
(siempre los sueños son viejos)
y uno mirando
cargando sus frustraciones
en silencio
Lleva una rosa
en medio del pecho
que se muere
sin que nadie lo advierta
(a nadie hoy
le interesan las rosas)
y uno mira de nuevo
Y sueña de nuevo sus sueños
pálidos
como la mujer de la copa en la mano
y la rosa en medio del pecho.
********
Los fantasmas merodean
viejas casas
buscando el orificio
de regreso a no sé dónde
y un atracador
de bario pobre
mancha con sangre
el impudor irreverente
de la acera

TÍMIDO INTENTO  (Beninno Ontiveros, Venezuela, 1921-2005)

...El amor es belleza, locura, sensatez,
parquedad, templanza y plenitud.
El amor es la razón del SER
y la esencia de la vida.
El amor es sabiduría y comprensión
plena de lo bello.
La vida siempre vale la pena vivirla,
vivirla intensamente en el amor.
Vida sin amor, negación de la vida misma.
Y, por tu amor,
va este tímido intento
en este diario inconcluso.

CIUDAD DE AMANTES  (Ciro Afonso Pérez,  Colombia)

La tarde se acomoda
a lado y lado de la calle,
la lluvia toma forma,
ahora, es un río de arena
se desliza hacia un lugar desconocido.

Estoy a la espera de tu cuerpo

para verte atravesar la bruma
apresuradamente.

Vendrás a la cita acostumbrada

a reposar el deseo
en la habitación
donde hacemos el amor.

Somos amantes

hechos de silencio
discretos como la soledad
que nos deja sobrevivir
en medio de la ciudad inhóspita.

MONÓLOGO DE LIN YU TIN  (Luis José Oropeza, Venezuela)

Con esta mirada de pájaro
descanso sobre la hierba blanda
mi mano entumecida

La otra la perdí en una guerra

donde hacíamos el amor entre los tanques
donde los hombres se evaporaban por etapas
y los niños se quedaban mirando
cómo descendían las bombas.

Lo grave aún no ha comenzado,

Pienso quedarme seriamente
Sin aturdir a nadie.

Así soy:

adscrito a la demencia
escribiendo esta canción de loco
y este estremecimiento de mano
sin cuerpo para ceñirte.

Me desentiendo a veces de mi sangre

la cambio por ceniza,
por lo que sea,
por un canto de pájaro

sin más

sin menos.

EL CORAZÓN DEL VIENTO ( Carlos Rodolfo Carrillo Ramírez, Colombia)

Trota
la aurora
en el silbo
delirante
de música
callada
con su potro
de agonía,
en el crepúsculo
retorno
su mirar
lejano
donde
el indescifrable
corazón
del viento,
palpita
sobre
nuestra paz
de enamorados.

ÍNDIGO -fragmentos- (Homero Vivas García, Venezuela)



De nobles aguas
especies y cristales
Con alquimias soterradas
está hecho
El Hacedor

De flama
teñirá las albas
las fronteras
las comarcas
aún extrañas.

Índigo lo unge
y osará
cubrir
el horizonte

Airada casa
ésta

Envuelven
las brumas

¿Sabes
hacia dónde
emigrarán
las fugaces volutas?

Reclina
agotado amor
tu cascada de seda

La batalla
hará
la fortaleza

Quiero
alcanzado panal
apurar
la gota
del aliento

Esconder
los dedos fugitivos
los susurros
y este navío
bogando en la marisma

FRANCISCO QUEVEDO  (William Ospina, Colombia, 1954)

Dulce en su hablar como en su obrar violento,
cambiando en luz la fuga recia y vana,
tornó al latín la lengua castellana
en los clamores del Renacimiento.

Dio su vida a su voz, su voz al viento,

y lento irá el rumor sobre la mañana,
con las certezas de la raza humana,
aliando la pasión al pensamiento.

¿Dónde Carlos Germano, Rey del mundo?

¿Dónde estarán Don Felipe II
y su invencible armada y su aventura?

Ceniza tanto imperio y tanta hazaña,

y aquella altiva, ensangrentada España,
sólo en el bronce de los versos dura.

LÍMITES (Pablo Mora, Venezuela, 1942)

El viento envuelve la noche entre su mano
y arroja tempestades
Se precipita saltando entre los montes
y arrincona nuestras sombras
En su clarín desteje cortinajes
de notas procelosas
Vive halando un mujer de verde cabellera
que hechiza nuestras sienes
El cielo vuelto nube
semeja un cerro más entre la noche
La lluvia cabalgando sobre el viento
apacienta ella sola nuestros sueños

El viento levanta en la noche sombras rencorosas

que se deslizan en la penumbra
de los callejones y barriadas
El viento irrumpe en sórdidos ruidos
y cada uno se apresta a vigilar el sueño
porque viene la lluvia en su caballo
y se anuncia el compás de su galope
El viento de los ríos empuja el corazón
La noche precipita borrascas indecibles
Sobre cenizas agrias el corazón se agita

Mientras el viento corre galopa y se desborda

suspirados por la noche
solamente soñamos lejanías.

SOLO (Over Adelso Mendoza Sanguino, Colombia, 1964)

Extasiado,
en un lugar donde
cabe sólo un pensamiento.
El sentimiento me invade.
Un Cúmulo de recuerdos
pululan sin esperar reflexión.
Simulan tristezas y desengaños.
Facetas de la vida.
Remembranza de los hechos
un alma herida.
Otros, con más claridad,
llegan aliviando mi ser.
Alegrías y satisfacciones.
Vuelve el hombre a nacer.
En ese momento,
en que se cree estar
Solo,
aparece eterna la compañía
de lo que se refleja en nuestros ojos.

VI (Roger Herrera Rivas, Venezuela, 1962)

Y canta…

Somos bosques

Huellas de la encina

Temores olvidados y mustios

Penas de lo sido.

Abandonados a la

Suerte, vivimos

Aspiramos la

Mano del encuentro
Al amigo

¿Quién vendrá?


Ventanas abiertas

Como los papiros

Déjame besar tus senos

En los bosques que anochecen
Aves distantes del desvelo.

MOMENTOS (Pedro Cuadro Herrera, Colombia, 1963)

Es la luna en tus ojos
nacida del vientre de mis sueños
estrella vitral con música
y resplandores violetas,
el reflejo de tu amor
el aroma de mi amor.

Qué magnolia perpetúa

tus dedos aprisionados
con los míos…

Y la gente?


La gente..!

huracán de embestida acariciante
te mira…
Nos mira desnudos
vestidos con pétalos,
no más,
como sombras, no más.

CREDO (Livio Delgado Godoy, Venezuela, 1951)

CREO
en el Cerro Gobernador
Dios supremo de la montaña
conocedor del pasado y el porvenir
versado en artes de encantamiento
Creo
en las montañas de Orlando
en el Río Azul
con su pasión y su furia
Creo
en las lagunas
bañando mil amores
Creo
en Santa Rosa
igualita a la mujer caldereña
ojos color café
olor a crisantemo
y traje de eterna primavera
Creo
en los arrieros de sueños
como mi padre
baquiano del silencio y de la niebla
Creo
en Isabel maestra de siempre
pequeña alondra
dormida en el abecedario que tanto cantó
Creo
en tus jinetes
que agitan metales y piedras
maestros de música nunca imaginada
Creo
en el maestro Avelino
alquimista de sabiduría
Creo
en las pulperías
viejos santuarios
magnificencia arquitectónica
de amores y caña
Creo
en el Coronel Eufrasio
y sus batallas de agua
con las mujeres más hermosas
prisioneras en barriles flotantes
Creo
en las fiestas de las Vírgenes
primorosamente acicaladas
flores silvestres
con olor a música azul
Creo
en tu niebla en tu lluvia
en tu silencio
hacedores de hombres
y cuanto existe en esta tierra
sembrada de mujeres
que tonifican la sangre
como luna color de miel

DESEO EN EL OJO (Nelson Romero Guzmán, Colombia, 1962)

El mar en el ojo, y Dios navegando.
Yo pudiera esta noche irme con él muy lejos,
Visitar a esa muchacha que me escribe en la brisa
Desde una península
Contándome que la tierra es allá
Y no donde habitan la paloma y la serpiente.
Yo pudiera sacarle más ripio a los días
Para hacer mi cama al lado de ella
Y como quien prepara otra vida en el sueño
Partir sin dar aviso.
Ah, yo pudiera esta noche
Ser el ojo de Dios,
Viajar a ese azul, mar adentro.

Poemas de ULRIKE SÁNCHEZ (Venezuela, 1972)


Me seduces

cuando te ocultas
en la llama de una vela

¿Cuál es el misterio

del cuerpo
que en sueño es mío?

Toco mis piernas

y cabalgo en un potro de agua.
Llevo la presencia del otro.

Amanece.

A pesar de la distancia
no pierdo este reflejo.
Sigo sin comprender.
Soy errante.

Tu silencio me esconde.


ECUACIÓN SECRETA (Nana Rodríguez Romero, Colombia)

¿Qué se sentirá caminar sobre las aguas?
¿Acaso es la sustancia de los sueños
la que sostiene esa levedad?
¿Cuál es la ecuación secreta
que rige el destino de los hombres?

Desde ayer una sombra

ha traspasado
las paredes de la casa.
Imágenes recortadas
tiemblan entre charcos
espejos esparcidos por el piso
las mujeres siembran
rosas en la arena
ocultan el llanto
por lo que aún no ha sucedido.

El tiempo habla de años que pasaron

y aún no sabemos si fuimos
actores de una película gastada
cuyo guión fue escrito
por un amanuense que no duerme.
Una mano invisible
ha signado con letra indeleble
uno a uno los instantes.
Todo estaba predestinado:
el país, la estatura
los miedos, las virtudes
los amores contados
las preguntas.

El agua que gotea en la clepsidra

mide el juego
en el patio de la infancia
la esfera de cristal contiene
el mundo
no sabe el niño que mañana
el juego será otro.

POEMA (Maura Schwzenberg, Venezuela)


La tarde cae,

tu roce
me hace rizar
cadenciosa

Trepo tu esencia

y me convierto
en algodón.

Tu manso beso

y mi agitación
reman juntos
hasta
el cañaveral

INEXPLICABLE (Isaac Jaimes Espinosa, Colombia)

Hoy el amor me premia
Me da un trofeo y un ángel
Eres tú Blanca
No era un juego
Sé que gané.

POEMAS de Rosa Alchaer Alchaer (Venezuela)

                            I
Madera rota, madera envejecida,
madera roída por el tiempo
abrázala junto a su febril tallo
que las salinas endurecen y se resquebrajan

                             III

Sausan, toma tus manos que permanecen tendidas
junto al ancla tocante del inerte espacio de un naufragio.
Levanta su rostro y lava su cara.
Abriga sus tristezas con tu dulce sonrisa.
Has de tu delicado acento, trino restaurador.
Así persistirá en librarse su adolorida alma
de las profundas aguas del extravío.

VAN GOGH (Saúl Humberto Gómez Mantilla, Colombia, 1978)

Toma el lienzo
¡destrúyelo!
nadie osará
utilizarlo nuevamente.
Erige soledades
para morir con tu obra
recibiendo el nuevo día
con armas en las manos.

Aferrado a tu locura

danza lúgubre ante
la funesta muerte
de tus dioses.

Eras tan sólo un hombre

que buscaba afanosamente
no morir en vida.

EXTRAÑOS VOCABLOS (Carmen Rosa Orozco, Venezuela, 1975)

Extraños vocablos
me confunden
y el vaivén de mis actos
devuelve lo absurdo

El sonido es tan leve

Alguien dicta lo sórdido

Corro

despavorida, loca, afortunada

Necesito relojes Imploro una hora


Las piedras, los ruidos

poseen segundos

Un acto continúo

la hoguera

Mis cenizas se convierten en fuego


De TRÍPTICO DE LA CARICIA (Jorge Cuellar Rojas, Colombia)

                            1.
Vestido de fantasía el deseo construye su territorio
de fuegos artificiales y laberintos de paraíso,
ocultamente de claridades a ojos de hombre,
y en la espesura de la conciencia recóndita
vislumbra el jardín de placer florecido
oloroso a fragancia de conquista y entrega.

                            2.

Fascinación de magia irradia el donjuán de los encantos
en la travesía a la posesión del otro yo instintivo:
la seducción, supremo acto de abolengos remotos,
encierra en su universo de galantes virtudes
figuras del goce del apetito amoroso extasiado,
señales de triunfo del corazón conquistado,
silencios de sumisión de devota esclavitud.

                              3.

Dueña plena del tibio instinto la caricia enigmática,
destellos de frenesí acompañan la florescencia intima,
mojada de rocíos y efluvios selváticos de trópico,
y cual arte de pintor de acuarelas y celajes
resucita la vida en las manos de seda y terciopelo.

POEMA (Iris Villamizar, Venezuela, 1964)

Ella escribe un poema
Cuando sus labios los sellan
Con hilos de sangre
Ella escribe un poema
Cuando desea un abrazo
Y se encuentra
En una isla de sabanas
Ella escribe un poema
Cuando después de danzar
Sobre su cuerpo
Escucha un susurro
Que contesta una llamada
A medianoche
Ella escribe un poema
Aunque él no cubra
Su rostro para cortar
Con el filo
De la indiferencia
Su respiración.

TINTASANGRE (Rodolfo Ramírez Soto, Colombia, 1973)


“Hombre, árbol de imágenes”
O. P.
He matado a un hombre.
Un signo
que mancha con su tintasangre
mis sentidos.

Noé, probablemente

no me tendrá en cuenta
para su próxima arca.

CONVENIO (Doris Rojas, Venezuela, 1972)

Mañana
cuando no cubras mis amaneceres
con tus manos tempranas al sol
prometo
no detener el paso
ni recordar la luna triste

Sabrás entonces

de palabras muchas
que no niegan el momento
ni tus huellas en mi piel

Te acompañaré cada noche

en luna de lobos solitarios
y arrancaré las miradas
que enluten tus recuerdos.

DUALIDAD (José Antonio Tolosa Cáceres, Colombia)

Yo soy a un mismo tiempo Quijote y Sanchopanza,
poeta y comerciante, místico y criminal.
En mí se han conjugado la duda y la esperanza,
y en mi alma, cuerpo a cuerpo, luchan el bien y el mal.

Mi mente está poblada de oscuros pensamientos,

de negras perspectivas y malicia procaz,
y sin embargo, es lábaro de nobles sentimientos,
mi corazón de niño, jovial y contumaz.

Hay veces en que lloro si su mano un mendigo,

con ademán humilde, llamándome su amigo,
solícito me tiende para implorarme un pan.

Y otras en que, soberbio, lo befo y lo desprecio,

mis bienes terrenales taso en muy alto precio,
y nada me conmueve para colmar su afán.

BOTÓN DE HONOR (Antonio Mora, Venezuela, 1947)

Poeta laureado del Reyno
me dijeron
y colgaron a mi pecho una medalla.
Anduve por ahí más solitario
que antes
excluido de aceras y bares
y de la escuela
donde los niños
me llamaban
“el poeta de las groserías”
Una tarde
retorcido de tanta gloria
y harto de tragarme mis propios
espumarajos
eché la medalla al río
Los pájaros volvieron a cantar.

JUGLARÍAS (Fernando Lleras de La Fuente, Colombia, 1947)

                   I
Si pongo en una balanza
las dos partes de mi vida
pesa poco Sancho Panza
pesan mucho las heridas
                 II
¿Por qué la melancolía
me busca con tanto afán?
¿Se prendó de mí un día?
¿Tiene fiebre tropical?
Las penas vienen y van,
lo mismo las alegrías,
pero la melancolía
¿qué busca con tanto afán?

NO IMPORTA QUIEN LLAME (Arnulfo Quintero López, Venezuela 1949)

Si alguien pregunta
sin importar quien llame
sacrifica mi amor
tómate un trago
y olvida la piedra
del pecado

Mañana cualquiera

beberá el vino
y en las ventanas
todo será un murmullo
de vieja historia
mientras la mariposa
asalta la penumbra
sin
telarañas
que hagan fiesta

Si alguien pregunta

que suene la rockola
como siempre.

DIVINA LUZ (Serafín Bautista Villamizar, Colombia)

Coqueteas el alba
en trinar pájaros
y el velo transparente comunica
al color del dorado;
eres visión
en el quehacer cotidiano,
en risas y penurias
de lluvia y de besos.

Te debo mis ojos

de sol y de presente.

Dueña de la aurora, portadora

de ansiedades,
envidio tu energía inmortal
del tiempo.

Divina luz, no dejes

que una noche me vaya sin tu vida.

SEÑALES (Alberto José Pérez, Venezuela, 1951)

Amo los viajes nocturnos
los momentos reaproximación a las ciudades
el gran fuego de la carne cuando el beso
la fuente del fondo de mi risa
las nubes que sueñas
Barinía
en la alta montaña
mientras los ríos llevan hasta nunca
el sabor de la tierra.

Amo y repito a cada instante

el lenguaje de los músicos anónimos
cuando reaparecen los días
que me recuerdan enamorado

Amo los tiempos de mi vida apureña

las idas y venidas de las aves acuáticas
mi retrato de sorprendido transeúnte
mirándome tan fuerte

Pero todas las distancias terminan en mi corazón

como toda ola vuelve a ser el comienzo del mar.

PÁJARO DE FUEGO (Tirso Vélez, Colombia)

Nos dejó el cielo
sin su vuelo libre
Pájaro de fuego
nos dejó el canto
triste y ronco
de su garganta herida
nos dejó el paso
que se inventó la huella
y el camino
nos dejó el nido
Pájaro de fuego
donde aún tirita
nuestro pichón de sueño
nos dejó el silencio
se llevó las palabras
con su aire sutil
su desbocado acento
y nuestros versos
mudos
emiten balbuceos
sin el azul aletear
de un pájaro de fuego.

MEDITERRÁNEO (Alexander Moncada Colmenares, Venezuela, 1962)

Tengo un destierro en mis playas y por ellas dejo huellas
Al lado erguido de mi costado
Me conformo con la espuma que viene del sur
Y si tu coral no vuelve a mis costas
Yo desnudo el amor
Que el tiempo
Descubre
Mediterráneo
Hoy no ubico tu puerto
Los galeones del más allá se me hacen neblina
Y los caminos que juegan con el néctar de tu palabra
Hoy no los escucho
Pues la magia que la razón pone a proa
El astillero de la esperanza
los deja anclados sin mar.

VISITANTES (Gustavo Villamizar Suárez, Colombia)

Un viejo animal ronronea
noches de pino y eucalipto
a lo lejos un tres transporta sus fantasmas.

La sirena

señala
viejos silencios
y la eternidad es un viajero mutilado
en salas de tercera.

De improviso

la magia de las sombras
recuerda sus presagios,
el viento cincela la memoria
vigilan extraños visitantes.

CADA DÍA ES MÁS LARGA SU ESPERA ( Avilmar Franco,Venezuela, 1951)

Mi amado niño
de luces oscuras y de aguas claras
mi hijo ausente en todas partes.
El hijo que falta en la palabra, en la mirada
mi hijo muchas veces recuerdo
en la esperanza.
Mi hijo como siempre en la silla vacía
allí está,
en la ventana que falta y mira la niebla.
El hijo amado, transparente en la distancia
y en las lágrimas:
el hijo que tengo es carne de mi alma en el papel
del hijo que no sé nada, ni cómo se llama o se nombra,
y que es viento en la sombra y el agua.
Mi hijo de lejos, crece en el sueño para siempre.
Y cada día es más larga su espera, a diferentes horas.

HERIDA (Manuel Urbina Santafé, Colombia)

Vida herida abierta
zumbido y torpe aleteo
¿Cuándo cesará
esa espantosa posibilidad de sentir?
Herida abierta
su color atrae a los pájaros
Flor que palpita
existencia
¿será su muerte?
el ademán de cerrarse?
¿cuándo cesará
esa posibilidad?

CEREMONIA DE MÁSCARAS (Javier Alexander Roa,Venezuela, 1968)

En las sombras llevamos el peso
de los ritos
y nos los hemos repartido a pedazos

Es vegetal esta voz infante de lluvia

como la del hombre

Pronto habremos olvidado a visitantes

nocturnos
La casa se quedará vacía
Rehusándose
luciérnagas
hacen nidos
en aleros

En otro tiempo

el lenguaje
asistía a la ceremonia de máscaras
bastaba tatuar flores de cualquier árbol.

TRAE DE VUELTA (Ana Mercedes Vivas, Venezuela, 1960)

Trae de vuelta mis cosas:
mi viejo sueño
de tanto soñarlo
descolorido

mi sonrisa
limpia
que lo fue

la mirada
ausente
ajena
ofusca

aquella
mirada
que ya
no desea
ver la luna.

UNA PARTE DE MÍ HA MUERTO (Danilo Robinson, Venezuela, 983)
Una parte de mí ha muerto
Mi cuerpo va en la tormenta
Y mi alma gira
Desaparece con los truenos
Se va con los relámpagos
Sigue lloviendo aún
el agua corre por los árboles
Y en mi travesía por salir
Me he vuelto un témpano de hielo.

JOSÉ DANIEL SUÁREZ HERMOSO

(Venezolano, 1958)
Land I call to you, my love

LAND I CALL TO YOU, MY LOVE

Duele partir
Para ser rezo.

Las letanías se olvidan en un país de olvido.


Un cuervo devora la noche por el amanecer.

Una escalera que da a un abismo lo pierde.

DIE FRAGRENTE DEL VORSOKRATIKER


Ayer

No pudiste
Hablar en lenguas
Ni tampoco encontraste camino para casa
Hoy
Falta uno en la mesa.

HE WHO WAS LIVING IS NOW DEAD


Mi padre

Tenía tres monedas
Con una predecía la tristeza.
Mi padre ha muerto
Yo he traído una guitarra
Para entrar al asombro.

I HAVE HEARD TIE KEY


Mi padre

Buscó en los bolsillos la llave de la puerta
Metió la mano con rapidez
Y después.

LAND I CALL TO YOU, MMY LOVE


Nota; Este documento proclama el concepto de “confraternidad sin límites” que representa el Encuentro de Escritores de Colombia y Venezuela, desarrollado desde 1993 y su reciente proyecto el Coloquio Internacional de la Palabra, y en particular a cuatro de sus principales defensores, los poetas: Ciro Alfonso Pérez, Luis José Oropeza, Carlos Rodolfo Carrillo Ramírez y Homero Vivas García, líderes de la Asociación de Escritores del Norte de Santander y de la Asociación de Escritores del Estado Táchira, a la vez que recuerda la memoria de Germán Suescum y Benigno Ontiveros, quienes en vida dieron gracia y señorío a estas jornadas.
Los citados encuentros inicialmente contemplaron a las capitales más hospitalarias de América: San Cristóbal y Cúcuta, luego se han expandido a Pamplona, La Villa del Rosario, La Grita, Colón, Los Patios, San Carlos de Cojedes, Barinas y Pedraza, ciudades que más allá de ser espacios de historia vital son poemas de fraternidad comunitaria, en los que la voz de los poetas de los poetas aquí reunidos revivirá gracias a la valía de ese fiel y extraordinario guardián de la palabra: EL LECTOR.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Esperemos que pronto incluya escritores mexicanos, saludos.

Marina Seischi dijo...

Muito interessante esta publicação com poemas de Colombia e Venezuela
Todos tem sua beleza .
Gostei muito!