Maritza Torres Cedeño maritza533@gamil.com
La historia de la literatura escrita por mujeres, en el estado Cojedes, aún está por develarse. Posiblemente, historias y versos, que trasnochan y alucinan a sus dueñas, permanecen ocultos de las voraces miradas de aquellos expertos, que con sabias palabras paralizan cualquier tentativa escritural. La “buena” crítica literaria, dirigida al estudio, reconocimiento y justa valoración de esas producciones textuales continúa esquiva; lamentablemente, perduran visiones reguladas por cánones e intereses que entorpecen la circulación igualitaria de dichas obras en las plataformas destinadas a difundir y promocionar literatura.
Sin embargo, en el contexto específico de la
historiografía literaria cojedeña, se encuentra registrada una significativa experiencia
editorial a cargo de la Asociación de Escritores de
Venezuela, Seccional Cojedes y merecedora de ser rescatada del olvido; se trata
del texto: Muestra Poética de Mujeres
Cojedeñas (1999) y que en
palabras de la poetisa Aída Sánchez de Mora: “ofrece un panorama de la
producción literaria, con estilos y temáticas muy variado (…) y sus autoras
dejan deslizar sus inquietudes, afanes y búsqueda del quehacer literario como
impulso fundamental y creador de la naturaleza humana”.
Sin lugar a dudas, resulta evidente
la trascendencia de esta iniciativa, en el campo de los estudios literarios,
por ser la primera muestra antológica de escritoras nacidas o residenciadas en Cojedes.
Por otro lado, posibilitó la divulgación de un conjunto de textos poéticos
inéditos en distintos contextos geográficos; así mismo, estimuló el
protagonismo femenino en la consolidación del patrimonio estético-ideológico-cultural
de la región llanera.
Ahora bien, más allá de
intentar hacer un estudio profundo o de fijar posición o no acerca del valor,
contenido, forma y fondo de cada texto, que conforma la muestra antológica, es interesante
propiciar el acercamiento a su lectura para conocer la voz de veinticinco
escritoras quienes compartieron, en sus poemas, un cosmos polifónico rico de
elementos alusivos a la vida cotidiana, a las tradiciones, la infancia, las
contradicciones humanas, el culto al padre o la madre y a su sexualidad.
Y para iniciar este
recorrido, dejemos que el libro nos guíe por sus páginas para encontrarnos con
las poetisas creadoras de este florilegio: Josefa de Barreto, Carmen Sánchez
Mena, Ángela de Padilla, Aida Sánchez de Mora, Ana Infante de Blanco, Sergia
Josefina Díaz Barreto, Ofelia Mireles Peña, Celina Campo de Matute, Leticia Teresa
Vilera de Andery, Aliria Escalona de
Sanoja, Heissa Adela Vilanueva Benítez, Carmen Pérez Montero, La Nenys, Alicia
Barreto, Adalgisa de Violante, Magdalena de la Corteza Gómez, Roselia Ojeda, Corina
Noguera Arias, Aida de Ramones, Miriam Rodríguez, Yrian Herrera, Celina
Estrada, Danira Pimentel, Sara Medina y Mileibi Hernández, poetisas quienes a
través de sus versos nos proponen diversas rutas para re-interpretar la poética
de la feminidad que las reúne.
Con la ambición de favorecer
nuevas conversaciones y abrir senderos para dialogar en torno al sentido
crítico-literario de esos poemas y por ende, la recuperación de la memoria
poética regional, se presenta una selección sinóptica de los poemas, que
conforman toda la obra, bajo los
criterios cronológicos y las categorías temáticas establecidas por el
compilador original de dicha Muestra porque “el poema se define a sí
mismo he impone su existencia más allá de las intenciones o necesidades de su
autor” ( Cabesa, 2002 p.9).
CRUZ DE MAYO (Ángela de Padilla)
De elegante figura, cual
dama veinteañera
te levantas graciosa
invitando a la fe.
con ese verde opaco y tus
brazos suspensos
parece recordaras los
dolores de Aquel.
En el patio casero un
ladrillo te orna,
sirve de candelabro a un mes
tu alumbrar,
cuando la tarde caiga, tu
traje hojas de mangos
perfumará un rosario rezado
en un hogar.
Muchas cruces se visten y
con amor veneran
pero entre ellas hay una que
nunca he de olvidar
la cruz que la amargura de
Jesús sostuviera
que Mayo nos recuerda porque
le amemos más.
EL MAR (Aliria Escalona de Sanoja)
Salpicado con perlas y
diamantes
desde lejos el mar se nos
presenta,
deslumbrante apasionada y
bello
nos invita a mirarle con
infinito anhelo.
Es el mar un suelo iluminado
que nos dejó el Creador en
esta vida,
como símbolo de su eterno
poder
o como alfombra de su lindo
cielo.
Él nos acoge con lindo sol
impregnado de radiantes
fulgores,
es aliciente para nuestras
vidas
y bálsamos de nuestros
dolores.
Con sólo su presencia nos
recreamos
al compás de su mágico
vaivén,
son sus aguas de múltiples
colores
que emanan olas para nuestro
bien.
POR TU PIEL DE AGUA CLARA (Carmen Pérez Montero)
Echó amarras la nave
por tu piel de agua clara
Por tu piel de agua clara
echó amarras la nave
En la playa del río
se recostó la noche
y recostó la noche
mis remos en la arena
Se recostó la noche
en la playa del río
y echó amarras la nave
por tu piel de agua clara
y fue espigando el alba
sobre el oscuro cielo
que brillaba y brillaba
Y mi muda presencia
por tu piel de agua clara
echó amarras la nave
de mi espera callada.
EL LÁPIZ (Alicia Barreto)
Mi dueño, mi dueño,
¿dónde, dónde estás?
Pronto, me he perdido
encuéntrame ya.
Quiero juguetear
hacer garabatos
patinar ligero
aunque sea a ratos.
Ven pronto, amigo,
y no esperes más.
Pronto, pronto, pronto,
¡encuéntrame ya!
CORAZA (Adalgisa de Violante)
Tentación, efervescencia
Compra, venta de conciencia
A la ingenua transparencia
Sutiles dardos traspasa
Por cómoda conveniencia.
II
Huestes maquinan
guerra, liderazgo, cúspide
revestido de coraza
espiritual
dudamos, somos debilidad
blanco en mira
crístico roto cristal.
COPULACIÓN (Magda de la Corteza Gómez)
Húmedo calor
que aturde los sentidos
Hambre de hambres
Sed de embriaguez
Tormenta tropical
De follaje estremecido
en la ondulante selva
Del placer
MUNDO HOY TE INFORMO (Roselia Ojeda)
Cuando amaneces haces el día
te oigo
y me llevas a otros lugares
entonces
tanto después
me devuelvo
a la rutina de sentir
que mi espacio es otro
Amor imposible te bendigo.
MIS JUGUETES (Aída de Ramones)
Mis juguetes preferidos
mis juguetes de ayer
los recuerdo con cariño
los recuerdo con placer.
Mi muñeca pelirroja,
mi cunita del bebé
y ese tambor que sonaba
cual si fuera un cascabel.
Aún recuerdo mis juguetes
aún recuerdo aquel pastel
que le hice a mi madre
con un trozo de papel.
BROTES DE ROSA (Miriam Rodríguez)
Eres el hombre
pisas tierra
sobre cristales de agua
izas banderas de conquistas
Ideas extrañas
conmocionan el orbe
del pequeño baúl
(cofre abierto a tu paso)
Pedazos inmensos de
nostalgia
se rompen
En el lánguido follaje
un brote nuevo de rosas
se parece a ti.
NUEVAMENTE ESA IMAGEN (Danira Pimentel)
Fuente de agua cristalina
Veo en lo más hondo
una imagen reflejada
Mi corazón late
se expande
mojo mis manos
y mi alma siente la tibieza
del agua cristalina
Nuevamente esa imagen
se queda grabada
no la puedo borrar
los dos vamos por el mundo
Tengo que ir a la fuente
y persiste el agua cristalina.
Yo vi a Cristo
peinarse sus cabellos
en un banco de la plaza
más cercana a mi casa.
Luego vi,
como acariciaba el rostro de
Magdalena.
Su túnica dorada
cantaba rítmicamente con el
viento.
el reloj de la catedral,
anunció una hora que no
recuerdo
él levantó la vista y miró
hacia allá,
la abrazó
y se fueron caminando
por la salida de San Carlos
De seguro a esta hora hay un
incendio en el cielo.
Yo me quedo jugando
con los espectros del alba
en este amanecer
mientras me vence tu mirada
las calles
un tango.
Ahora
un respiro de amor
estamos dentro
en todos los lugares
posibles del alma.
Referencias
Cabesa,
M. (2002). El acto y el lugar de la
poesía. Una Antología de Arte Poética Venezolana. Maracay: Fondo Editorial
de la Secretaría Sectorial de Cultura del Estado Aragua.
Sánchez
de Mora, A. (1999). Muestra Poética de Mujeres Cojedeñas. Cojedes: Valencia: Fondo
Editorial de las Letras Cojedeñas.
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