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sábado, 22 de agosto de 2020

Ricardo Jesús Mejías. Si llego a ser dios y otros poemas

 

Ricardo Jesús Mejías: bienvenido a Letras de Cojedes. Imagen archivo de Anita Mendoza  




ARS POÉTICA

Cada noche

en ese momento más profundo

abro mi puerta a las palabras.

Ellas vienen desnudas

en una comparsa ciega

como una mano en busca

de otra mano.

Dan un paso

cuelgan el frío en el perchero

bailan hacia el fondo

en busca de la luz

encuentran el aire y el humo de una vela

un hilo de ausencias

que anudan mis abrazos.

No duran mucho tiempo

en mi morada

ellas son libres como el rumbo

de los astros

como el final de cada poema.


 





SI LLEGO A SER DIOS

por un día,

crean en mí con la fe

de una página en blanco;

haré de todas las nubes

países inocentes

llenos de pájaros.

La única verdad estará

en los poemas

o en la confesión de un árbol.

Y, siempre, vayan todos,

de brazos abiertos,

con la sequía en los labios,

con la sombra que les falta,

en mi espera.

 

 

 

ORACIÓN Ricardo Jesús Mejías.

Hazme pequeño

en tu abundancia de mar

y trigo

 

un humilde fiel

ante tu templo

 

un viajero

de las ondas y los rayos

sin importar los limites

del tiempo

 

dame pan azul y ríos dorados

cuando sienta el hambre

de tus pasos

 

hazme abundante

en mi pequeñez humana.

 


AZULES

Soñamos despiertos

nos desvestimos en el aire

somos azules en este viaje

en esta estación donde salen

trenes de mentira.

Pensamos en el camino

en los cuerpos

en las piedras

en palabras.

Y qué importa lo que hay

al final de los mapas

si siempre hemos vivido

en el borde

con la sed de bebernos

y encontrarnos.

 

 

CUESTIÓN DE FE

Todos

como puntos de luz venimos

a un largo túnel de promesas

 

algunos afirman estar de vuelta

y nos alegran sus buenas nuevas

 

otros dicen: “es cuestión de fe”

 

¿Y acaso alguien advirtió de su distancia?

¿de los pasos requeridos?

¿de cuánto aire y llama para arribar hasta el final?

 

¿por qué tantas estaciones y mendrugos entre ellas?

¿por qué tantas promesas como pan?

 

¿por qué no cabe agua en la mano que nos trajo?

¿por qué tarda tanto la mano que nos lleva?

 

¿por qué tantos puntos apagados?

 

Probablemente

como otros dicen: “es cuestión de fe”

 

--

*No quiero ser el mismo

crucifijo

ni uno mas

bajo el tendido.

 

Deseo los cambiantes días

de las nubes

su inconformidad

etérea

su destino de ser

mucho y nada.

 

Necesito ser voz

de hálito lluvioso

para cubrir los campos

infecundos.

 

Ser el Dios

de alguna tribu

y llover milagros

como frutos.

*Escribo lluvia

poco a poco

con gotas como pasos

al vacío

con palabras como saltos

a las nubes

y la dejo caer

así como es ella

sin nombre

imprevista

sobre todas las cosas

sobre todos los seres

sobre las raíces del mundo.




POEMA MI SUEÑO VENEZUELA 


“Busco un país inocente”. 

(Giuseppe Ungaretti)



Sucede que te sueño Venezuela. No, no eres un país. Eres una mujer que dice: “ven, ven a mi suelo, ven, enciende mis velas y quédate”. Luego nazco, me ves crecer jugando en tu patio, a las metras, a la perinola, al gurrufío. Llega el momento de salir de tu patio, de ir por ahí en mi bicicleta, siempre como flecha  de dos puntas, no como una sin retorno porque a ti vuelvo. Cuando parto o regreso te digo: “bendición”, como tú me enseñaste Venezuela. ¿Recuerdas? Y tu cielo, tu cielo bajo el cual cabemos todos, lo conozco con un buen papagayo. En el sueño, a tu alrededor veo muchos hombres armados con arpas, cuatros y maracas y siempre te dan serenatas hasta las madrugadas. Esa sí que es una buena guerra.

Sucede que hay ruidos que acaban con el sueño. Y despierto. Y eres real. Eres mi país. Y te veo sola como un ángel que se abraza con sus propias alas. Luego te levanto y lavo tu rostro, veo de nuevo tu faz limpia como el corazón de un niño. Te armo como un rompecabezas. Ahora eres una casa, abro tus ventanas para que despiertes a los girasoles y escuches las buenas noticias y veas los puentes, más anchos, como antes ¿Recuerdas?

Pasa que confundo el sueño con lo real, y cuando esto acontece, nos sentamos juntos a la mesa mi querida Venezuela, con un mantel limpio como nuestra mirada, y mil veces tocan tus hijos a la puerta y comemos abrazados un plato inocente.

¡Ah, se me olvidaba!, en el sueño la noche era un plato de caraotas y la luna una arepa.

 



*En las noches sin nombre

te busco como un sol en los bolsillos

hago que habites cada rincón

de este rezo o escritura.

Me pienso como un Dios

con sus propias islas

mientras muerdo la canción de cuna

de tus senos.

En la llama de una vela

viajo

te doy todo mi temblor

y mi única certeza

es la duda que existas.



Nota: Del maestro Ricardo Jesús Mejías ya hemos difundido sus textos en:

Leyendas y cuentos cortos venezolanos (31) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos.html

 

 Leyendas y cuentos cortos venezolanos (32) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos_4.html

 

Leyendas y cuentos cortos venezolanos (33) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos_5.html

 

 Leyendas y cuentos cortos venezolanos (34) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos_6.html

 

 Leyendas y cuentos cortos venezolanos (35) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos_7.html

 

 Leyendas y cuentos cortos venezolanos (36) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos_8.html

 

 Leyendas y cuentos cortos venezolanos (37) Varios autores

http://letrasllaneras.blogspot.com/2019/02/leyendas-y-cuentos-cortos-venezolanos_9.html


Gracias por su visita. 

Isaías Medina López (Coordinador). 


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