La poesía es la esperanza que se sueña
“He visto el rostro de mi hermano, sus ojos de lince joven, dos puntas finas de flecha, brillando en la oscuridad”.
Poesía de la sonrisa que se canta
“Mis hermanos son dos paujíes alados, brillantes y certeros.
Mis hermanos silban entre las ramas, como el paují de terciopelo y oro, como el tucán en la espesura”.
Joven indígena en ceremonial de la cosecha
PALABREO DEL CHAMÁN (1)
Soy la voz del piapoco en la rama, mi paso es el paso
del lagarto y del jaguar.
del lagarto y del jaguar.
Mis ojos miran a lo lejos, traspasan la selva y llegan
al corazón de la tierra.
al corazón de la tierra.
Mis amigos son los ardientes cunaguaros, las veloces ardillas, las lánguidas iguanas.
Mi canto es el canto del torrente, que arrastra flores
y ramas en la espesura.
y ramas en la espesura.
Piso como la danta, como el picure.
Veo en el aire rostros desconocidos, flores y truenos,
tengo el signo de la flor y el canto.
Soy piedra y latido, soy rugido de fiera
en la noche, compás de lluvia en la arena.
en la noche, compás de lluvia en la arena.
Mis cabellos flotan sobre el río,
soy brillo de luciérnagas entre la hojarasca.
soy brillo de luciérnagas entre la hojarasca.
Pertenezco a la selva, traigo palabras
de unión y fuerza, de aliento y de esperanza.
de unión y fuerza, de aliento y de esperanza.
Están escritas en fuego y sangre nuestras lenguas,
nuestras voces perviven en el aire,
resuenan a través de los siglos.
nuestras voces perviven en el aire,
resuenan a través de los siglos.
Nuestra fuerza está en la tierra y la unión con ella,
nuestro vigor esta en nuestros cantos, en nuestras flautas, en nuestros pasos a través de los árboles.
nuestro vigor esta en nuestros cantos, en nuestras flautas, en nuestros pasos a través de los árboles.
Cantemos juntos dancemos juntos, hablemos a las flores,
a los animales, a los ríos.
a los animales, a los ríos.
Todos permaneceremos, cada día seremos más fuertes, creceremos como la hierba, como el bejuco silvestre, entibiaremos la tierra con calor de sol.
Serenidad y belleza originaria
Poesía Wayúu (2)
AURORA
Más allá delante de la aurora
donde retoñan las florecitas caminantes
donde danzan los pasos del viento
donde junto a la casa tenemos la casimba
se abre el cometa en el cielo
NADA CONSIGO EN CONTRA DE LOS PÁJAROS
¡Cuánto envidio a los pájaros
por volar en el cielo!
Leo cuanto libro consigo el delito de los animales
y nada consigo en contra de los pájaros.
¡Desde cuándo que volaron las palomas
acompañando a la paz!
GUARDAMOR
Busco antigua urdimbre
para tejer un guardamor
con la imagen de tu cabellera.
CANTO REBELDE
El único canto
que me atrevo a replicar
es el canto de mi abuela
un canto encantado
un canto secreto
y canto rebelde.
Princesa amazónica
Poesía Kariña (3)
WANANA
Esponjo
mis plumas
aspiro
todo el aire
y
con paso de garza
danzo danzo
Contorsiono
el cuerpo
tenso
el pecho: escudo de nubes
rebullendo
arenisca al paso
ciego
los ojos
en
esta guerra de amor
Agito
a palmadas lentas frenéticas tirantes
cuello
cabeza piernas
y
danzo danzo danzo
hasta
vencer pronunciando tu nombre
colgándote
mis alas
VEN, IOROJKA, ¿DÓNDE
ESTÁS?
Ven,
Iorojka, ¿dónde estás?
En
la gran inmensidad donde vives,
en
lo profundo del profundo río,
en
el hueco del sol y de la luna,
en
las estrellas que obedecen tu poder,
en
donde quiera que estés, óyeme.
Atiéndeme,
Ayúdame,
Con
todas las fuerzas te llamo.
Escúchame.
No
permitas que desmaye, que muera.
Llámame
a tu sitio.
Respóndeme
con flor de la sangre.
Ven,
Iorojka de dos caras. Ven.
Poesía Shikana (4)
PALABREO
PARA CARMEN
Carmen
es morena y menuda, como las piedras brillantes de los ríos son sus ojos color
de miel húmedo y lento al posarse sobre las cosas, como pájaros o pétalos de
flores.
Carmen
es criolla, pequeña y suave como la hierba del camino.
Ella
habla con voz leve como la brisa de la tarde.
Ocupa
el lugar de mi madre y es como ella, callada, breve, exacta, hermosa, según la
imagen que tengo guardada, según la imagen que ha viajado en el tiempo para mí,
a través de dibujos que mi padre me dio diciendo: “Esta es tu Madre”.
Y
se veía una mujer en plenitud lunar, con el embrujo del puma en la mirada.
Carmen
no tiene su sonrisa, esa sonrisa de flores y frutas que sé en la imagen de mi
madre.
Pero
la siento cercana, su piel de hierba me recuerda la piel de nuestra gente.
Siento
su voz amiga y presiento que también su imagen quedará presa en mi memoria.
Poesía Pemón (5)
TAREN
PARA SOBREVIVIR LA MUERTE DE LA MUJER AMADA.
Amada mía, amada, como olvidar tu brillo, dame
fuerzas para soñar que estas aún conmigo.
Porque
tu ausencia duele como la herida de mil dardos ponzoñosos en la mitad del
pecho.
Como
olvidar el color de tu risa suave como lluvia sobre el caño, como olvidar tu
ropa revuelta que se abrazaba tenue alrededor de tus muslos, tu cuerpo
andariego, pleno de soles y luna, tú acento de pájaro silvestre, tus pasos de
jaguar, tu sigilo de nube leve como un celaje de la tarde.
Evoco
tus cabellos nocturnos, suave como las alas de la seda de las doradas
mariposas.
Con
esas alas vuelas tú, amada, con esas alas doradas y sedosas.
Vuela
sobre la selva, sobre las montañas sagradas, vuela con las alas de mariposas
sobre los ríos interminables,
vuela con alas de colibrí brillantes sobre las
grutas secretas de las cumbres desconocidas,
mientras yo encuentro tu rostro en
las hojas y escucho tu acento en las piedras que los niños lanzan al río,
y
oigo tu risa en el salto de agua más cercano,
y siento de nuevo tu olor entre
las frutas escondidas del monte.
TAREN
DE UN JOVEN PERDIDO EN LA SELVA
No
conoce los caminos y quiere encontrar el rastro, la huella invisible del Chamán
amigo,
el de los largos cabellos, el de la voz de águila y murmullo de espumas,
del amor insatisfecho, de la pasión inconclusa, el del tabaco que jamás se
apaga.
Taren
es un niño – tigre que no encuentra el rumbo.
Le
preguntara a los astros el camino, a la luna fría y distante, y después oirá la
voz del mochuelo nocturno el canto helado de los grillos, el trino solitario de
las aves que pueblan la noche espesa.
Escuchará el rugido de los ardientes cunaguaros que se acercan envueltos en luciérnagas,
para llevarlo al río para que sacie su sed de siglos y contemple el rostro
sabio del padrino.
Taren
del joven que bebió el agua pura de la tierra escarchada de estrellas, y supo
que el Chamán protector lo miraba desde el aire, guiaba sus pasos.
Así
encontró el sendero y fue con unos de los seibos de copa riente, fue uno con el
viento, uno con el lustroso cunaguaro, con el obstinado armadillo.
Así
llego al lugar seguro y no lo toco la tormenta, ni lo asusto el murciélago, ni
la lechuza, porque conoce todos los secretos de la selva, por eso toco su
flauta mientras termina este taren, taren de un joven que hallo su camino.
UN
TAREN PARA NO PERECER
“Waira”,
el danto, siendo padre de un recién nacido se puso de viaje, y no en un viaje
cualquiera.
Por
la montaña adentro, por entre nubes, por lugares pantanosos y hasta de noche en
medio de las grandes selvas habitadas por Waira, Tamanua y cunaguaro.
Pero
Waira se dio cuenta de que por allí andaban las grandes serpientes y otros
seres, que habitaban en las selvas, en las serranías, en las lagunas y en los
ríos por donde iba a salir de viaje.
Y
por eso se nombró a sí mismo y se hizo taren.
Así
se hizo taren Waira:
He
aquí que yo voy a salir de viaje, y me nombro a mí mismo.
Porque
he aquí, que yo, yo mismo, me voy de camino con mis sandalias de hierba en los
pies y mi sombrero de palma en la cabeza, la nube será mi sombrero.
Yo
iré por medio de las grandes serpientes y las iré espantando, y los “mawariton”
no me verán, ni me verán los “awapiri” nocturnos, más bien yo los asustaré y
los ahuyentaré.
Yo
ciertamente yo y por mí mismo, yo que soy el “Dawairapia”.
Este
solo y único nombre fue el que dijo. Y ni él se dañó ni sus hijitos.
Y
este es nuestro taren para cuando siendo padres de recién nacidos, tengamos que
ir de caza o por otros motivos viajar a través de las montañas holladas por los
cunaguaros.
Pero
cuando el viaje no es por las selvas, sino por sabanas y las “wontai”, o
montecillos, el que se nombra como taren es el “tamanua” u oso hormiguero.
¿Por
qué? Porque el oso hormiguero se fue siendo padre de un niño muy pequeño, en
tiempo de verano a través de caminos inseguros y por medio de lugares sin
camino, por medio de árboles espinosos y de cañas y hierbas punzantes, y a
pesar de todo, su hijo no se enfermó ni entristeció.
Y
esto, porque al tiempo de salir de viaje, teniendo un niño pequeño, yo voy a
caminar por lugares sin camino y entre plantas espinosas y pelusas que
escuecen.
Pero
yo haré que mi hijo no se enferme, esas cosas no lo lastimarán.
Yo
cargaré siempre a mi hijo sobre mí mismo. Y mi hijo no se escocerá, mi hijo no
llorará, mi hijo no se debilitará.
Nota de la Edición
Palabreo del Chamán (1); La Poesía Shikana (4) y la Poesía Pemón (5) se transcribieron de El Chamán de los Cunaguaros. Viaje por el mundo indígena venezolano de Marisa Vanini de Gerulewicz, publicado en Caracas (2008) por El perro y la rana.
(2)
La Poesía Wayúu fue transcrita de Lenguaje de Sol de José Ángel Fernández Silva
Wuliana publicado en Caracas (2006) por Monte Ávila Editores
Latinoamericana.
(3) La
Poesía Kariña fue transcrita de Piel de Maraka de José Canache de La Rosa,
publicado por en El Tigre (1993) por el Centro de Actividades Literarias de El
tigre.
1 comentario:
La literatura acerca de los venezolanos autoctonos esta llena de realismo magico. Un garn abrazo amigo Isaias
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