Mujer llanera en el archivo de Fernando Parra
Nota del editor: Este poemario fue galardonado con el Premio de literatura “Simón Bolívar”, en la mención Poesía. Federación de Centros Universitarios, Universidad de Los Andes, Mérida, 1983. Jurados: Orlando Flores Menessini, José Barroeta y Eddy Rafael Pérez. Posteriormente, también obtuvo el Premio Municipal de Literatura “Manuel Díaz Rodríguez”. Concejo Municipal de Petare, Caracas, 1983. Jurados: Eli Galindo, Luis Sutherland y Víctor Valera Mora.
(Carátula de la edición de la Universidad de Los Andes, 1984)
Si la poesía no nace espontáneamente como la hoja del árbol, es mejor que no nazca de ningún modo.
Jhon Keats
(Carátula de la edición de la Universidad de Carabobo, 1992)
POEMA DE CAZA
Inmune a la fábula del cálculo
el leopardo ha huido de nuestras armas
quiebra algunas ramas
ante la insistencia sensual de los acacios
No es por nosotros su forzada carrera
Allá a un costado vidrioso
que descorazona nuestros sabuesos
él esperará inalterable la luna
Presintiendo ansiedades que emanan de las sombras
surgirá su terrible hermosura
en todos los flancos de la muerte
como un anillo flotando
en la desmedida geometría del silencio
y así nos hará
víctimas inevitables de su encanto.
EL ENCANTO AGUARDA EN LOS ALMENDROS
El encanto aguarda en los almendros
No hay tarde para la apariencia
Sobre los muebles ruedan algunas hojas
tilos secos de adivinanzas
el sitio dejados por los jarrones se colma de naipes
En la tienda del patio
quedé habituado al pastoreo secreto de las ánimas
A sentir
como la soledad
detiene las puertas de la noche
PARECE CARGADO DE ATMÓSFERA
El velero reluciente de un seno
hace varias señas retrasadas
que se mueven en la rabia
Parece cargado de atmósfera
pero es únicamente la ira de ser un seno
Un globo tibio pesado y silencioso
A veces dormido
comienza a mostrar su boca
que salta a besar una palabra
y él se sorprende
y no es él tras días enteros
ni el motivo lo inoportuno
ni su imán torrente
Se disfraza de baraja
sin que nadie lo sepa
se estrecha durante horas
al labio elegido en loco azar
AL SENTIDO PERDIDO DE LA LLUVIA
Estoy vinculado al rayo
cuando abre su silencio
al rasgo primitivo de toda madera en tormenta
al latido derramado nervioso del agua
al sentido perdido de la lluvia
Madre lluvia
Madre lluvia con tus músicos de asombro
Tú la de los ríos fijados a los astros
Mis brazos sostienen lienzos como paraguas
pero siempre un juramento
una torpe firmeza
nos salva de hablar en lugar de la lluvia
Diagramo una isla
la coloco a mi guitarra
en ella encierro el llamado de mi Eurídice
y su murmullo de aguacero
Una vez enfrentada la lluvia
olvidamos el poema que dejamos de escribir
ALZABA LA MANO TOCANDO LOS HILOS DEL SUEÑO
Alzaba la mano tocando los hilos del sueño
Persistía la seguridad acústica
emanada de la taberna
“apenas la piel le sirve al alma”
comenzamos a repetir
Aquello era idea de mi hermano
me declaró vencedor
lanzó entre los resplandores mis dados
–había perdido algo de fuerza
de cabello después del entierro-
Tocó a todos en el hombro
con el puro roce de lo extraviado
Nosotros
sentados frente a nuestras cervezas
de nuevo volvimos a fantasear con la muerte.
POÉTICA
La literatura es noticia que nunca deja de ser noticia
Ezra Pound
Me ha molestado el nombre de soldado que debo llevar
el pájaro nunca visto
la confidencia de los aceros luminosos entre sí
Ese pulso de cada eslabón de la cadena
y por encima de todo este poema falso
cuidadosamente guardado
como las malas noticias
CABALLOS
A Carlos César Rodríguez Ferrara
Ser la nube o el caballo
en la flor repentina de su cuerpo
(Cuánta palabra hemos dicho
de la anatomía inútil que nos rodea)
Andar sus pasos
el escondite para mezclarse
entre los silbidos de los grandes domadores
trepados muy alto a su cuello
Ah, los grandes domadores ya lejanos
dando cabriolas entre los ancestros más hondos
y también los caballos se están quedando solos
tienen un silbido en la cabeza
un silbido de los antiguos domadores
Ser el caballo o el indiferente
equino gesto del tedio
puente inefable que lo sostiene
Hay urgencia en habitarle
sin piedad sacarnos del fondo
dos extremos más largos que la razón
Creer en su gracia de Caballo
trazo móvil de sus polos
Cabalgarle en la hora nerviosa de su fuerza
Tras él marcha la historia todavía
necia
imitándolo al negarnos la amargura.
EL CERRO
Otra vez el cerro pierde su tarde
persiguiendo fantasmas de la Biblia
Nuevamente es el sitio donde cae Moisés
imantado por las cometas
arrastra cabellos
de esos diablos aburridos sobre los maizales
Tenía que encontrarse esa loma maternal en la montaña
no en los senos santos de María
no en la orfandad que recién trajimos
La cabra, los animales muertos
regresaban a la ternura de los pastores montañeses
Moisés plantando cruces en los arbustos
los espanta por todos los caminos
Cómo harán para volver
Loma Maternal de la Montaña
La cabra, los animales vivos
sin la cabra, los animales muertos
tienen la costumbre de no sacrificarse jamás
de no tener familia igual que los profetas
LA FAMILIA
Danzar me ha resultado imposible
Pensar siquiera en un sofá de turbo cuerpo
Me resigno a mis viejos gallos de pelea
y a los trucos letales que expondrán en el combate
Ellas me reconocen echado en los rincones
afilando una navaja
una espuela de plata
se sitúan en el trance de las divinas personas
haciendo trampa a los inviernos
el círculo vicioso de tales intimidades
Cualquier silencio intencional
les torna tensas
ensayan gestos sonámbulos
en la capilla del traspatio
allí evocan pequeñas estampas de hombres
que levantaban la lepra de los impíos
Tienen años fingiendo esa ceguera
Su lucha es con otra vida
donde se han hecho
fieles enlaces de la inmortalidad
TOMA CON CALMA DE MECEDOR
A Simón Aguirre
Toma con calma de mecedorla noche ampliada de enero a enero
y cae
encantado por la flauta africana
de la traslación del día
Apegado en disimular su triste empeño
aparenta una larga campanada
divisoria de las cosas
Lo somete la tierra que va descendiendo
dulce
mostrando severamente
lo vano de observar
la certeza insuficiente de la vida
CUENTO DE HADAS
Al adiós hicieron grandes aberturas
le sellaron madera negra y rubio mármol
Los alarifes
los maestros carpinteros ardorosos
los desnudos taxidermistas
los ingenieros protegidos de la nieve circundante
los viejos ayudantes de corvas espaldas
llenaban alforjas con cenizas
que dejan las bocas al estrecharse
Prometían rescatar al mundo
de toda distancia
someter las fuerzas del adiós
Han vivido desde entonces
el peso ruinoso de las despedidas
Sus propios ecos desmayan antes de tomar el andén
tontos
ilusionados
por culpa de unos amantes
que hablan de vivir felices para siempre
LAS MADRES
Las madres rescatan pájaros
de viejos manuales de pastelería
les fatigan hablándoles verbos extranjeros
Acosan ingeniosas
el pino expuesto en las alas
invisible que permite andar libre al corazón
en las luces más altas de la casa
Y la madre y el pájaro
van tomando un mismo tamaño
una misma figura
que desandamos retozando tras escondites del fuego
Se apropia de ellas su franqueza de ave
licor y cántaro
algarabía de tres lazos
Las madres
al tiempo de intercambiar tantas historias
desnudan al pájaro
y nos trasladan volando
al espíritu que nos comprime
DE MI ABUELO YA ANCIANO, A SU AMANTE, PENSANDO AL AFEITARSE
Yo le demuestro el valor incontable
de los amores agrandados
y ella insiste en su enfado superficial
actuando sopesadamente
para tener una ingenuidad desusada en estos tiempos
Yo he pensado
y ella no lo sospecha
que hacemos demasiados recorridos
para encontrarnos
que esas fábulas de pájaros y poetas
nos quedan un poco tediosas y distantes
Y ella en verdad
no puede llegar al despojo por una fórmula triste
por una combinación adecuada de besos
Y comienza a repetirme que un beso
es tan privado como el buen vino
y sólo dos pueden compartirlo
Debe tener razón cada vuelo
es una implicación caprichosa de la naturaleza
Bien pudiese creer mi ignorancia del tema
tanta práctica en hacerlo
me aleja de situar los ojos más allá
Claro, el problema no resuelto
sigue siendo los cuerpos que ya impregnados
que hacen otro esfuerzo
para poner de nuevo la irreflexión en marcha
y de cierto os digo
que ya eso es mucho más
que una simple bocanada de esperanza.
EXPLICACIÓN
Como casi todos los hombres de mi razahice al chamán mover el oráculo
mediante lo cual yo permanecería
inagotablemente rodeado de mujeres
Tal beneficio se ha sucedido
con ritmo de emociones que resume
mis siete vidas anteriores en la tierra
han llegado mujeres de distintos
y extraños trazos de belleza
recetadas desde toda América
Senos dulcísimos que tiernas madres
han ido hilvanando
con pociones mágicas y misteriosas
muslos perfectos
de pies perfectos y olores perfectos
dignos de la embriaguez
más honda del cuerpo
Yo he caído en esos extremos
A ellos debo la deformidad de mi aspecto
Mas apareció una niña que no sabía quedarse
que no tenía agua
en ningún sentido de la piel
y dijo
“no te levantes, el tiempo afuera es tan hermoso”
y dejó sobre la mesa
uno de sus senos múltiples
resistente y feroz al odio de las cosas
Hoy cuando sin ella
la protección del oráculo ha cesado
cuando me he propuesto
acuñar gestos muy arcaicos
el mínimo roce de temperatura
ocurrido en mis labios
me lleva a un profundo desdén por el destino.
SAN CARLOS, 1977
Prosigue el reino, ciudad de iglesiasAquí descansó el Tirano Aguirre
rodeado de marañones
trajo sal de las costas a cambio de baratijas
anduvo las plazas
y su abierta desolación que sale entre las ropas
los escolares apedrearon sus caballos
pintaron a témpera sus botas aceradas
El intenso calor
le fue servido en vasos de doble fondo
quienes le escribían poemas
recordaban las recientes inquisiciones
el empeño de los hombres santos en el cielo
la madre aquella parió un niño
que él bendijo con su espada
Pero nos fue aburriendo su aliento medieval
sus cartas a un tal Quevedo enfermo de amor
Quevedo quien nunca supo de estas calles
con grandes cestos de basura
Y así el pueblo permaneció
asentado a la reversa de su alma.
GESTO DE ZAMURO
Simular sin fuerza es vano
Simular en el sucio invierno es inconfesable
Así está escrito con amor de profetas enemigos
voraces en sus cabellos que nos pertenecen
Simular eso sólo podía hacerlo mi padre
cuando regresaba de bañar los caballos
Yo agazapado entre las dunas
deseaba al ave sobre su hombro izquierdo
silenciosa
liviana y solemne
con su campante traje de enterrador
CIUDAD POSIBLE
Estas son las calles que me anudan al pasado
una hilera de tejados en extinción
haciendo reclamos indefinidos
De aquí partieron
las bodas primeras y recientes de mi familia
sólo yo he roto tal tradición
De aquí partieron
las bodas de los padres y abuelos de mis amigos
sólo yo he roto tal tradición
Nunca asistimos al tiempo de las opulencias
No presenciamos
los entierros de oro en los traspatios
Temblamos recordando
cuando aquellas voces llamaban en gracia lejana
con pálido tono de fantasmas
Nadie jugaba a los piratas
nadie se nombraba Morgan
ni tenía la barba roja
Yo pertenezco a estas casas
a las hechiceras vecinas
que nos gravitan sobre la ilusión
en medio de grandes rezos
Llevo años fingiendo otro amuleto
he servido de muerto
para el entierro de mis paisanos
llorado en iglesias ajenas
resucitado en ciudades de altos nubarrones
y luego llevado a casa velozmente
antes de que mis padres despertaran
Soy de estas brisas calurosas y su humedad
de tantas amantes inocentes y sentimentales
yo conocí sus violentas ternuras
ajeno a los consejos de Dios
y sus seguidores terrenales
Yo juré que nada de esto se sabría
(teníamos el santo y seña de los misterios)
Yo pertenezco a este barrio y sus aparecidos
también a la viuda con las piernas de plata
el Día de San Juan
Nací en estas casas de palmas benditas tras las puertas
en estas paredes reducidas a la nostalgia
Viví entre los fabuladores dormidos
en las prisiones de tan recio viento
quienes desde la ansiedad
me seden sus ojos planos
Ahora
nuestra fiera herencia de destierro sale a flote
y los pasos se van desandando
se hacen más inasibles
más semejantes a nada.
LAS CASAS DE AURORA
Llego a la aldea en mi tarde serpiente
La vieja tía sigue lamentándose
de su hija Manuela que marchó a Gomorra
y se convirtió en sal
ella nos sirve los dulces del recuerdo
Yo no ignoraba estas casas sobre los nísperos
Las mujeres hechizadas
sobre las plantas de nísperos
Pero jamás incendiamos la iglesia
el patio con los bancos parafinados
y los santos del jazmín
Tú a esa edad volabas y te creíamos una santa
tenías delgadas las piernas
extraviando en cualquier momento
nuestros juegos de béisbol
Habrías tenido tu traje de ángel
pero jamás incendiamos el templo
ni sus puertas invictas y oscuras
en cambio el cartero perdió su bicicleta
y una botella de ron
recuerdo ese amanecer
nos arrojaron del cinematógrafo por falta de dinero
hora allí venden oficios de otros mares
porque los mares de aquí
descansan en suaves colinas
llenas de árboles oceánicos e impregnados a Colón
Los negociantes del amor
entre olores a barro y silbatos de policías
con los sueños de la espera entran al bar de mi padre
Van despreocupados
aquí ya no le escriben a los muertos
Ese niño marcha en la calle
portando una espada y un escudo
armado con hojas de tabaco
se ve en su cara el esfuerzo perdido de los muertos
He sabido que nadie compra tus besos
que tu foto fue quemada en un cohete de pólvora
que ya no eres la mujer de oro y amables escorpiones
Distraigo el calor subiendo al tejado
en manos de mis hermanas
(Los desnudos mereyes hablan a nuestra espalda)
El lunes brilla entre nosotros todo vestido de oro
La ciudad
se ha perfeccionado con mi ausencia.