Joven en caney llanero. Archivo de Raymar Katiuska
Reina la alegría en
las calles, en las calles,
cuando es Navidad en
Achaguas,
en los clubes y los
bares, y los bares,
con entusiasmo se
baila,
canta su amor el
llanero, ay, el llanero,
al pie del arpa en la
sala,
van los fieles a la
misa a rezar de madrugada
y al Nazareno le
piden
el bienestar para
Achaguas,
la voz del
aguinaldero, aguinaldero,
al compás de la
guitarra, del furruco y las maracas
va de ventana en
ventana
pidiendo que de
aguinaldo,
le den un palo de
caña.
La Navidad que se
acerca, verdad mi vida,
voy a pasarla en
Achaguas,
tomando con mis
amigos, con mis amigos,
yo pasaré las semanas
el veinticuatro en la
noche, pasaje lindo,
estaré en una
parranda
como turpial
cantarino
le cantaré con el
alma,
a las muchachas
bonitas
canciones enamoradas,
el treinta uno me iré,
llanura mía,
para San Juan de
Payara
el año recibiré
en los brazos de mi
madre
y luego regresaré
a darle un beso a mi
amada.
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