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sábado, 22 de agosto de 2020

Laurencio Zambrano. Poemas con los vientos

 

Con el corazón en la mano recibimos a este gran poeta. Creación pictórica  de Amilcar Alejo 




PERFECTO AMOR

¡Ay ¡

qué amor tan perfecto, nos va amando,

vino como el tiempo, sin olvido

¡Ay ¡ ¡Ay ¡ ¡Ay!

vive sin amnesias como el sol.

sólo con la certeza de ser nido.

 

Me sorprende sentir, que en otros cuerpos

sobreviven los pájaros que fuimos

el goce de ser palabra y sentimiento

la ternura perenne de sentirnos.

el goce de ser palabra y sentimiento

la ternura perenne de sentirnos.

 

¡Ay ¡

qué amor tan perfecto, nos va amando.

Vive como la brisa, sin receso,

¡Ay ¡ ¡Ay ¡ ¡Ay!

tibio como bufanda de la luna

para que nunca tenga frio, nuestro beso.

 

Con tu nombre en mis labios, nada temo

asumo con justicia mi destino

militando en la paz de tu caricia

jamás se oscurece mi camino.

militando en la paz de tu caricia

jamás se oscurece mi camino.

 

¡Ay ¡

qué amor tan perfecto, nos va amando.

Vive haciendo milagros, como Dios

¡Ay ¡ ¡Ay ¡ ¡Ay!

Vive en mi guitarra y va cantando

inmortal en la distancia y el adiós.

 


DEUDA ETERNA

 

A Linda Blanchard

 

No acates las leyes de la soledad,

consulta en el árbol

la jurisprudencia de los trinos.

El mutismo

es delito para el alma,

injuria genital a todo sueño.

 

Deja que el ave te defienda

que abogue en tus oídos.

Infringe

peca

vuela

Indúltate

con dialectos de ángel:

las vendimias del verbo

que cosechan las cosas

y entre todos cantamos.

 

(Ensálmate en el ave)

 

No vendrá la muerte,

sus lúgubres sordinas,

a desolar la fiesta

que tienen tus palabras.

Le debes a la vida

un trillón de adjetivos.

Que no venga el vacío

a sabotear tu canto.

Yo tengo ternura suficiente

para pagar esa deuda

beso a beso.

 

 


HA PERDIDO SU MEMORIA EL GAVILÁN

 Ha perdido su memoria el Gavilán

ya no se reconoce en las alturas

que festejaron sus cantos y sus vuelos.

 

Ha perdido su memoria el Gavilán

trae en el alma el principio de la noche,

y aunque siempre, sobrevuela el medio día

no logra apartar sus garras

de las negras carroñas del silencio.

 

Sus alas ondulan como banderas rotas

sus presas ya no temen el puñal de sus garras;

cada rumbo suyo lo enfila hacia la muerte

mas no se muere y vuela

y su canto varia:

 

se mira en los espejos

pero no se sorprende

que donde hubo zarpas

le aniden colibríes

que en su temible pico

se confiten estrellas.

 

Vuela sobre la lealtad

de otros cristales

y confirma sin miedo

que en todos sus contornos

se columpia el vacío.

 

Si su silencio anhela

guitarras y violines

se engulle mil gardenias

y una rosa gitana.

Si quiere soledades

visita a sus paisanos

si quiere compañía

rapiña algún lucero.

 

Con la caligrafía

que aprendió de los ángeles

escribió sus dolores

en la piel de la brisa.

 

Perdió su memoria el Gavilán

el amor hizo estragos

en su cielo del sur,

ahora vuela hacia poniente

buscando las presas del ocaso.

 

Los otros gavilanes

sentenciaron su ruina:

Ese Gavilán que perdió la memoria

tendrá que morirse de pura fantasía.

 

 

 

De Los Gerundios del Olvido / 2009

 

PRÓLOGO

Para no andar con rodeos

vuelvo al dogma.

 

Me bastan

tres actos de fe

—trinidad de la palabra—

para afirmar mis eternas conclusiones:

MI ALMA ES MAMÍFERA

de la misma especie

de dios y del silencio.

Por su parte,

MI ESPÍRITU ES OVÍPARO

siamés de lo que vuela

y lo que repta.

Mientras que,

presa de acordes y fragancias,

HERBÍVORA ES MI SANGRE

Un río que indaga en los follajes

la sonora heredad

que rumia mientras florece

en la guitarra.

 

Frente al espejo, coincido

con lo que dicen que soy

UN MINERAL SALVAJE

un fauno de piedra

que de tanto amar

devino médano

y deambula como párrafo perdido

en las enciclopedias

de la memoria y el olvido.

 

He aquí, lo que voy siendo:

Sibarita de símbolos y amores

Un dogma que urde

los mitos del instante

en la trama de ese epilogo inconcluso

que es el tiempo.

 

Busco insumos

para saciar la gula

de la página en blanco,

para que este poema

-mamífero, vegetal y mineral—

llegue a tus ojos y a la vida

como una réplica del espejo

que voy siendo.

 

EPILOGO

A todo esto lo llamo POESÍA

 

 


PERPETUO SOCORRO

A Ingrid Chicote

 

Cuando mi abuela

adivinaba alguna de mis tristezas

de la mano me llevaba a su altarcito

y le prendíamos una

lamparita de aceite

a la Virgen del Perpetuo Socorro.

y una brisita alegre

como aletear colibríes

aventaba mis congojas

a un lugar incierto y abisal.

 

Siempre recuerda, me decía,

que el socorro está en el vuelo…

aunque, no basta aletear

ni tener plumajes de pavo real

para ser digno de alegrías..,

Vuela pensando

—siendo en vuelo—

con rumbo fijo

como una ráfaga de viento

que desata su misericordia

en la rama más triste

de un íngrimo árbol.

Habla y calla

como si oraras

sólo la plegaria

ilumina las palabras:

votivo amor

que colma

de bengalas

tu memoria

 

Cuando te azoten

las oscuranas del instante

enciende tu lámpara

y tendrás luz propia

como la luciérnaga.

 

Ahora que mi abuela

señorea mi santoral mayor

la busco en la brisa,

en mi alma de cóndor

donde ella encendió

la lámpara votiva

que perpetuamente

me socorre.

 

 

EL OTRO

Retiré los pronombres del asunto

para ocultarme del otro

que me habita…

¿Y que pasó?

Nada,

Resulté siendo Nadie.

Un pronombre dejado al azar

en el efímero espejo

del río que somos todos.

Un pronombre

que prosigue a la deriva

sin mi rostro.

Alguien que usurpa lo inasible

Alguien, que me roba el albedrío

y deviene sinónimo de mí

disfrazado de mí

siempre de ti

o viceversa.

Alguien que, sin mi anuencia,

se erige vicario de mi alma;

como si fuese un diácono perpetuo

que descifra y oficia

los dialectos de la siamesa sombra

que voy siendo:

sangrino viento y compasiva piedra,

para quienes

yo no soy una abstracción

sino el mismo corazón del habla,

el hígado de la escritura

la sonora sangre del silencio.

 

 

DE TODA LAYA

Un escaparate

es lo más parecido

a un diccionario.

Pero ¡ojo! ¡cuidado!

si das un paso en falso

puedes abrir

el cuarto de los chécheres.

 

No vale que te hagas el loco

o pienses que son exageraciones.

De sobra sabes

que la belleza nos vigila,

tanto como el tiempo

o el asombro.

Es fácil comprobarlo…

En cada tilde hay un espejo.

Cada letra viene al mundo

con un vestuario prodigioso,

cosméticos para todo

tiene el verbo,

perfumes de toda laya

el adjetivo.

Convéncete:

Las palabras se reparen la prestancia

por eso

—excepto que estés enamorado—

es verdaderamente difícil

ser hermoso.

 


CON LOS VIENTOS

A José Antonio Yepes Azparren y 

Ana Carolina Saavedra

 

De tanto silencio

sabe

como es la cosa y a qué vino.

¿Mejor espectáculo?

no existe. ¿para qué?

Nadie le gana

en el arte de ser libre;

ni mucho menos

en el sonoro afán

de enmendarle la plana

a lo que sufre.

Como todo pájaro

se levanta con vientos,

se acompaña

con lo que va cantando lo lejano

—y en última instancia—

con él mismo.

No lo aflige el estigma

de trovar. Ni modo,

sabe que su vida

es albedrio

—ad honorem—

expiación,

—purito aleteo—

goce eterno.

Nadie vendrá a eximirlo

—y peor aún—

nada podrá evitar

que lo desangren

las soledades,

los embelesos,

los tormentos

que puso el mundo

en su garganta. 




Muchas gracias por su visita 

Isaías Medina López (Coordinador)


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