Desde la más tierna edad el amor por los animales nos acerca a los complejos fenómenos de la vida. Niño llanero en el archivo de Janett Perdomo
Jackie era
hermana de Josh, a ellos les gusta pasear por la ciudad, pero han notado que la
mayoría tiene mascotas, Josh le dijo a su hermana sobre esto y los dos
coincidieron en decirles a sus padres.
Jackie: - Mamá,
tengo que decirte algo, eh... ¡Quiero una mascota!
Mamá, rió: -¿Estás
segura? Apenas tienes 11 años y es una gran responsabilidad.
Jackie:- Mamá ya
estoy grande, además, Josh me ayudará a cuidarla.
Mamá: - Pero,
Josh solo tiene 9 años... Bueno, lo pensaré, pero ¿qué mascota quieren?
Jackie y Josh: -
Un gato o un Perro.
Mamá y papá:- ¡Decidan!
¿Un gato o un perro?
-Jackie: ¡Gato!
-Josh: Perro!
(Exclaman al unísono)
Mamá y papá: (ríen
y se miran el uno al otro), creemos que deben pensarlo mejor. Le vamos a dar
una semana para que lo hagan.
Jackie y Josh les
pareció una difícil decisión. Mientras que sus padres lo veían como algo que
olvidarían al día siguiente. Jackie quería tener un gato, pero no quería que su
hermano se molestara, y Josh quería mucho tener un perro, pero ¿Qué
decidir? Los gatos y los perros son
hermosos.
¡Necesito un
gato! Para ver cómo se comporta- dijo Jackie- pero, tendré que esconderlo de
mis padres! Jackie le contó esa idea a su hermano y los dos pensaron en tener
un perro y un gato a escondidas para saber cuál era mejor. Jackie duró tres días
buscando un gatito abandonado y Josh dos
días buscando un perro. Para Josh fue un
poco más fácil, porque sabía que cerca de su casa había unos cachorros. Los
escondieron entre unas cajas, sábanas y almohadas y les buscaron comida,
pasaron cuatro días viendo cuál era mejor, y se encariñaron mucho con esas
mascotas; todavía no sabían qué decidir y ya sus padres pronto les preguntarían
por la decisión.
Un día, no
quedaba más comida para sus mascotas y no tenían otra opción que ir a
comprarla, claro, sus padres habían salido de casa. Jackie era la mayor ¡ella
tenía que ir a la tienda! Pero, no quería ir sola así que llevó a Josh; este quería llevar a las mascotas y Jackie
estaba pensando si llevarlas o no; finalmente, llevaron sus mascotas, para no
dejarlas sola. .
Josh: -¡Pero,
Jackie! ¿De dónde sacaremos tanto dinero?
Jackie: -Vamos!
(sonrió) tengo mis ahorros y junto con los tuyos, tal vez hasta nos sobre.
Pues se fueron
caminando hasta que llegaron al centro de la ciudad y encontraron la tienda de
mascotas y compraron lo necesario (estos niños tenían muchos ahorros al
parecer), se sentaron unos minutos en los bancos del frente mientras
alimentaban a sus mascotas.
Jackie: -Amo mucho
a nuestras mascotas, no puedo decidir! Quiero quedármelos a los dos.
Josh: -Yo igual,
no me decido; ¿No podemos solo deshacernos de uno?
Jackie: -Tenemos
que ir pensando qué le diremos a mamá y a papá.
¿Hora de
revelarlo?
Los niños
después de hacer todo lo que deseaban con las mascotas, se sentían cansados y
fueron a buscar la estación de bus para regresar a casa. De repente, el pie de
Josh cayó en un agujero lleno de barro, y cuando trata de sacar su pie se le
sale su bota. Y pues, tuvo que meter su mano en todo ese barro para recuperarla.
Josh: -Ahora sí
que metí la pata.
Jackie: -¡Qué torpe
eres! (dice riendo)
Mientras ellos
estaban distraídos, sus mascotas fueron corriendo tras un vendedor de hot dogs; ellos voltean y empiezan a
correr nerviosos, Hasta que los alcanzaron, estaban muy asustados Pensaban que
se habían escapado, pero cuando voltean a su alrededor ven que se fueron un
poco lejos del sitio, y deciden preguntarle al vendedor dónde quedaba la
estación de bus más cercana.
Jackie y Josh: -Disculpe,
¿dónde está la estación de bus más cercana?
Vendedor: - Pues
está a una cuadra, justo ahí a la izquierda (señalando la calle donde quedaba
el trabajo de sus padres, que estaban ahí ahora)
Jackie y Josh:
-¡Muchas gracias señor! (se miraron nerviosos).
Estaba un poco
difícil, ¿y si sus padres los veían? ¡Un castigo mínimo de tres meses!, ¿Qué
haremos ahora? - exclamó Josh. Jackie decidió ir por otra calle, ¿Qué más
da? Y pues eso hicieron; siguieron
caminando por ahí, buscando una estación de bus. Jackie estaba muy cansada y se
sentó por unos minutos en el suelo, junto a una tienda de ropa y cuando se
levantó su hermano se rió a carcajadas.
Jackie: -¿Qué
pasa?
Josh: -¡Tienes
un chicle en tu pantalón!
Jackie: -¡No
puede ser! Qué mala suerte.
Un rato después,
de estar caminando, encontraron una estación de bus, y decidieron ir a casa rápidamente, Cuando llegaron sus padres
ya habían regresado. Por lo que decidieron contarles a sus padres lo que pasó,
claro, con unos detallitos a su favor. Y así fue; sus padres no los regañaron.
Quedaron muy sorprendidos porque solo los aconsejaron y los mandaron a bañar al
instante.
Mamá y papá: - Bueno,
niños eso no fue lo correcto, esperamos que no vuelva a suceder, pero; nos parece bien que se hayan preocupado por sus
mascotas, ¡les permitiremos quedarse con las dos! Eso sí, no pueden descuidarlas, siempre los
tienen que amar y si necesitan algo,
tienen que hablar primero con sus nosotros. Se dieron un abrazo grupal y los
niños sabían que no volverían a hacer eso sin el consentimiento de sus padres.
Nota del editor: Jania Gamez
Sandoval, nació en San Fernando de Apure, estado Apure, el 10 de julio de 2007.
Tiene 11 años de edad. Esta publicación fue autorizada por sus padres el 20 de noviembre de 2018. Desde 2012 (con 5
años de edad) se inicia como violinista
en el Sistema de Orquestas y Coros Simón Bolívar. Actualmente pertenece a la Orquesta
Infantil y a la Camerata Juvenil de dicho sistema. Estudia 7mo grado en el Liceo
Nacional Eloy Guillermo González, en la ciudad de San Carlos, estado Cojedes.
Muy bueno jania muchas Felicitaciones, Dios te bendiga
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