Jacobo
Castellano Díaz
FUEGO DE
AMOR
Amor que
prendiste fuego
con inmensas
llamaradas
llamas de
fuerte querer
y con
pasiones mezcladas,
que van
creciendo con fuerza
en almas apasionadas
y en la
hoguera del deseo
crecen
juntas abrasadas,
lindo amor
de primavera
con ese
fuego en cascadas
que en la
hoguera del amor
se sienten
enamoradas,,
yo que te
amo con ternura
y mi pasión
no es fingida
en mi pecho
de llanero
este querer
más se aviva,,
ahora
solamente queda
el calor de
ese hoguera
hay que
darle mucho amor
y la pasión
mantenerla,
para que
siga encendida
la llama y
nunca se apague
y siempre
siga prendida
en almas
enamoradas.
Luis Fadul Hernández
MIEL
DE ARICA
Era una tarde gris y la sabana
se llenaba de música salvaje.
En el confín de la extensión lejana
de sangre y oro se teñía el paisaje.
La muchacha del hato, campesina,
inconfundible en su esbeltez morena
–en abundosa cabellera endrina-
por devoción se me enredó una pena.
Se fue conmigo tras la miel de Arica
y por senderos que ni el sol trafica,
anduvo a la merced de mis resabios;
Ella tomó su miel y yo la mía,
ella la miel de Arica de la umbría
y yo la que destila de sus labios.
Juan
de la Cruz García
AMADRINANDO
CAMINOS
Algún día, por la llanura
volveré con mi caballo,
amadrinando caminos
bajo los soles de marzo,
si en los juncales resecos
la brisa te está nombrando,
y siento que el horizonte
a veces te está llamando,
entonces voy por el rumbo
que ha de llevarme a tus brazos
Gonzalo
Caldera Rodríguez
MIL
DISCULPAS
te molestaste conmigo
por un simple acontecer
lo sublime del sentido
y no estaba permitido
en el alma de tu ser
mi forma de proceder
al jugarme asi contigo,
pido disculpas y te digo
que no vuelve a suceder
porque no pienso volver
molestando a un ser querido
persona que ha merecido
y no lo puedo esconder.
como familia y mujer
mis respetos más floridos,
las rosas siempre han tenido
la admiración del clavel
y el poeta y el pincel
dibujan su señorío
van amarrando amoríos
con hebras de seda y miel.
magia y poesía en la piel
avivando coloridos,
y ese esplendor siempre ha sido
para la rosa su ley
y yo siempre seré aquel
que sin querer ha ofendido
por eso estoy confundido
en el arte del querer.
Eduardo
Alí Rangel
DÉCIMAS
A UNA MORENA
Por tu doncellez en florecidos
de clara estirpe llanera,
tienes aire de palmera
en madrugadas de amor.
En ti se fijó el color
y el sol ahuyentó la pena
para ponerte morena
como la tierra mestiza,
que se mira en tu sonrisa
y con tu gracia se llena.
Porque el canto se hace río
para líricos antojos,
me estoy mirando a tus ojos
negros como un desafío
y en brazos del corrío
y en manos del sentimiento
te lleva mi
pensamiento
que es
hermano del anhelo,
con sus
canciones del cielo
y su frescura
del viento.
En tu
silencio de Llano
se me quedó
la emoción
y piensa mi
corazón
cuando se
acerca a tu mano
que en el
espejo lejano
de tu palabra
indecisa
hay una rosa
que avisa
la claridad del
mensaje,
para que sepa
el paisaje
lo que dice
tu sonrisa.
Llanera de
estampa pura
por la gracia
del color,
que palpitas
en amor
y vives en la
ternura.
Por algo el
caño murmura
con su
canción más serena,
que el sol
ahuyentó la pena
en huellas de
tu destino
y que siguió
tu camino
para ponerte
morena!
Abel
H. Cardoza Cedeño
ROMANCE EN EL RÍO COJEDES
Cojedes
rio querido
entre tus aguas viajeras
quiero que te lleves
río Cojedes, la amargura de mis penas
que las lleve en tus espumas
a lo lejos para otras tierras
a ver si puedo olvidar
una pasión traicionera
a ver si puedo arrancarme
hermoso río los caprichos de esa morena
por causa de esa mujer
por poco a la tumba me lleva.
entre tus aguas viajeras
quiero que te lleves
río Cojedes, la amargura de mis penas
que las lleve en tus espumas
a lo lejos para otras tierras
a ver si puedo olvidar
una pasión traicionera
a ver si puedo arrancarme
hermoso río los caprichos de esa morena
por causa de esa mujer
por poco a la tumba me lleva.
Recuerda
que en tus orillas
río Cojedes, una tarde veranera
me juró su amor sagrado
esa mujer me pidió que la quisiera
hoy comprendo que eso era mentira
la promesa que me hiciera
y yo como un niño en su maldad, creyera
si tú la llegas a ver oye, mi Cojedes
confío en tus riberas
me le dices a esa falsa dama
que aún estoy en su espera
para reclamarle por el daño
que por su culpa mi alma sufriera.
río Cojedes, una tarde veranera
me juró su amor sagrado
esa mujer me pidió que la quisiera
hoy comprendo que eso era mentira
la promesa que me hiciera
y yo como un niño en su maldad, creyera
si tú la llegas a ver oye, mi Cojedes
confío en tus riberas
me le dices a esa falsa dama
que aún estoy en su espera
para reclamarle por el daño
que por su culpa mi alma sufriera.
Pedro Emilio Sánchez
ROMANCE EN LA LEJANÍA
I
Por un caminito verde
del palenque a la quesera,
en el oleaje del viento, mujer bonita,
me hiciste que te dijera
si mi amor se quedaría
o era nube pasajera
y que te dejara escritas en mis canciones
cuantas cosas te ofreciera.
Te ofreceré mil bellezas
Naturales de mi tierra
¡quién supiera de tus gustos
para darte las más bellas!
envueltas en mis cantares
cuando el arpa me atropella,
te entrego mi corazón
porque de amor está lleno,
va repleto de esperanza
como boga y canoero,
como sediento que encuentra
manantial en el estero.
II
Voy a ver si con un verso
puedo bajar una estrella
que me hable de tus antojos, mujer bonita,
y no me pierda tu huella. (bis)
Me parece que adivino
en tu mirada morena
que te gusta el horizonte,
juguete de tolvanera,
como juega tu sonrisa
en tus labios de cayena.
Te mando esta melodía
en un lirio sabanero,
confundido en una garza,
que embellezca tu
garcero,
y el lirio con su fragancia
me sembrará en tu recuerdo.
"Canoero del Río Cojedes"
ResponderEliminarAutor: Abel H. Cardoza Cedeño
Canoero del río Cojedes:
Vas con tú mirada serena
los tiempos se te fueron
en noches de luna llena.
(Este poema, está integrado por Diez Estrofas).