Navidad y magia. Imagen en el archivo de Diana Ruiz
El 17 de diciembre de 1935, fecha que alude este cuento, muere Juan Vicente Gómez y con su fallecimiento cae una feroz dictadura que duraba ya 27 años. Una Navidad de incertidumbre, de cambio, experimentan todas las familias venezolanas y divide la sociedad. Así reseñó, con humor llanero, el afamado cuentista Orlando Araujo, tan importante fecha según lo acontecido a su padre: Sebastián Araujo, "Don Sebas".
Los padres de las familias llanera son garantes activos de la tradición navideña
1935
Era una misa de
aguinaldos, cuando la iglesia todavía estaba en pie, e iluminada. Víctor
Chiquito, el hombre que tenía la papera más grande desde las afueras de Escorá
hasta Altamira de Cáceres, se daba golpes de pecho a tres reclinatorios del
sitio donde Sebastián Araujo no se arrodillaba por andar estrenando flux de
casimir azul marino.
Entonces el padre
Parra, un cura de leontina y botas de oro, dijo: in unum Deo y todos comenzaron
a salir al altozano.
Hacía mucha madrugada y poco frío.
—Salud, Víctor
Chiquito.
—Salud, Don.
—Págueme la vaca que
me debe.
—Entual no tengo
cómo, espéreme un tantico más, don Sebas.
—Son treinta pesos,
usted sabe.
—Y yo no cargo sino
doce.
—Pues démelos, y no
me debe nada.
Tres días después,
era Nochebuena. Víctor Chiquito, en la casa de terrones, y antes de que la vela
se apagara, se comía una hayaca de caraotas mientras les decía a los hijos, para
que siempre recordaran:
—Sepan y entiendan
que don Sebas los mantiene a ustedes: si beben lechita y comen cuajada es
porque me fíó la vaca y en después apenitas me cobró la mitad.
A entrambas horas,
don Sebas, en su casa del pueblo, también comía su hayaca de gallina a luz de
lámpara de carburo, y aleccionaba a sus hijos:
—Sepan y entiendan
que Víctor Chiquito es hombre cabal: me pagó la vaca y de contado, justo cuando
se acaba de morir el general Gómez y nadie paga nada.
Texto tomado de "Compañero de Viaje y otros relatos" de Orlando Araujo, publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana (Caracas, 2004)
Isaías, da gusto encontrarse con este blog, con esta muestra de parte de lo que somos como literatura. abrazos a t, a tu familia, al nuevo tramo. Por acà por caracas siempre me encuentro con Onías. Tengo tiempo sin saber de José Daniel. Abrazos. Espero encontrarnos pronto en la poesía, la palabra, la promoción de lectura, la acción
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