Joven llanera de Cojedes en el archivo de Víctor Hernández
MUJER
Al llamarme mujer
me das el mundo
porque me hace sentir
la diferencia
y sabiéndome amada
así de cerca
en la luz meridiana
y en la sombra
me siento más mujer
y te bendigo,
te bendigo
por hacerme vivir
entre premuras
esos atardeceres tan distantes
de las notas amargas
que entretejen las guerras.
Te bendigo
por darme este lugar
porque si soy mujer
es porque tú eres hombre
y si a veces protesto
llorando enardecida
es porque tu machismo
me hace daño,
pero luego
tu rostro solitario
me conmueve
y de nuevo soy mujer.
MUJERES… TODAS MUJERES
Mujer que llevas el alma
crisolada de angustias
mujer que tienes un hijo
por cada placer logrado;
pero que yergues tu talle
ante cada bofetada
y le respondes al aire
con tu sonrisa callada.
Mujer que una tarde oscura
sembraste al hombre que amabas
bajo la tierra reseca
por miles de enfermedades
y regresaste a la vida
sin lágrimas, ni lamentos
a buscar una respuesta
para el clamor de tus hijos.
Mujeres… todas mujeres
amantes… todas amantes.
O aquella mujer resuelta
que el divorcio no intimida
porque se siente capaz
de ser madre y de ser padre
y de soportar las noches
que saben a frío de muerte
porque el calor masculino
dejó en su cuerpo la huella.
A esas ensalzo
sin olvidar la ramera
que goza de lecho en lecho
el deleite del dinero;
pero que siendo mujer
no deja de ser sensible
y el corazón se le ensancha
cuando ve llorar un niño.
Canto a la madre soltera
que valiente y desafiante
sintió en su entraña vibrar
el retoño de un amor
y se quedó meditando,
bordando blancos pañales
para cubrir lo que el mundo
llamó fruto de pecado.
Mujeres… todas mujeres
amantes… todas amantes.
No tenemos distinción
porque la obrera y la rica
la doña y la pordiosera
todas mimaron a un hombre
y amamantaron a un niño
y hasta los labios resecos
de la solterona adusta
se llenaron de ternura
al soñar una mañana
con un hombre que llegaba
y un niño que lo esperaba
entre risas y juguetes
y un azul claro sin nubes
donde el sol fuerte brillaba.
Mujeres… todas mujeres
amantes… todas amantes.
Y aquella mujer callada
que en el calor del hogar
espera sin una queja
al hombre que algún día llegará.
Esa, la santa mujer,
la esposa que va muriendo
olvidada entre la manta
de una cama perfumada
que se quedó en el desuso
la que espera la que calla.
Mujeres… todas mujeres
amantes… todas amantes.
MADRE
Música de alma y sentir
cAscada de fresca lluvia
caDena de versos nuevos
sonReídos de la brisa
madrE dulce, madre buena.
DESCUBRIMIENTO
Qué sensación me embarga,
no la puedo explicar.
He aprendido a extrañarte
y hay alegría en mi ser
porque vives en mí
porque te busco con ardor
y te imagino aquí
ya para siempre.
RUMOR
Sin presentirte llegaste
y volverás a la nada
pero dejarás tu ausencia
y la voz del riachuelo
que revivió a su paso
una semilla.
EL MAR
El mar abierto, azul y doloroso
con su carga de sal sobre la arena
me brindó de tus labios la dulzura
y al momento nació la interrogante.
¿Cómo tus labios dulces consiguieron
rechazar tanta sal y en un instante
envolverme con su cálida ternura
que fue miel entre sal evaporada?
REVELACIÓN
Cuando llegaste a mí
una estrella gigante me cegó
y pasé muchos días
dormida junto a ti,
mas luego al despertar
comprendí que te amaba
con un amor intenso
como el azul marino
de la distancia aquella
de mi infancia.
UN CORAZÓN NO BASTA
Hay que tener un corazón gigante
que arrope el cielo y sobre
para llegar a comprender el corazón
de una mujer amante;
pero para llegar a conocer
el alma de una mujer poeta
y soñadora
un corazón no basta.
ÉRASE UNA CIUDAD
Érase una ciudad
con embelesos,
érase una ciudad
multicolor
y una quebrada
fría y transparente
le incrustaba en el alma
su canción.
Érase una ciudad
llena de flores
con un riachuelo
anclado en cada arbusto
donde los pájaros
pequeños arco iris
solían trinar las notas del amor.
Érase una ciudad
donde día a día
se labraba la tierra
con empeño
y los frutos de miel
en abundancia
plenaban de dulzura
el corazón.
Érase una ciudad.
¡Bendita sea¡
una ciudad sensible
silenciosa,
una ciudad donde todos sus habitantes
tenían el precio exacto
de la vida.
Érase una ciudad, mas ya no es
se la tragó el concreto
la sepultó el asfalto
y en su lugar quedaron sudorosos
los mismos hijos que la derribaron.
Érase una ciudad…
PRESENCIA
Te amé descalza…
en la candente arena de tu cuerpo
soleado y generoso
que me dio sin reservas
el amor que nunca
en otra playa imaginé.
Tu playa fue remanso de mi sed
y hoy que mi barca
penetra en otras riberas
temo volver al mar y naufragar
porque me siento llena de tu piel
y caldeada en la arena de tu mar.
SOLEDAD
La que busca y me aconseja…
Es una impertinente compañera
no quiero verla y sin embargo está
presente en mis caminos y mis días.
SI EL MAR FUERA NEGRO
Si el mar fuera negro
pensaría que es el mar
quien me hunde
en el misterio gris
de su profundidad
y no tus bellos ojos
que cada día que pasa
hacen más tentativa
esa incógnita azul
que me devora.
TODAVÍA
Yo guardo aquí en mi sangre todavía
tu presencia desnuda en mi aposento
y tu carne vibrando entre la mía
buscando solazar sus ansiedades.
Yo aguardo aquel murmullo incoherente
de voces de suspiros y de llanto
y guardo en lo profundo de mi entraña
la lluvia de tu esencia urgente y tibia.
Yo guardo entre mis poros el sudor
de tu cuerpo jadeante de deseo;
pero guardo también ¡malhaya sea!
esas noches de insomnio sin tu amor,
ese azul de distancia que me agobia
y unos ojos fugitivos que en la noche
me miran con lujuria y me poseen.
NOCTURNO
Cuando la noche cae
me tomas en silencio
y en tus ojos brillantes
de un mirar infinito
adivino el pozo de ternura
que me baña…
y siento que te tengo
confundido en mi cuerpo
y siento que respiras
con mi respiración
y siento que estoy viva
porque me estoy muriendo
debajo de tu cuerpo,
sembrada por tu amor.
PIEL CON PIEL
Me penetra hasta el fondo
tu mirada cargada de ternura
me penetra y sacude mis sentidos
tu cadenciosa voz…
que es murmullo agradable
de riachuelo que como agua cristalina
entra por mis oídos
erizando mi piel.
Me preparo con la psiquis
y con el alma
para dejarte amarme
y pierdo la razón
cuando tu piel desnuda
se roza con la mía
y cuando más que un roce
es la unión piel a piel
adherencia profunda.
Mis sentidos explotan
y tu piel se fusiona
por toda la epidermis
con mi cuerpo ardoroso
que solaza tu amor.
OPORTUNIDAD
Una oportunidad tú me has pedido
y con el corazón te la he brindado
porque sé que soy yo quien se la da,
porque tu despedida es mi condena.
Esa oportunidad que me pediste
me demostró tu amor claro y sincero
y yo te perdoné porque mi pecho
sigue aferrado al hilo de tu piel.
Esta oportunidad será el final
de los caminos vagos y sombríos,
después que pase quedará la calma
y la seguridad de que jamás
otra oportunidad te pueda dar.
SOLO ESO… NADA
Yo soy aquella sombra
que el viento en una aureola
de luz y fantasía
disolvió en la nada.
Desaparezco inerme
en tu noche de sueños
y sigo siendo el punto
que no marcó el pincel
te siento …y sin embargo,
tú no sabes que existo
sembrada en cada surco
soleado de tu piel.
MAGIA ROTA
El amor como llega se va.
De repente, sin aviso…
silencioso;
pero llega cantando,
rebozando alegría
y se va con angustia
sembrando desamor.
Se nos escapa
sin saber por qué.
Nos duele el alma
y una espina punzante
hace sangrar las fibras
más hondas del sentir;
pero se va…se va…
sin volver la cabeza,
sin mirar hacia atrás
para no arrepentirse.
Se va como llegó,
sin avisarnos;
pero nos deja
helado el corazón
y un deseo de morir
nos golpea la razón.
Se ha perdido la dicha de vivir,
se ha perdido
el deseo de compartir
porque cuando llegó
trajo un trozo de amor
y cuando se retira
se lleva el trozo
y todo el corazón
porque rompe la magia
y nos coloca con la ilusión
partida frente a la realidad.
MIS MUERTOS
Mis muertos
son el día del laberinto,
la calle larga y tétrica
que les brindó la vida.
Mis muertos
son locura entre mis manos
porque ellos
abandonaron mi existencia.
Mis muertos son mis muertos.
Mis muertos
son pasado y son futuro,
mis días y mis pasiones
en la esperanza azul
que me devora.
Mis muertos son la luz y son la sombra
que agiganta y opaca
mis recuerdos.
Con su dolor de sol
sobre la arena
le dieron a mi vida…
a mi alegría
un dejo soterrado
de tristeza.
Mis muertos
son las noches de desvelo
y el florilegio
de mis despertares.
NOTA: Carmen Pérez Montero es una Tinaquillera residenciada en Acarigua-Araure, estado Portuguesa. Su vida literaria ha sido intensa y fructífera, con diversos desempeños que impactan la literatura llanera de manera muy positiva y constante: docente universitaria, investigadora de nuestras tradiciones, articulista de la prensa regional, poeta y líder de gremios literarios. Tal como ha sido su vida, su poesía está signada por lo profundo, lo diverso, lo incansable y las pasiones humanas en toda su plenitud y consecuencias. Su poesía duele desde el mismo desgarramiento del ser femenino que es destello mismo del verso, de allí que seleccionáramos este título para identificar la presente selección mínima de sus poemas MUJERES… TODAS MUJERES.
Entre sus libros reseñamos los poemarios: Pasión Literaria (1964); Un sacudir de alas (1982); Hacia el azul (1995) y Sobre tu piel (2006). Como investigadora ha merecido la edición de dos obras trascedentes en la explicación llanera de la cultura venezolana: Mitos y Leyendas del estado Portuguesa (2002) y Margarita… Magia y Sol (2007).NOTA: Carmen Pérez Montero es una Tinaquillera residenciada en Acarigua-Araure, estado Portuguesa. Su vida literaria ha sido intensa y fructífera, con diversos desempeños que impactan la literatura llanera de manera muy positiva y constante: docente universitaria, investigadora de nuestras tradiciones, articulista de la prensa regional, poeta y líder de gremios literarios. Tal como ha sido su vida, su poesía está signada por lo profundo, lo diverso, lo incansable y las pasiones humanas en toda su plenitud y consecuencias. Su poesía duele desde el mismo desgarramiento del ser femenino que es destello mismo del verso, de allí que seleccionáramos este título para identificar la presente selección mínima de sus poemas MUJERES… TODAS MUJERES.
La notoriedad de su poesía ha sido reseñada por otros importantes escritores que guiarán al lector en las profundidades de su obra. Jesús Rosas Marcano acotó la siguiente nota: “Carmen Pérez Montero es dueña de una escritura existencial. Dos fuentes antagónicas y a la vez concurrentes han alimentado sus expresión: la alegría y la angustia”. Por su parte José Agustín Catalá suscribió que en su poesía: “La piel, los ojos, el silencio, son voces recurrentes de su poesía, también son temas constantes, la soledad, las despedidas, el deseo pasional”, la necesidad de darse y ser recibida como el intenso regalo que es su sentir”.
Yorman Tovar en el ensayo Carmen Pérez Montero la feminidad idealizada, deja un comentario extenso, pero muy válido y que asentimos plenamente: “Ahora en plena madurez, trashumante gaviota, Carmen, oteando horizontes y lejanías, desde el confortable zaguán de su “Villa Ilusión”, recoge las más profundas fantasías, ficciones y realidades que a mujer alguna se le hayan ocurrido en este Llano Occidental: impresiones de fémina terrenal, ilusiones de mujer soñadora, sensaciones de nómada poetisa, viajera incansable, dueña de frases eróticas y espirituales; orfebre de conmovedoras palabras de dolor, tristeza, melancolía, nostalgia por cada adversidad…”
Otro cercano conocedor de su poesía, Coromoto Álvarez Quintana, nos plantea una aproximación por demás interesante: “Hace caso omiso al ruido para rendirle culto a la memoria y al silencio. Sempiterna iconoclasta ante las formas clásicas establecidas, en procura del misterio y del hallazgo, cabalga sobre la noche cómplice y cruza el horizonte de las musas de una virgen viuda, sin apresurar la marcha de su corcel y sin vulnerar en lo más íntimo de su creación la pureza del lenguaje”.
La presente muestra no se rige solamente por nuestro criterio, a decir verdad, influye en la elección de los poemas un texto de la misma Carmen asomado más como una pregunta en metáforas que una conclusión imposible de alcanzar sobre el magnífico abanico multicolor y sensorial que despliega su poesía:
Hay que tener un corazón gigante
que arrope el cielo y sobre
para llegar a comprender el corazón
de una mujer amante;
pero para llegar a conocer
el alma de una mujer poeta
y soñadora
un corazón no basta.
Esperamos que esta pequeña muestra haya sido placentera, tal como fue para nosotros transcribir palabra a palabra este encuentro con la feminidad poética, con la vida que llega y la que se nos convierte en pasión , en sueño, nostalgia y adiós.
Isaías Medina López
Me encantaron estos poemas, primera vez que leo a Carmen Pérez, sublime.
ResponderEliminarMermin.
LInda poesía, que no conocía a esta excelente autora, me alegro de leerla y compartir. Tengan un bonito domingo. Nos quedamos paseando entre la hermosa poesía.
ResponderEliminarGracias por acercarnos la poesía de Carmen Pérez Montero. Hermosa presentación. Poemas con sentimiento.
ResponderEliminarSaludos.
Profunda y hermosa esta poesía. No conocía a Carmen Pérez Montero. Gracias por compartir y divulgar a nuestros escritores y poetas. Un abrazo Isaías.
ResponderEliminarEs la primera vez que escribo en tu Blog, pero siempre te sigo de cerca... Realmente muestras el gran talento nacional que hay detrás de las letras... Realmente admirable. Estos poemas de Carmen Pérez Montero me llegaron profundamente al alma, si me permites de vez en cuando compartiré alguno en mi blog de maternidad. Haces una gran labor en difundir el trabajo venezolano en materia literaria. Mil gracias!!
ResponderEliminarWow Clarisa Me ha encantado sus poemas gracias por publicarlos...y me encanto la frase que para entender a una mujer poeta y soñadora un corazon no basta....Gracias otravez, muy buenos todos.!! Un beso.
ResponderEliminarMe han gustado todos muchísimo..el primero, que es, creo, como una oda a la mujer, es maravillosos.
ResponderEliminarEs una maravilla cómo escribe esta mujer, con tanto sentimiento es muy bella su poesía. Gracias por compartirlo!