Nota de los editores: Esta obra de Isaías Medina López es ganadora del Concurso Nacional de Poesía "Homenaje al Bicentenario del Natalicio del General en Jefe José Laurencio Silva" (1991). Jurados: Yorman Tovar, Wilfredo Machado y Luis Quiñones Urbáez
(Carátula de la edición del año 1993)
Respetuosamente, a la memoria del General en Jefe
José Laurencio Silva (1791-1873),
José Laurencio Silva (1791-1873),
héroe de la Independencia americana.
ORATORIO DE JOSÉ
Yo el que para la guerra nació
en el año de gracia de 1791
En la ilustre Villa de Nuestra Señora
del Rosario de Tinaco
santo y seña de las llanuras
del río Cojedes
Bautizado por la iglesia
que bendijo a mis padres según el rito
y ceremonial de estilo
De oficio domador de caballos
y accidental guerrero
durante cuarenta y cuatro años
Declaro hoy
en la madrugada del 27 de febrero de 1873
en la ciudad de Valencia
absolutamente convencido de la proximidad de morir
siempre fiel a al señor Dios todopoderoso
y al buen general Simón Bolívar
que jamás provoqué muerte por causa de odio
ni tomé por recompensa nada
que fuera de la guerra me resultare ajeno
Por tanto suscribo
este oratorio memorial de fe
a los afectos de expiar mi alma
ruego que así sea
José
BIOGRAFÍA DE QUIEN PIDIÓ TU LUZ
Un teniente de caballería llamado José,
Señor mío
besó una cruz, amó un rosario
y se anudó al camino en 1810
Estación tras estación enfrentó promesas
tormentas y almas
aprendió a derramar perfectamente
el trago de licor como honra por los caídos
Una noche
siendo poco menos que un rey
despertó a fuerza de los relámpagos
olvidó su nombre y el tuyo Santo Dios
cuarenta años entre batallas
y la flor del fuego de la muerte
sellaron sus heridas
pero no el amor.
CUANDO UNA VEZ EN TU PRESENCIA
NO SUPE DE NINGÚN DOLOR
NO SUPE DE NINGÚN DOLOR
A pesar del valor de mis hombres
su fiera forma de montar
el universo de los caballos
como primarios guerreros del mundo
recuerdo con emoción
el divino caminar de una monja
(la mujer más dulce de Valencia)
que recorrió tres leguas por mis heridas
el bálsamo guardado para los milagros
la gracia virgen de las manos
y el bello círculo de su boca la bendecirme
SOÑANDO ENCONTRARTE
Y ABANDONADO A MI CONFUSIÓN
Y ABANDONADO A MI CONFUSIÓN
Abrumado en la sed que me obsesiona,
Hacedor de los pájaros,
te he confundido
con uno de esos oficiantes de la guitarra
que rescatamos del Pantano de Los Bucares
Ordené que fuese retirado del frente
para que no a todos sea amarga la palabra
al tropezar la oscuridad
Te confundí con él,
hacedor de los venados,
Pero él ya venía como un apóstol
empeñado en su destino
Dimos batalla hacia El Yagual
duro y recio baile de lanceros
que supo devorar hombres
caballos y dioses
Entre las cuatro hogueras alumbrando caminos
nadie encontró qué decirme
Sabía que yo te miraba en él,
Creador de las venturas,
y no creo haberme equivocado
A TU SALUD, COMO SIEMPRE, MI COPA EN ALTO
He cruzado un presagio de sentencia
arrojado hacia mí
por quien dimos de heridas doce años atrás
(en el lago afiebrado de los perros
yo era una presa que disputaba la agonía)
Tras un intenso licor de Caldas
tomado con alivio
viví en celdas de los Carmelitas
las tres noches de mi primer deceso
La muerte de aquel extraño ser
que por temor jamás comprobé
fue desplegada en voz de mi oficiales
en la tarde Corpus Chistri
hubo alabanzas de masculino abrazo
y una fiesta que en Arauca
todavía aturde la memoria
DE NUEVO OFERENTE ANTE TUS PIES
Alta, demasiada alta
acontece esta edad para la guerra
mas tú lo comprendes distinto,
Hacedor de los helechos
Heme entonces maduro acacio
que una y otra vez te niegas derribar
bastón de dura longitud
puerta errante y abierta
leño que arderá en horas de frío
leño que arderá en horas de destrucción
La muerte es solo un lirio que venturo
Cuánta paciencia hay en cántaros para mí,
Hacedor de lo infinito
YA NADA PODÍA HERIRME
Toda la mañana en Tunja
bajó lluvia de muerte y emboscada
Yo era la daga de mi regimiento
y me había tocado
el persistente seno de María Nuestra
Entre feroces enemigos
venidos del mar del lejano rey y la montaña
se oían gritos dedicados a la muerte
Mi Señor más alto que todos juntos
me colocó justo en medio de ellos
Luego despejó las nubes del páramo
y cuando nuestras antorchas
dispersaron la niebla
cantamos hasta el cielo la victoria
tuya mi Señor,
Padre de los laberintos
NO SIEMPRE TU PAN Y TU VINO CONSUELAN A TODOS
Nos hermana el común de una oraciónLos del otro bando
como yo
suplicantes y agradecidos
concurren a tu fe,
Señor de los ejércitos,
Sus muertos van a la misma iglesia de nuestro bautismo
según lo has indicado
Esta mañana en San Carlos
ante uno de ellos muy herido
bajo mi lanza
no resistí la tentación del consuelo
Ya era demasiado tarde para los dos
AL AGRADECERTE, SEÑOR,
MI ESPACIO EN EL ESPACIO
De campos sobrecogedoresMI ESPACIO EN EL ESPACIO
a los que no puedo remembrar
sin mentir por su belleza allá
en el largo origen de mi alma
De un pasto más verde que el cielo
abandonado a un día de paz
donde un árbol de naranjas y yo
adivinábamos el tamaño
de todos los frutos del universo
De un aquel temblor inmediato
fijado al corazón del hombre
por la fuerza de los vientos
De allí me llegó sin tregua
la revelación infinita de mi pequeñez
TREINTA CABALLOS RECHACÉ POR TU PALABRA
Tres veces creído muerto
fue levantado Alma Negra
el mejor de mis caballos
Padre de los jinetes
yo te reverencio
Dios de los domadores
yo te reverencio
Señor de las llanuras
ampárame por siempre
TU PROFECÍA NO ES SOLO UNA PALABRA
Apenas abierta el albaun penitente de Barinas
devoto de tu iglesia
nos habló el verso del azufre
desde una biblia cerrada en negras pieles
Besamos su mano y nos persignamos de costumbre
Luego los fragmentos de mis hombres
cubrieron la agreste soledad
de un valle otrora tan hermoso
solo semejante a tu verde manto,
Tu profecía no la contiene una palabra
y al descender nos abruma,
Hacedor de los designios
Hay días,
mi Dios de los ancestros,
seas o no un crucifijo
en que la muerte dificulta nuestro amor
CUANDO MARCHÁBAMOS UNA NOCHE BAJO LA PLENITUD DEL SILENCIO TRAS UNA DERROTA INNECESARIA Y ESCUCHÉ TRES ADVERTENCIAS
(FILOSAS, DECIDIDAS Y ROTUNDAS) QUE ME LLEGARON REPENTINAMENTE COMO UNA BOCANADA DE UN PURÍSIMO ALIENTO PARA EL MAYOR REGOCIJO DE MI POBRE YO MORTAL
TAN SOMETIDO A DURAS PRUEBAS
TAN SOMETIDO A DURAS PRUEBAS
Dedicado a Antonio Arellano Durán
Fuerza, felicidad y fe
MORTAL COMO LA RISA DE DIOS
Arcángel naciendo muy adentro
es mi verdadero nombre
Debido a eso
domador de los abismos
cualquier fracaso
me da la risa que a otros niegas
No puedes cansarte de mí
ni yo de ti
Al menos ya he visto
el filoso canto del evangelio
DE MI MEMORIA NUEVAMENTE EN REVERENCIA
Por las llamas que apagaste a mi pie descalzo
huidizo y derrotado
yo te agradezco
Por cada mínimo techo donde arropaste a mis hombres
en el invierno interminable de El Sur
yo te agradezco
Por no haberme enterado nunca
de cuánto desprecié la vida sin llegar a perderla
yo te agradezco
Por tu luz vista un día naufragando el Magdalena
yo te agradezco
Por las tierras de mis padres
cuyo final amparo dulcemente deseo
yo te agradezco
ENTRE NOSOTROS BENDITO COMO UNA HOSTIA
En los ojos de un capitán apresado en Altamira
vi un soñado reflejo
que antes me fue prohibido recibir
Nada suyo aparentaba inquietud
No maldijo en su captura a los míos
Deslizando suavemente cada palabra en su boca
decía música sobre las aguas
el pan y los vinos
Nadie le creyó un guerrero
Nos protegía la ignorancia de su misión
Omitimos su nombre en cualquier acta
según el rito de la ejecución sumaria
Su escapatoria perfecta y pura
como un pequeño milagro
devolvió la paz a mi campamento
PROBÉ TUS AGUAS Y AÚN TENGO SED
Cánsame otra vez
como en la más dura entrega
para recordar verdaderamente
el fragor del aliento antes de perderlo
Regresa a este viejo cuerpo
el dolor de la fatiga
suficiente aguijón
contra el sueño ya iniciado de las carnes
Hazme de nuevo,
elevado Señor de los potros,
esclavo joven por tu mano conducido
Vence en mí el terror de perecer
como un estéril harapo de los vientos
La muerte es solo una rosa que vendrá
SOLO HAY UN CÁLIZ
Y TODOS QUIEREN BEBER DE ÉL
Dios me asume cuando más lo abandono
Compasivo a la aridez que arrastro
hunde en no sé cuál nervio una ponzoña
elevada y persistente
tan extremo así es su amor
que yo despierto iluminado en el desvarío
(A veces como si fuese una lámpara
que arrastra un gigantesco tigre en medio de la sabana
llenando de fuego los pastos
En otras ante un toro
que surge de un río de oscuras aguas
y que hiere la brisa con sus cuernos
casi ahogados en busca de mí)
Hacedor de los ensueños,
solo hay un cáliz en la vida y se llama tormento
TESTAMENTO
Al tormento también le acontece el adiós
La puerta para el último misterio
sabe cuán cerca estoy de ella
y aún así me invade la cotidiana y callada
historia obediente de Moisés
interrumpida por la corta arena del amor
el escapulario que teje Arminda en mi camisa
la memoria de los soberbios caballos
aquellos pájaros antiguos del río
Regreso definitivo
a la tierra de mis ancestros
poblada todavía de adversarios
más hábiles e invisibles que los mi guerra
En medio de tanta belleza que no admiré
cuando me resultó posible
profesé bajo el Ecuador del Nuevo Mundo
la devoción y sangre requerida
por el buen señor general Bolívar
despejando el tiempo
para quizá mejores hombres
que lleguen a suplirnos o tal vez
traidores iguales a los ya conocidos
Seré nombrado en cantos de batalla
por quienes tendrán que librar
las suyas propias
aquellos desobedientes
de la piedad con el vencido
clamarán inútilmente por mí
para nutrir el odio
Yo me alejo del bando de los crueles
porque nunca me separo de la vida
Hasta siempre
José