Ropajes de gigantes (archivo nuestro)
La afición del llanero por narrar historias sobre los gigantes constituyen una fuente para el estudio de las leyendas llaneras y para el entendimiento general de esta cultura.
Parte de la famosa "cadena gigante", con eslabones de 60 kg.
cada uno, cerca de El Baúl, Cojedes.
Presentamos aquí cuatro muestras de tan notable registro literario, adscritas al humorismo poético-fantástico llanero:
Estatuilla del Festival de Música Llanera El Silbón,
el gigante más famoso del Llano (archivo de Ángel Zapata, Cojedes)
EL VENADO QUE YO MATÉ
Aaaaayyytralailay
Señores voy a contarles
lo que a mí me sucedió
un domingo en la mañana
yo salí de cacería
con una buena morocha
que mi papá me prestó
me fui para una sabana
donde habían muchos venados
y me monté arriba de un cerro
y miré un caramerú
tenía veinticuatro puntas
y era de cuerpo pelú
media como quince metros
le largué una cuatro tres
lo apunté bien apuntao
de un palo me arrecosté
le jalé los dos gatillos
los dos tiros le mandé
y caí patas arribas
y sin sentido quedé,
señores, maté al venado,
pero que susto pasé.
Aaaaayyytralailay
Para seguir con el tema
del venado que maté
yo salí para mi casa
tostado y muerto de sed
a buscar unos amigos
para que fueran por él
mis amigos me dijeron
eso sí no puede ser
ellos eran como quince
conmigo eran diez y seis
cuando trajimos el bicho
el cuero yo le saqué
lo mandé pa´ Maracaibo
y en un barco lo embarqué
después le saqué la carne
y al Gobierno le entregué
comieron dos batallones
y fue de lo que yo dejé.
Temblador o Anguilla gigante, El Pao, Cojedes
(archivo de Argenis Agüero) .
HA
VUELTO MI GAVILÁN
(Letra e interpretación de Nelson Morales, “El Ruiseñor de Atamaica”)
Ha vuelto Mi gavilán,
ha vuelto Mi gavilán
de nuevo a sus
correderos
ya lo han visto por el
Llano,
ya lo han visto por el
Llano
paseando de pueblo en
pueblo
persiguiendo las
muchachas
que salen para el
colegio
solteras y comprometidas
también se lleva en el
vuelo
y me dicen los que lo
han visto
que pelea hasta con los
suegros.
Viudas y recién casadas,
viudas y recién
casadas
ya todas le tienen miedo
porque no respeta nada
se las trae del cementerio
así anden con el difunto
acompañado el entierro
no las salva ni Mandrake
ni Achaguas el Nazareno
cuando el extiende las
alas
no hay santo que atienda
ruego.
Ayer venía don Cipriano,
ayer venía don Cipriano
en su mulo zaino negro
traía su señora en la
anca,
traía su señora en la
anca
y dos botellas de añejo
pero cuando iba pasando
por debajo de un uvero
venía el gavilán volando
de un salto le cayó en
pelo
y le quitó a la señora
y se lo mandó a San
Pedro.
Ya la gente no lo
aguanta,
ya la gente no lo aguanta
por lo guapo y camorrero
se la pasa en los
corrales,
se la pasa en los
corrales
velando a los ganaderos
que dejen el corral sólo
pa´ comerles los
becerros
como no pueden cazarlo
porque es grande en el
Gobierno
nunca salen a buscarlo
ni lo han hecho
prisionero.
HILARIÓN
(Letra e interpretación de Dionisio Garrido)
Aaaaayyyy
Los Caros está de luto
y toda esa población
porque se fue para
siempre
el propio guachamarón
familia Hilario
Rodríguez
que apodaban Hilarión
ese hombre ´onde él se paraba
le prestaban atención
negro de semblante
fuerte
con el pelo chicharrón
la nariz como araguato
y el pecho igualito a un
león
con un liquiliqui blanco
lo veían sobre un potrón
nunca se puso alpargatas
era demasiao patón
calzaba cincuenta y ocho
sin mucha exageración
según cuentos en final
que este hombre tenía
oración
a veces se volvía jumo
o se convertía en
troncón
de noche por la sabana
lo veían como visión
sus puños se asemejaban
a una mano de pilón
y sus venas igualitas
a guayas de alta tensión
a cualquier burro
tumbaba
con un solo manotón
sacaba un palo ´e raíz
a diente y a pescozón
el sudor le jedía a
guache
y a sustancia de limpión
con espantos en las
noches
ique jacía reunión
bailaba con la Sayona
tomaba con el Silbón
emborrachaba a las
ánimas
julepeaba al Carretón
y enamoraba a las brujas
cantándole una canción.
Aaaaatralaylalay
Sigo con mi letanía
agarrao del diapasón
en honor a un personaje
que es digno de
admiración
conuquero cien por
ciento
y con un gran corazón
los gallos y un baile de
arpa
eso era su devoción
perro bravo que jallaba
lo ponía jabú y velón
como andaba a pie pelao
se le cuareteó el talón,
con el barro de chiquero
se curaba el sabañón
ni chiquichiqui ni robla
le causaban infección,
en donde ponía las patas
se esboronaba terrón
las piedras se volvían
polvo
cuando sentían el pisón
ni guaica, clavo, ni
grapa
le jacían perforación
tan sólo la puya ´e raya
le daba era comezón
alborotá una africana
lo tenía de diversión,
si un cascabel lo mordía
no le daba ni hinchazón,
las ramas de guaritoto
la usaba como jabón,
cuando peliaba gozaba
y se divertía un
porción,
una vez un mulo loco
lo patió cerca el mentón
que lo hizo rodá diez
metros
como si fuera un balón
y se paró muerto ´e risa:
“¿Quién me dio ese
pellizcón?”
Él se crió en una
montaña
desde que estaba pichón
de las tetas de una
danta
obtuvo su mantención
que Dios te tenga en la
gloria,
paisano negro Hilarión.
LA
GUABINA
(Letra e interpretación de José “Catire” Carpio)
Para una Semana Santa,
para una Semana Santa
pescadores de sardina
por allá en el río
Orinoco
pescaron una
guabina
el anzuelo fue un ancla
de carnada una novilla
y la sacaron jalando,
y la sacaron jalando
cuatro bueyes en madrina
con una guaya del
grueso,
con una guaya del grueso
de un cabrestos de Manila.
En tres días la
escuartizaron,
en tres días la
escuartizaron
con cuatro hombres
encima
la carne que le sacaron
la mandaron pa´
Argentina
con otro poco comió
un ejército ´e Medina
exportaron las escamas,
ay, las escamas
para hacer casas en
China
de las aletas hicieron,
de las aletas hicieron
varios remos y
espadillas
arpones, lanzas y
flechas,
arpones, lanzas y flechas
hicieron con las espinas
la manteca la vendieron
pa´ fabricar medicinas
la camisa la incendiaron
en la Capilla Sixtina
con las vísceras
hicieron,
con las vísceras
hicieron
una fiesta campesina
y había cinco mujeres,
y había cinco
mujeres
atendiendo a la cocina.
Ni una persona de allí,
ni una persona de allí
se quedó sin su comida
anda, Tenepe,
ni una persona de allí,
caramba vale,
se quedó sin su comida
uno de los pescadores,
uno de los pescadores
capitán de la marina
un globo de pasajeros,
un globo de pasajeros
fabricó con la vejiga.
Y le pusieron de nombre,
y le pusieron de nombre
el de la Virgen Divina,
ay, Teresita,
y le pusieron de nombre,
verdad, mi vida,
el de la Virgen
Divina
y todos sus compañeros,
y todos sus compañeros
se le montaron encima
y despegaron volando,
y despegaron volando
de una cercana colina.
Textos tomados de:
ANÁLISIS DE FIGURAS ESPECTRALES EN EL CORRÍO Y LEYENDAS DEL CANTO LLANERO TRADICIONAL de Isaías Medina
López, Duglas Moreno y Carlos Muñoz (Trabajo de Investigación aprobado en la
UNELLEZ-VIPI)